sábado, 17 de septiembre de 2016

Qué Hacemos

Qué  Hacemos



En  pocas  palabras  de  introducción  podemos  decirle  brevemente  que  realizamos  una  labor de  entrenamiento  personal  en pequeños  grupos  de  cinco  a  diez  personas,  introduciendo  a  una  relación  de  compañerismo  con  Dios  Padre,  proyectando  en  vivencias  el  diseño  discipular  de  Jesucristo;  bajo  la  impartición  y  comunión  con  el  Espíritu Santo.  La  finalidad  de  lo  que  hacemos  es,  proveerle  gente  a  Dios  a  través  de  las  cuales  Él  pueda  manifestar  su  voluntad  haciendo  Él  en  ellos  lo  que a  Él  le  agrada,  porque  esto  hemos  entendido  en  Hebreos  13:20-21.  Esto  Hacemos.

El Testimonio de mi entrega al Señor Dr. Rossi Arguedas Mercedes

El Testimonio de mi entrega al Señor:

Ciertamente para poder decir Quiénes somos mi esposo y yo en la obra del ministerio,  se hace necesario que definamos. Quiénes somos como individuos antes y después de venir al Señor.  Por  esa  razón, considero importante proveer mi autobiografía acerca de quien soy.

Desde mis primeros años de juventud estaba muy influenciada por la filosofía de Friedrich Nietzsche emitida a través de su libro, “Asi hablaba Zarathustra”, en el que este pensador enseñaba que el hombre es la medida de todas las cosas, por supuesto que él mismo fue influenciado por el filósofo griego Protágoras de Abdera (aprox. 484-414 a.C), quien fue el autor de dicha frase, y era reconocido el más destacado de los sofistas; [El término sofista, del griegosophía (σοφία), «sabiduría» y sophós (σοφός), «sabio», es el nombre dado en la Greciaclásica al que hacía profesión de enseñar la sabiduría. Sophós y Sophía. Más tarde se atribuiría a quien dispusiera de «inteligencia práctica» y era un experto y sabio en un sentido genérico].

Como seguidor de Protágoras, Nietzsche, expresaba su declaracion radical de que “Dios está muerto”, y juntamente con él yo también decía: -Dios está muerto, y la religión es solo para los ineptos-.  Al tener esa corriente de pensamiento, creía que podía conseguir todas las cosas por mi misma y que no necesitaba la ayuda de otros, mucho menos de un “Dios que ya no existía”.

Sin embargo, en el mes de diciembre de 1978 mi vida emocional fue estremecida en el nivel de los sentimientos, de modo que me sentía como hoja bajo fuertes vientos de invierno; a finales de ese año, estuve pasando por una crisis emocional, que me llevo a una confrontación muy seria acerca de mis creencias. Al pasar por la crisis emocional tan profunda esto me hizo analizar que todo en lo que había creído no me estaba funcionando.

Sentía que todo alrededor mío, se hundía y no sabía cómo solucionar mi condición sentimental y mucho menos, cómo responder ante mi misma para salir de esa situación de manera victoriosa.

En ese tiempo mi mejor amiga, había experimentado un encuentro con Jesucristo, sin embargo, cuando ella trataba de hablarme algo de eso, yo le decía: -Tú sabes, que te aprecio mucho, pero también sabes que yo no creo en esas cosas, por lo tanto te agradezco que no me hables de eso por favor-.

Mi amiga de manera muy sabia, siguió con mi amistad, a pesar de mi rechazo a lo que ella había encontrado como su respuesta, y un día me dijo: -Rossi, me gustaria pasar una noche en tu casa contigo. Frecuentemente ambas teníamos ese tipo de reuniones ya fuera yo en su casa, o ella en mi casa-.

Debido a esa petición ella vino, pasamos la noche riendo, contando anecdotas, chistes, bromas, y al día siguiente cuando  se iba, me entregó un libro y me dijo: -Rossi, prométeme que lo vas a leer-.  Ella sabía que leer era mi pasatiempo favorito de modo que sin saber qué decía el libro, le prometí que así lo haría.

El libro se llamaba “El Poder de la Alabanza”,  comencé a leerlo, apenas ella se fue. Cuando inicie la primera página,  inmediatamente me enojé y dije dentro de mi:  -Ella sabe que yo no creo en esto, cómo se ha atrevido a darme este libro-.

Sin embargo, como había sido enseñada por mi padre, que cuando uno compromete su palabra debe cumplirla, a regañadientes comencé a leerlo.  En el libro se describe a un Dios amigo, de un Dios compañero, de un Dios que habla, de un Dios que camina contigo, de un Dios que tiene interés en todo lo que tu haces, de un Dios cercano, de un Dios que transformaba prostitutas, transformaba alcóholicos, que sanaba a los enfermos, que se identificaba con nuestras necesidades diarias y, eso me impactó.

Cerré el libro y por primera vez me vi a mi misma hablando con el Dios que negaba,al cual le dije:   -Si tú eres ese Dios que dicen aquí que eres, ¡a ti si quiero conocerte!-, e inmediatamente también le dije: -¡Eso si, yo no te prometo nada!-.

Apenas había terminado de hablar esas palabras, vi una luz que descendió de arriba y se acercaba hacia donde yo estaba en mi habitación, pero lo más impactante es, que dentro de esa luz, veía la figura de un hombre lleno de poder, autoridad,yelegancia en su caminar,el cual se acercaba a mi, pude ver sus sandalias brillantes de oro fino.  Antes de que llegara cerca de mí, me vi a mi misma de rodillas postrada ante Él y llorando con tal quebrantamiento que nunca antes en mi vida, lo había experimentado.  Cuando Él se acercó, comenzó a hablarme, y lo primero que me dijo fue: -Tienes que venir a mí, tienes que entregarme tu corazon, yo te quiero así como estás, porque yo soy quien haré la obra en tu vida, lo tuyo es venir a mí y yo hare el cambio en tu vida-.

Él me dirigió a lo que hoy entiendo que fue una oración de confesión de fe, para entregarle mi vida a Él, y después de eso le decía:
-¡Señor! si tuviera el enemigo mas grande, correría a buscarlo, abrazarlo y besarlo-, tal era el amor que fluía de Él hacia mí que todo mi ser fue lleno de ese amor.

Su ternura al hablarme era impresionante, al igual que sus vestiduras y sus sandalias de oro que le veía.  Por más de 5 horas se quedo conmigo, conversó conmigo adelantándome el anuncio de cosas que hoy estoy viviendo.Su Presencia ese día bastó para que todo mi ser fuera sanado y solo deseara conocerlo y entenderlo por el resto de mi vida.  Ese día que cambio mi vida fue el 4 de Enero de 1979, inicio de la mejor etapa de mi vida, hasta el dia de hoy.

Al salir de mi habitacion, al dia siguiente, me encontre con mi papá en el pasillo de la casa y le dije:  -¡Papi, anoche tuve un encuentro con Jesucristo!  Recuerdo que él me miro con unos ojos bien abiertos, y no dijo nada. Me dirigí a la cocina donde ya mi mamá estaba preparando el desayuno y le dije: -Mami, el problema no eras tú, el problema era yo, anoche tuve un encuentro con Jesucristo, perdóname mami-. 

Mi mamá me respondio muy enérgica, y me dijo:  -allá tú con lo tuyo, yo me quedo con lo mio, no te metas conmigo, y yo no me meteré contigo-. Yo no entendi nada de lo que mi madre me dijo, sin embargo al pasar los años entendí que el espíritu religioso muy fuerte que estaba sobre ella, fue quien me respondió en ella.

Lo primero que observé que comenzó a suceder al otro día del encuentro con mi Señor fue, que al salir de mi casa camino al trabajo, todo era nuevo para mí, las casas, los árboles, el cielo y su color, las nubes, la gente, todo era diferente y le dije:  -¡Señor es la misma gente, la misma calle, los mismos árboles, pero yo los veo diferentes! por qué-. Inmediatamente pude ver su bella mano delante de mis ojos, a la vez que observaba cómo mis ojos tenían una venda negra delante de ellos y vi como Él la quitaba mientras me decía, -es porque he quitado la venda que tenias delante de ti y te impedía ver-. Con profundo regocijo mientras iba avanzaba por la calle, le decía: -¡oh Señor, gracias, gracias, gracias, qué bello es el mundo que hiciste y las cosas que hay en el!

Como persona que lo único de lo que tenia conocimiento en cuanto a los asuntos espirituales era nada más que la religión oficial que impera en Latinoamérica, estaba viviendo algo totalmente diferente.  El Señor continuó visitándome por espacio de seis meses, en esos tiempos Él mismo me decía, -Rossi, tienes que orar-; mi respuesta era: -¿Señor, que es orar? y Él me decía:  -Orar es hablar conmigo, Rossi quiero que me hables de lo bueno, lo malo, lo que te gusta, lo que no te gusta, quiero que me hables de todo, ¡eso es oración!

Me enseño a ayunar, nunca en mi vida lo había hecho.  Él me dijo:-es pasar un día sin comer-, ¡solo por el privilegio de estar con Él ayunaba.

Él me enseñó a vigilar, y me explicó,-Vigilar es pasar una noche conmigo, es pasar una noche de romance-.  Por esa razón las noches que escogía para vigilar entonces me vestia con mis mejores trajes de fiesta de noche, y mis padres al verme con mis tacones altos, mis vestidos largos toda arreglada, maquillada, y mi pelo bien bonito me preguntaban:  -A dónde vas a esta hora de la noche, 10, u 11-, mi respuesta era: -Voy a pasar una noche de romance con Jesús en mi habitacion-.¡Por supuesto que ellos no entendían! Ycomo niña espiritual en mi nueva fe y relación con Él yo estaba casi igual que ellos, solo que hacía loque Él me enseñaba y lo repetía, aunque no lo entendiera.

Él me enseñó a alabarle, por todo lo que hacía (y hace), y todo lo que veía (y sigo viendo), por las cosas buenas, por las no buenas en apariencia.  Por la grandeza de su majestad que vemos en las cosas visibles como el cielo, la tierra, los pajaritos, las flores, el sol, la luna, las estrellas, todo lo que vemos que es motivo de agradecimiento a su Persona.Me enseñó a adorarlo, por lo que Él es en sí mismo, Fuerte, Poderoso, Fiel y Verdadero;Dios único, Dios Real, Dios de Amor y Justicia.

Después de 6  meses de Él estar enseñándome, una noche me dijo: -Tienes que congregarte-. Extrañada le pregunte, ¿Qué significaeso?, y Él me dijo:  -tienes que ir a una iglesia evangélica-. Hoy entiendo que si Él no me dice esa palabra “evangélica”, yo me hubiera ido a la iglesia tradicional que era la única que conocía en ese tiempo.

Cuando le pregunté, qué es eso de iglesia evangelica, me dijo:-yo te voy a guiar-. Un día que iba en un bus me dijo: -Quédate aquí, sal y cruza aquí, y entra aquí-.  Donde Él me dijo que entrara, era un edificio por el que pasaba muy a menudo, solo que no tenia rótulo que lo ubicara como iglesia, y ahí entré, y Él me dijo,-aquívas a estar por un tiempo-. 

Comencé a reunirme en ese lugar y a conocer cosas que desconocía por completo.  Me incorporé a todas las reuniones y programas de la iglesia. Solo que mi pasión y fuego espiritual,a los hermanos les parecía extraño e incluso me decían que eso era porque yo estaba en el “primer amor” y que luego eso se iba a ir perdiendo cuando ya unoera “más maduro en la fe”, no tan emocional y alegre como era yo con mi vida en el Señor.

Las personas de la iglesia, me buscaban para que orara por ellas, me buscaban para contarme sus situaciones y a medida que eso sucedía me fui dando cuenta de que lo que hacía era “anormal”, debido a que eso era prohibido dentro de la iglesia, es decir, el hecho de que una persona como yo, que no tenía un “liderazgo”no debía tomar la posición que solo se le permitía a los líderes y pastores, que eran los que debían orar por la gente y que la gente los buscara a ellos; además de que yo tenia otro inconveniente:“era mujer”, y a las mujeres no se le permitía hacer esas cosas, ya que (según ellos) la Biblia autorizaba solo a los hombres.

Por causa de la continuidad de situación, cada fin de semana me encontraba citada en la oficina de las autoridades, porque me llamaban la atencion acerca de mi conducta, y yo les decia:  -Yo no busco a nadie, la gente es la que me busca a mi-. Ellos me hablaban fuerte diciéndome que tenia que terminar con esa conducta, a lo cual les respondía que yo no entendía, pero que iba a obedecer.

         Eso provocó que con el tiempo yo me quedara en mi casa orando, y llegaba tarde a las reuniones, buscaba el sitio más escondido y apenas terminaba el pastor de dar la bendicion, me iba seguido a mi casa, para no tener mas esas situaciones.

Estuve en ese lugar por cerca de dos años, amaba a la gente, a las autoridades, me gustaba mucho todo, la musica, la gente, la ministracion, los programas, todo era nuevo y bello para mi.

Ahí conocí a gente que tenía hambre genuina por Dios al igual que yo. Dos hermanas que nos reuníamos a orar, nos pusimos de acuerdo y nos fuimos al lugar que las autoridades tenían para los retiros donde cada cierto tiempo, se hacían con gente inconversa. Decidimos que íbamos a pasar tres días en ayuno y oración, para que el Señor nos bautizara, ya que queriamos tener más de lo que Dios promete en su Palabra.  Recuerdo que ayunamos, vigilamos y leíamos la Escritura y un día, decidimos poner las manos las unas sobre las otras como dice la Palabra en Hechos de los Apóstoles 19:6. 

Mis amigas comenzaron a hablar en lenguas del Espíritu a toda voz, hablaban diversas lenguas. Sin embargo, yo, hablé solo una palabra.  Además de que era solo una palabra, podia interpretarse por mi mente natural, como una palabra más, ya que era “rama”.  Como niña espiritual en Cristo, yo la hablaba a cada rato, solo esa única palabra.  Un día, le pregunté al Señor; -Señor, ¿tú me bautizaste?-,con toda claridad Él me dijo: -SÍ, Rossi yo te bauticé-.  A lo que le dije: -¡OK.  Señor, gracias!  Después de eso, nada cambió.  Yo seguía hablando la misma palabra, solo que amado lector al día de hoy, en realidad no recuerdo cuándo el Señor me dio los diversos generos de lenguas que hablo hoy, y puedo decir como dijo el apóstol Pablo a los Corintios. ¡Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros! [1 Corintios 14:18].

Comencé a observar, que a pesar de la llenura del Espíritu,en mí se iba apagando ese fuego interno. Mi relacion de amor con el Señor,comenzó a debilitarse, dejé de conversar con Él como lo hacía al principio, aunque siempre me levantaba a las 3 de la madrugada orar, sin embargo, algo se iba apagando.

Un día me desesperé y le dije: -Señor, ¿esto es todo lo que hay en tus caminos?.Ya me sé de memoria cuando se inicia el servicio, cuando oran, cuando predican, cuando cantan, cuando dicen adiós a la reunion.   Conozco todo el orden de las cosas. ¿Eso es todo, Señor?.   Desesperada lloraba y le decia:  -Yo te entregué mi vida, soy una persona joven, y me vas a decir que debo vivir en esta vida tan monótona, cuando tu sabes que soy una persona tan dinamica. ¿Esto es todo Señor?

Lloraba desesperada porque creía que esa era la vida a la que tenía que amoldarme por el resto de mis años.  Sin embargo, dentro de mí, sabia que no era asi, asi que le dije: -Voy a ayunar tres dias y tres noches porque necesito una respuesta-. En ese tiempo saqué vacaciones en mi trabajo y estuve con el Libro de Hechos de los Apóstoles abierto, y solo le decia:  ¿Dónde está esto que leo en tu Palabra? dónde está esa vida que aquí dicen que tenía tu iglesia-. Mi pregunta para Él era: ¿Dónde, dónde. Dónde está esto hoy?

El Señor permitió que un hermano psicólogo  de la misma  iglesia, muy cercano a mi, y  conociendo mi hambre por Dios, un día me dijo:
-Rossi, conocí un lugar donde solo oran y ayunan, creo que ahí tú te sentirías muy bien, por qué no vas-.  Y añadió: -A mí no me gustó, porque son dominicanos y muy serios, las reuniones las hacen en la casa, pero puede que a ti te guste el lugar-.

Me dio el numero telefónico de una persona allegada a ese ministerio, ella me dio la dirección, asi que fui y cuando llegue al lugar, era como si todo mi ser se diera cuenta que estaba en el lugar indicado.
LLEGANDO AL LUGAR QUE DARIA A MI VIDA LA UBICACION QUE TANTO ANHELABA.

La persona que estaba predicando en la vigilia a la que llegué, estaba hablando sobre el tema  “quién es un siervo de Dios”,  a la luz de la vida de José en el libro de Génesis, hasta el día de hoy 34 años después, tengo todo el bosquejo y el tema que ese varón predicó incrustado en mi espíritu, lo tengo claro, fresco en mi espíritu como una marca de lo que es el llamado de Dios en una persona, y las diferentes circunstancias por las que debe atravesar para su madurez y ser apto para el propósito elegido por Dios para él o ella.

Ese día se inició otra etapa en mi vida y yo estaba lista para iniciarla en Él.  Hoy se que fue el inicio de mi destino profético en Dios que cambiaría por completo toda la forma de ver el propósito de Dios en su Misericordia conmigo.  Era Abril de 1981. 

Hablé con las autoridades de la iglesia donde asistía y les explique que sentía en mi corazón que debia unirme a ese grupo que había conocido, por supuesto, como todo buen pastor, y toda buena iglesia,  trataron de disuadirme y que pesara más mi decisión.    Sin embargo, en mi corazón estaba tan segura que ese era mi lugar, que nada ni nadie podia decirme lo contrario, por lo cual con toda educación les dije, que les agradecía su interés en mi persona, sin embargo, iba a seguir la dirección que recibía en mi corazón, de parte del Señor.

Después de hablar con las autoridades y poner en orden esa parte anterior de mi vida cristiana, hable con los dirigentes de esa nueva organización y recuerdo que el dirigente principal, cuando le hable de mi deseo de unirme a su ministerio, lo primero que me dijo muy serio  fue:   -Hermana, péselo muy bien, porque yo no le ofrezco nada a nadie;  lo unico que yo le ofrezco a la gente que se une a mi ministerio es enseñarle a conocer el corazón de Dios, nada más-. Yo le dije enseguida: -Hermano, eso es lo que ando buscando.

En este ministerio, la base era la oración y la Palabra.  Todos los Viernes había vigilia de 10 de la noche a 6 de la mañana, sin parar, sin tomar café, sin que lo dirigieran a uno, sino que uno era quien debía estar ahí, en la Presencia del Dios único, y lo  que le decían era -ore por las naciones, deje que el Espiritu Santo lo guíe y le indique cómo orar.  No me perdía una sola vigilia.

La primera tarea que me dejo el dirigente principal fue:  -Ore una hora en lenguas y adore al Señor 5 minutos y luego me comparte lo que comience a experimentar-. 

Recuerdo que ponía mi reloj para orar exactamente una hora.  Nunca me imagine cuánta lucha había en mi mente hasta que me dejaron esta tarea.  Ya que mi mente estaba acostumbrada a correr a millones.  Adorar por 5 minutos, se volvió una hora, dos horas, porque encontraba tanto deleite en adorar al Señor que el tiempo pasaba demasiado rápido y sigue pasando hasta el dia de hoy.

Algo que aconteció seguido fue que de pronto en mi trabajo el Señor me hablaba y me decía:  -Acércate a esa persona y dile esto, esto, esto-. Comencé a ver al Señor fluir a través de mi en ciencia, mostrándome lo oculto de los corazones, las cosas malas que estaban haciendo, e inclusive me mostraba el Señor las consecuencias que vendrían si no se arrepentían.  Todo eso era nuevo para mi.  Ver al Señor hablando, sanando, ministrando a la gente acorde a lo que tenían en su corazón.  Por supuesto, que siempre le compartía a mi autoridad y el me decía, ¡eso es lo que yo estaba buscando al pedirle que orara una hora en lenguas y adorara al Señor 5 minutos!  Que usted se encontrara con Él y Él con usted-.

En mis fines de semana, mi autoridad junto a los otros discípulos que entrenaba, nos llevabaa donde él tenía que predicar, o enseñar y recuerdo que una de las cosas que nos decía (todavía lo dice) es, que él no nos llevaba de paseo, nos llevaba para que nosotros le prestáramos nuestro espíritu al Espíritu Santo.  Para mí ese lenguaje era todo extraño y se me hacía una gran confusión en mi mente.  Pero ahí iba y me mantenía orando en lenguas.  Cuando el Señor nos mostraba algo, debíamos compartir y viendo como los discípulos mas adelantados lo hacían, iba aprendiendo poco a poco.

Recuerdo que mi autoridad principal, después nos reunía y nos decía lo que estuvo bueno.  Nos llamaba la atención por lo que hicimos malo y nos reprendía por las cosas que conociendo ya, no poníamos por práctica a la hora de ministrar. Ese período fue un tiempo de preparación para la siguiente etapa en la que el Señor estaba listo para introducirme.

MI LLAMADO AL MINISTERIO A TIEMPO COMPLETO

Ocurrió en 1983, un día que me disponía a ir a trabajar en bienes raíces y estando cerca de cerrar una venta millonaria, de pronto literalmente oí a una persona, llorando dentro de mi.  Me asuste tanto, que llamé a mi autoridad y lo que él me dijo fue: -Hermana Rossi, usted esta atrasada 6 meses de su decisión de estar en el ministerio a tiempo completo, yo no le he dicho nada, porque este asunto de servir al Señor a tiempo completo es muy serio, y tiene que ser un llamado directo de Él con cada persona-. 

Yo sabía que él estaba en lo cierto, porque ya el Señor me había hablado a mi desde 1981 de que ese sería mi último trabajo material. Sin embargo, yo había argüido con Él diciéndole: -Señor, hasta que yo no tenga una buena cantidad asegurada en el banco, no voy a dejar de trabajar-, porque veía que los pastores vivían del diezmo, además de que mi autoridad principal en algunos momentos no la pasaba muy bien económicamente y eso me asustaba un poco-.

Cuando terminé de hablar con mi autoridad,volví a mi habitación y arrodillándome le dijeal Señor:-heme aqui.  No entiendo mucho, pero te entrego todo lo que soy-.Inmediatamenteen mi espíritu fui llevada al cielo. Vi cuando llegué a un lugar, y un ángel me recibió y me hizo señas para que lo siguiera.  Me llevó a un lugar donde estaba el Señor y sin hablar el Señor miró al ángel y caminaron a otro lugar.  En ese lugar habían archivos grandes,el ángel se acercó a un archivo y sacó una carpeta, la abrió y se la entregó al Señor. El Señor se acercó a mí y me mostró los papeles que estaban dentro de esa carpeta.   En la misma estabandescritos todos mis  trabajos seculares, vi también escritos los nombres de mis jefes, las fechas de entrada en esos trabajos y las fechas de salida.  Todo mi curriculum profesional estaba ahí.

Cuando terminé de leer, el Señor cerró la carpeta y se la dio al ángel quien la puso en el archivo; nuevamente el Señor me miró fijo a mis ojos y me dijo:  -Las horas que tú trabajabas para un jefe particular, ahora las trabajarás para mi, y tu trabajo será Biblia, oración y ayuno-.

Desde ese momento renucié a mi labor como corredora de bienes raíces, y me dediqué a leer la Biblia, orar y ayunar.  El Señor me llamó en ese tiempo, a hacer ayunos, de 7 días, 21 días, 40 días y amado lector puedo decirte que fue uno de los tiempos mas difíciles de mi vida. Solo por su gracia y su misericordia y la paciencia de mi autoridad puedo hoy compartir con usted como sobreviviente a esa etapa.

Recuerdo que aparte de mi trabajo espiritualen el Centro de Entrenamiento, las labores que me tocaban aparte de orar, ayunar y estudiar la Biblia erala de lavar ropa de algunas de las personas que vivían en el Centro, limpiar la casa, limpiar los baños, hacer compras en los mercados.Con el tiempo entendí que todo eso fue parte del quebrantamiento para mi orgullo y autosuficiencia más alláde las palabras que se puedan expresar.

Un día lloraba en la madrugada delante del Señor, porque en el Centro de Entrenamiento, todo lo que había ahí, y se recibía era muy poco y éramos varios. En esos días, no habia mucho que comer. Habia pasado comiendo solo plátano verde por una semana, porque era lo único que había. Esa madrugada recuerdo que lloraba y le decia al Señor: -Tú me sacaste de mi trabajo secular donde ganaba muy bien y tú lo sabes y todo el dinero lo usaba para mi y lo que yo quisiera.  Aqui estoy con hambre y tengo ya dos días que no hay suficiente para comer y tu no envías a nadie con un plato de comida.  Estoy con hambre y cansada de que no me respondas, tengo hambre-.  En eso, vi al Señor que se acercó a mi en la habitación y me dijo: -Rossi ¡Cállate! Le contesté, ¡Señor, no me voy a callar, explícame qué es lo que pasa! De nuevo me dijo el Señor: ¡Cállate, y te voy explicarte-. Respondí molesta: -Sí explícame porque no lo entiendo-. Él me dijo: -Rossi, te estoy permitiendo pasar por esta situación porque se llegó el tiempo, en el que los que predican mi Palabra, vivan mi Palabra.  Porque es muy fácil decir, “se tener escasez y se tener abundancia” porque lo dijo el apóstol Pablo sin ellos haberlo vivido.  Por esta causa yo voy a quitar a los profesionales del púlpito que predican mi Palabra sin haberla vivido, por eso es que te estoy permitiendo pasar por esto-.

Al escuchar sus palabras y lo que Él me explicó, caí de rodillas y le dije: -Señor, si es para predicar tu Palabra desde la vivencia, esto y mas, perdoname por mi actitud-.
EL DESARROLLO DEL MINISTERIO

Desde 1981, hasta 1986fueron tiempos de estar en el horno de Dios, para que Él quebrantara mucho de lo que ahora entiendo.  Ese tiempo solo fue el primer nivel del proceso que hasta ahora ha tomado 36 años en las manos del maravilloso alfarero, que conoce exáctamente cómo es que quiere vernos en su Presencia cuando nos llama.

En el 1984 recibí mi graduación del Centro de Capacitación Ministerial, y mis credenciales como ministra ordenada después de tres años de estudios teológicos sistemáticos. En el día de la graduación, entre los ministros invitados estaba la profetisa y supervisora del concilio Defensores de la Fe, Alicia Madrigal, la cual tuvo una visión en la que me veía con una vara de pastor de ovejas en la mano derecha, y el Señor me dijo a través de ella: -Mi sierva, no es el hombre que te unge, soy yo, que te unjo y serás mi pastora-.

Esto sucedió seis años después. Mientras se acercaba ese cumplimientoel Señor me permitió ministrar evangelísticamente en zonas Rurales de mi país.  Estuve ministrando en lugares donde lo único que había era lo que llamaban burro carril para ir a predicar a zonas muy alejadas; en ocasiones pasábamos por lugares que solo el burro arrastrando la carreta podía pasar, y veía el abismo debajo de nosotros lo que me encogía el corazón;prediqué en diversos lugares tales como Puntarenas, Guanacaste, Palmar Norte, la Zona Sur, y Coto 47, San Carlos, Liberia, San Isidro de el General,Golfito, además de muchos otros lugares, donde vi su mano maravillosa en milagros y señales, liberaciones de endemoniados, cientos y miles recibiendo el bautismo en el Espíritu Santo.  Era el inicio de una etapa que me estaba preparándo para la seguiente. Jamás el Dios del cielo, te pone a pelear con Goliat, si primero no tienes la experiencia de haber matado al león.

Recuerdo que estando mi autoridad principal de misión en México donde el Señor le envió; en esa ocasión quedé a cargo del ministerio durante su estadía en México, al mes él llamó para darme algunas instrucciones. Mientras conversaba conmigo por teléfono de pronto le escuché llamar a la esposa del ministro Manuel Mata en Cohauila Mexico, Elizabeth Mata, y le dijo: -¡hermana Elizabeth quiero que se conozcan usted y mi discípula aunque sea por teléfono!-, en el momento en que ella comenzó a hablar conmigo el Señor me mostró muchas cosas personales de su vida, incluido su origen del medio oriente, por lo que ella en ese mismo momento le dijo a su esposo que quería que yo estuviera en la congregación, porque le compartí acerca de cosas que estaban sudediendo en la iglesia, por eso le comentó a su esposo que creía que yo debía estar allá en la iglesia.

Al pasar el teléfono de nuevo a mi autoridad éste me comunicó lo que había sugerido la esposa del pastor Mata, recuerdo que lo primero que revise fue mi pasaporte mientras platicaba con el Señor: -Señor mi pasaporte está vencido y ni siquiera tengo dinero para renovarlo, mucho menos pensar en el pasaje aereo-. En ese momento, el Señor con la dulzura que siempre le ha caracterizado, me habló diciéndome: -Rossi, tu tienes dinero para eso.  Llama al Banco Popular (ese es el banco de los trabajadores de mi país, donde cada mes, le retienen a uno un monto de dineromientras trabaja en lo secular), a lo cual obedecí y le pregunté a la persona que me contestó después de darle toda mi informacion personal:-disculpe, ¿todavía tengo algo de dinero en mi cuenta?-. Muy amablemente me dijo, -sí tiene tanto-. Le pregunté:¿y cuándo puedo pasar a retirarlos?  Ahora mismo si gusta-, me dijo él.

Mi emoción fue fuertísima, porque eso era un milagro, porque aunque el dinero fuera de uno, había que esperar mucho tiempo para que se lo entregaran.

En ese momento me acordé de algo muy importante para mí, y le dije al Señor: -Tú me envías a predicar a otras personas fuera de mi país, y ni siquiera me has dado a mis padres para que conozcan de ti-. Dame aunque sea uno de ellos antes de este viaje-.A la semana siguiente sorpresivamente mi padre llegó a las oficinas del ministerio y le pregunté soprendida. -¡papi, qué sopresa verlo por acá, a qué vienes-, su respuesta fue arrodillarse delante de mí y decirme, -hija, vengo porque quiero conocer al Cristo que tú predicas-. Para mí fue impactante ver a mi padre de rodillas derramando lágrimas en abundancia. ¡Dios el Padre y Jesucristo su Hijo respondieron mi interrogante antes de salir de Costa Rica!

A partir de ese momento arregle mi pasaporte y luego unos días después, una persona vino y me dijo: -Hermana el Señor me ha dicho que usted tiene un viaje a México y que yo le debo dar el pasaje-, a lo cual le respondí, -¡Amén, amén! porque solo estoy esperando el tiquete para irme-.Otra persona me proveyó ropa nueva y así, comencé mi primer viaje fuera de mi país, con la provisión que solo el Señor sabe dar.

El 31 de diciembre del 1986, mientras oraba esperando el año nuevo, fui arrebatada en mi espíritu por el Espíritu Santo, que me llevó a ciertas regiones del noroeste de mi país y escuché al Señor decirme:
-estudia Sotereología porque tengo un llamado evangelístico para ti-. Cuando le compartí esta experiencia a mi autoridad pastoral él me dijo: -Ok, si Dios lo dijo vamos a ver los resultados-, y envió al coordinador del ministerio a la zona norte de Costa Rica para que me organizara activiades al aire libre. Por tanto, los primeros 3 meses del 1987 me dediqué a realizar campañas evangelísticas en Golfito y Palmar Norte, San Vito de Garabito.  Finalizando el1987, el Señor me llevó a Panamá; a mediados de dicho añocomencé a recibir sueños y visiones muy insistentes, en los que me veía viajando por Avensa (pero yo no sabía de qué país era esa línea aerea), de modo que cuando comparti con mi autoridad y le pregunté que qué significaba Avensa, él me dijo, -esa es la aerolinea venezolana. Eso quiere decir que su próximo viaje es para Venezuela, manténgase orando y esperando el tiempo de Él-.

Al entrar el año 1988 mi autoridad principal recibió una invitacion de esa nación, y él me dijo: -Yo entiendo que es el tiempo de Dios para que usted nos acompañe-, aunque él me pidió que fuera con él, junto a otro miembro del equipo; sin embargo, cuando todo estaba listo, el otro discípulo no se sintió seguro y rectificó diciendo que no iba a ir. Mi autoridad principal se fue solo porque tampoco yo quise ir, porque decía dentro de mí: -¿Que van a pensar de mí si llego sola con un hombre que no es mi esposo?  Así que me quedé, fuimos al aeropuerto a despedirlo. Pero en la noche, literalmente sentía que iba a morir. Había una presión tan enorme dentro de mi pecho que me impedia respirar, y orando por ese ataque, le pregunté al Señor que qué era eso: En ese mismo instante escuché claramente la voz del Espiritu Santo que me dijo de parte del Señor: -Mi sierva me has fallado a mí, porque le has tenido más miedo a lo que los hombres piensen de ti.

Comence a llorar pidiendo perdón, y pidiendo otra oportunidad al Espíritu Santo, y esa presión desapareció de mi pecho, e inmediatamente le dije, -cuando tenga el pasaje me voy-.  Lo que sucedio a los pocos días de manera sobrenatural.

Estando en Venezuela y cuando se llegó el tiempo de volver a Costa Rica, en mi espíritu no sentia la seguridad de retornar por lo que tomé un día para ayunar y orar, pues sentía algo extraño en cuanto a salir de Venezuela.  Mientras ayunaba y oraba, tuve una visión en la que vi a una anciana delgada, con trenzas en su cabello que se acercó a mí, y me dijo muy claramente -Yo tengo un avivamiento para esta nación, y tú eres parte de ese avivamiento, debes quedarte un tiempo más aquí-.  Luego recibí en mi corazón que el tiempo que debía permanecer allí era por un período de un año.

Es tanto lo que tengo que hablar de ese año y de los hijos ministeriales y las obras que se levantaron allí que creo que será un tema aparte en otro momento.

Al volver de Venezuela, en los finales del año 1989;mientras retornaba hacia Costa Rica estando en el avión escuché claramente la voz del Señor diciéndome: -Tú próxima misión será en Nicaragua-, por lo que le pregunté¿y cómo voy a llegar allá?Él me dijo:  -Irás por medio de INDEF-, Indef (Instituto de Evangelismo a Fondo) es una extension de la asociación de Billy Graham en Costa Rica

A los meses de retornar de Venezuela, me encontraba orando en una madrugada, y recuerdo que el Señor me llevó en el espíritu a Nicaragua, y me vi en el Mercado de las Pulgas de ese país,en esa misma ocasión también se me mostró llegando a Guatemala, lo curioso fue que en la visón sabía que en Guatemala me encontraba hospedada cerca de una fortaleza militar. Para mí fue sorperendente poder caminar por el Mercado de pulgas en Nicaragua; posteriormente cuando llegué a Guatemala, ¡La Fortaleza militar que vi, era un puesto del ejército, y se encontraba a una cuadra de donde me hospedaron!

La invitación para ministrar en Nicaragua llegó por una llamada del pastor Edgar Chacón que estaba organizando una actividad para Indef en ese país; él llamó a la sede del ministerio de mi autoridad y le dijo que tenia un inconveniente en el programa, y añadió que le hacía falta una hermana que ministrara en Nicaragua, y él le contestó: -¡Yo tengo a esa sierva en el ministerio!-.  Así con su cobertura salí a dicha nación donde estuve durante todo un mes. A principios de 1990, me vino una invitacion para estar en Guatemala, donde estuve por tres meses ministrando por diferentes partes del pais y en la capital. Estando en Guatemala recibí palabras proféticas en Ciencia acerca de la proximidad de mi matrimonio, diferentes profetisas me hablaron sin conocerme, esa es otra historia.

Al volver de Guatemala a Costa Rica, un pastor conocido que nos visitaba en las oficinas del ministerio, yme compartió la idea de abrir una nueva obra; como él acostumbraba a invitarme a compartir la palabra en su congregación le ofrecí el apoyo de mi ministerio por si él quería abrir otra iglesia aparte de la que ya él pastoreaba, a lo que él me dijo, que conocía un lugar donde no había ninguna iglesia (mi autoridad desde el principio nos recomienda no levantar obras donde ya hay), cuando el pastor me comentó que no había ninguna iglesia allí, y que creía que ahí se podía trabajar. En seguida le respondí: -Yo le ayudo-, pero el se apresuró a decirme: -eso sí, pero no es para mí, sino para que usted la pastoree-. Yo le respondí que no podía asumir ese compromiso porque tenia muchas invitaciones en diferentes Iglesias y fuera del país, que por esa razon, no podía estar al frente.  El me dijo: -Yo se la atiendo, no hay problema.  Yo la ayudo.  Lo cual hizo con mucho amor y respeto.

Con esa inquietud, fui a conocer el lugar con él, y luego volvísola en otra ocasión y en esa segunda vez percibí una confirmacion muy fuerte. Sin embargo, no contenta con eso, invite a dos discípulos del ministerio uno  que era evangelista, y profeta y el otro pastor y profeta sin decirles nada, porque quería ver qué impresión percibían ellos en su espíritu.  Cuando entramos al lugar, uno de ellos me dijo: -¡Oye, mujer, para que nos traes aquí, porque yo estoy sintiendo desde que entré a este sitió una unción muy fuerte!  A lo que le respondí: -Esa era mi señal al Señor, para empezar una obra aquí-.

Cuando comencé la obra en el lugar de Santiago del Monte, de San Diego de Tres Rios, aunque era costarricense, no había tenido la experiencia de conocer un sitio así, allí vivia mucha gente honrada, humilde, trabajadora; sin embargo, también vivía gente que había hecho de ese lugar, un territorio para el tráfico de drogas, escondite de criminales buscados por la policía y había mucho robo en toda la zona, a tal punto que las autoridades no querian entrar ahí; mucho menos los que ofrecían servicios publicos de transporte.

El lugar tenía fama de ser malo, que con solo mencionar el nombre, la gente no quería saber de ese sitio.  Recuerdo, que un día de reunión en la fraternidad de ministerios en San Jose, Costa Rica donde asistía prácticamente todos los lunes, cuando estaba en el país, un pastor que conocía el área, me dijo: -Hermana, ahí donde usted ha entrado, han querido levantar Iglesias siete diferentes organizaciones y ninguna ha podido.  A todas las han echado a pedradas.  A unos les han robado los equipo de sonidos, dañado las carpas que han puesto y los corren y usted va a ser la número ocho que va a tener que salir de ese lugar-.

Cuando terminó de hablar yo le dije: -Hermano, a mí me envió el Señor a ese lugar y yo no voy a salir, ni a mí me van a echar de ahí-, pasados los dos años, él fue quien construyó el techo del local porque además de pastor él era soldador muy fino.  Veinticinco años después, sé que fue el Señor que me dirigió a esa zona.

Por la gracia del Señor, la iglesia tiene de estar establecida desde finales de1990 en ese lugar. El Señor me dio un terreno sin dinero y sin gente, y como el que llama y envía, fue, es y será la Fuente de nuestra provision.

En el 1992, a los dos años de estar pastoreando recibí mi primer invitación a la Isla de Puerto Rico; por primera vez fui a la embajada americana por la visa, la cual me concedieron por diez años, llena de gozo y asombro le pregunté al Señor: ¿Por qué me la dieron por diez años si es la primera vez que la solicito? Su respuesta fue: -Porque ha llegado el tiempo para tu ministerio en Estados Unidos-.

En el año 2002 durante una de las ministraciones del Espíritu de Cristo, uno de nuestros jóvenes discípulos, tuvo una experiencia con el Señor al caer postrado bajo su poder; duró cerca de una hora en el suelo, y cuando se levantó nos testificó la visión que tuvo mientras estaba en el suelo, el siguiente es su testimonio: -hermana Rossi, yo la vi a usted, predicando en ingles en Estados Unidos, y veía cómo el Señor hacía milagros y prodigios mientras usted iba predicando-.

Durante cerca de diez años, el Señor me había estado hablado a mí personalmente de que mi autoridad espiritual sería mi esposo, a lo cual yo me oponía pues lo respetaba y sigo respetándolo demasiado; sin embargo, al yo mantener mis dudas en secreto acerca de lo imposible de tal acontecimiento, el Señor comenzó a confirmarme por diferentes profetas y profetisas, de que ciertamente él era mi esposo. Profetas y profetisas de países como Chicago, Panamá, Guatemala, Venezuela, fueron llevados a Costa Rica para hablarme de manera exclusiva acerca de mi matrimonio con él.  Finalmente en 1993, el 20 de noviembre, contraje matrimonio con quien habia sido y sigue siendo mi autoridad principal. Esto produjo un cambio para mí, porque ademas de ministro de la Palabra, ahora empezaba a ser esposa de un ministro también.

Como mi esposo formó parte de la junta directiva de la Fraternidad de Ministerios de Costa Rica por cinco años consecutivos, el Señor me permitio iniciar la Fraternidad de Esposas de Ministros en Costa Rica, en la que estuve al frente por espacio de dos años, siendo una enriquecedora experiencia para mi vida.

A partir de 1993, segui pastoreando, y viajando a diferentes naciones, otra vez Puerto Rico, Salvador, diferentes estados de los Estados Unidos en algunas ocasiones sola; y después del matrimonio junto a mi esposo; ambos hemos viajado a Argentina, Panama, Nicaragua, Salvador, varios estados de la Unión Americana, incluidos España, Francia en Europa.

 Desde 2006 vivimos en Estados Unidos con residencia permanente; porque en el 2004 mi esposo tuvo una visión en la que veía al Señor parado delante de él diciéndole: -¡Ahora irás a Sacramento!-. Misma palabra que le confirmó un año después en nuestro segundo viaje a España en el mes de junio del 2005; esto fue a través de un profeta que nunca nos había visto, el cual le dijo a mi esposo: -¡Dice el Señor que tienes que ir a Sacramento!-. Desde ese momento estando en España, mi esposo y yo tomamos la determinación de visitar Sacramento por tres meses para saber qué era lo que el Señor quería de nosotros, de modo que en espíritu de obediencia desde el año 2006,permanecemos aquí.

Al presente tenemos 10 años en esta nación trabajando tanto con pastores anglo-americanos como con pastores hispanos, lo que ha sido una magnifica oportunidad para seguir gustando del bien y la Misericordia que nos seguirán todos los días de nuestra vida como Él nos lo promete.  La verdad es, que no tengo palabras para darle la Gloria, la Honra y la Alabanza, al dueño de nuestras vidas: A Elohim, mi gran amor.



Dr. Rossi Arguedas Mercedes


Quiénes somos

Quiénes  somos

Antes  de  introducirles  a  la  declaración  testimonial  de  nuestra razón  de  ser;  y  debido  a  que  mi  amada  esposa  me  hizo  la  observación  de  que  lo  que  estamos  escribiendo  es  “muy  largo”, intenté  hacerle  caso  (como  hago  en  un  noventa y  ocho  por  ciento);  por  lo  que  mientras  meditaba  en  cómo  acortar  y  minimizar  en  esencia  gramatical  nuestras  autobiografías  personales  y  espirituales;  y  mientras  pensaba  en  cómo  hacer  el  trabajo  más  reducido,  comenzaron  a  caer  dentro  de  mi  espíritu  vislumbres  del  Dios  que  en  determinadas  ocasiones  fue  amplio  en  introducir  a  ciertos  hombres  específicos  en  su  plan  y propósito;  por  ejemplo,  a hombres  como  Abraham  del  cual  podemos  leer  en  cerca  de  trece  largos  capítulos  desde  su  llamamiento  hasta  su  muerte;  otro  de  quien  leemos  lo  suficiente  es  Moisés,  a  quien  desde  su  nacimiento  incluido  su  llamamiento  y  toda  su  labor  ministerial,  hasta  su  muerte,  lo  involucra  en  la  labor  de  escribir  los  primeros  más  determinantes  libros  de  la  Biblia;  leyendo  de  Samuel,  nos  damos  cuenta  que  se  relata  con  lujo  de  detalles  el  cómo  vino  al  mundo,  y  tiene  dos  libros  con  su  nombre  donde  entre  otras  cosas  se  nos  habla  de  él  desde  antes  de  nacer  hasta  su  muerte;  y  ni  qué  decir  de  David  el  pastorcito,  adorador,  luchador  y  vencedor,  rey  profeta  y  cantor.

Mas,  aún,  si  observamos  la  forma  en  que  se  dedicó  a  trazar  la  venida  de  su  Hijo  al  mundo,  período  que  le  duró  cuatro  mil  años;  y  no  conforme  con  eso,  el  día  de  la  graduación  de  su  Siervo  ante  los  hombres:  Da  testimonio  público  de  Él  desde  el  cielo  diciendo:  «…Este  es  mi  Hijo  amado,  en  quien  tengo  complacencia».  [Mateo  3:17].  Consciente  de  las  largas  genealogías  que  se  escribieron  para  demostrar  que  Jesús  era  el  correcto  Mesías;  considero  que  la  “larga”  referencia  acerca  de  quiénes  somos,  ¡No  la  considero  “larga”!

Después  de  este  breve  currículum  del  Dios  de  diseños  al  cual  me  gusta  imitar  en  todo  lo  que  me  haga  parecerme  a  Él,  sobre  todo  sabiendo  que  la  exhortación  del  Maestro  es:  «Sed,  pues,  vosotros  perfectos,  como  vuestro  Padre  que  está  en  los  cielos  es  perfecto».  [Mateo  5:48];  mismo  sentir  que  es  avalado  por  el  apóstol  Pablo  que  recomienda: «Sed, pues,  imitadores de  Dios  como  hijos  amados».  [Efesios  5:1].  ¿Me  capta  la  idea  en  todos  mis  escritos?  Prefiero  abundar  en  detalles,  por  esta  razón  doy  inicio  a  nuestra  autobiografía  diciendo  que  en  las manos  del  Espíritu  Santo  mi  esposa  Rossi  Arguedas  y  su  servidor  Luis  Mercedes  Martínez  nos  consideramos  personas  simples  (como  todos  los  siervos  amigos  de  Dios), con  una  identidad  definida  que  nos  hace  saber  conscientemente  lo  importante  que  significa  ser  hijos  del  Padre,  y  Dios  Altísimo;conocedores  de  que  la  única  diferencia  entre  nosotros los  ministros  con  vocación,y  los  demás  hijos  a  los  cuales  servimos  ayudándolos  a  conocer  su  posición  en  el  Cuerpo  de  Cristo  es,  que  sólo  somos  administradores  de  los  asuntos  del  Reino,  y  que  estamos  para  influir  e  inspirar  por  el  Espíritu  Santo,  a  todos  los  que  han  nacido  por  la  palabra  de  verdad  como  hijos  de  Dios.  [Santiago  1:18];  en  esto  consiste  la  única  diferencia  entre  los  demás  y  nosotros,en  que  hemos  sido  llamados  para  ejercer  oficios  que  nos  constituyen  en  mayordomos  en  la  viña  en  la  cual  el  Padre  es  el  viñador  (Labrador);  por  esta  razón,  nuestra  labor  es  realizada  hasta  que  los  demás  herederos  del  poder,  y  los  recursos  del  cielo  los  sepan  administrar.  [Gálatas  4:1-7];  Por  esto,  sabemos  que  somos  escogidos  como  administradores  de  los  misterios  de  Dios.  [1  Corintios  4:1-5];  sabemos  además  que  la  unción  que  se  ha  depositado  en  nuestros  espíritus  es  para  impactar,  activar  y  movilizar  al  Cuerpo  de  Cristo  en  los  continentes,  ya  sea  estando  presentes  o  físicamente  ausentes.  Aunque  presentes  al  movernos  a través  de  la  unción  impartida  a  discípulos  e  hijos;  por  supuesto,  sin  tener  más  alto  concepto  de  nosotros,  sabemos  que  nos  movemos  en  la  condición  de  generales  de  estrategias  para  entrenar  los  ejércitos  celestiales:  como  Dios  ha  hablado  en  diferentes  países  a  los  cuales  hemos  sido  enviados;por  tanto,  somos  instructorespara  entrenar  y  disciplinar  a  los  soldados  de  los  ejércitos  de  Dios  donde  quiera  que  se  encuentren  y  seamos  enviados  a  ellos;procurando  proveer  por  el  Espíritu  de  Dios,  gente  idónea  para  extender  la  proclama  del  evangelio  del  Reino,  en  el  que  cual  se  nos  anuncia  la  vida  y  la  inmortalidad.  [2  Timoteo  2:1-4].Para  esto  trabajamos  con  gente  instruida  a  través  de  aprendizaje,  e  impartición,  gente  que  dé  seguimiento  a  lo  que  escucha,  y  ve  en  la  vida  de  nosotros,  según  las  palabras del  apóstol  Pablo,  que  exhorta  diciendo:  «Lo  que  aprendisteis  y  recibisteis  y  oísteis  y  visteis  en  mí,  esto  haced;  y  el  Dios  de  paz  estará  con  vosotros».  [Filipenses  4:9].

Entendemos  que  desde  el  momento  en  que  Dios  decide  revelarse  a  nosotros  para  que  seamos  hechos  (formados);  hasta  que  todos  lleguemos  a  obtener  la  fe  de  obrar  delante  de  Dios  el  Padre  con  el  conocimiento  y  convicción  que  demostró  su  Hijo,  siendo  que  es  la  imagen  de  Carácter  y  los  Atributos  deÉl  que  deben  verse  en  nosotros,  por  cuantofuimos  predestinados  para  pertenecer  a  la  Iglesia  y  conquistar  su  conducta.  [Efesios  1:4  y  Romanos  8:29];estando  conscientes  de  que  desde  el  momento  en  que  recibimos  a  Jesucristo  como  Salvador  personal,todos  somos  trasladados  a  su  Reino como  nos  lo  enseña  Colosenses  1:13; millones  de  creyentes  ignoran  que  ¡Todos  vivimos  bajo  el  régimen  del  Espíritu![Romanos  7:5-6].  Entre  las  definiciones  que  nos  describen  la  palabra  régimen,  encontramos  la  que  define  una  forma  de  gobierno,  lo  cual  es  correcto  en  cuanto  a  la  Persona  del  Espíritu  Santo  se  refiere,  por  cuanto  Él  fue  constituido  en  el  Administrador  y  Gobernador  del  Reino  de  los  cielos  representado  por  la  iglesia  en  los  continentes.  Ignorar  esto,  impide  que  cientos  de  miles  de  creyentes  (inclusive  millones),  solo  asocien  al  Espíritu  Santo  con  dones,  y  anhelan  sus  dones  lo  cual  es  bíblico  a  la  luz  de  1  Corintios  14:12,  sin  embargo,  yendo  un  poco  más  allá,  debiéramos  anhelar  conocerle,  relacionarnos  más  con  Él  como  Persona  que  como  simple  proveedor  de  Atributos  que  exaltan  a  Cristo  lo  cual  es  parte  de  su  misión;  mas,  para  poder  andar  según  sus  normas  saludables,  necesitamos  dos  cosas  importantísimas: 1).  Conocer  sus  reglas  de  vida  en  Dios  mediante  el  conocimiento  de  la  Palabra  inspirada  por  Él.  2).  Cultivar  una  vida  de  comunión,  compañerismo  e  intimidad,  lo  cual  nos  habla  de  relación  cercana;  pues  sabemos  conscientemente  que  el  único  que  puede  confirmar  lo  que  decimos  que  somos  es  el  Espíritu  Santo,  porque  así  está  establecido,  que  Él  es  quien  da  testimonio  de  que  somos  hijos  de  Dios,  antes  que  ministros  u  obreros  operando  en  x  ministerios.  [Romanos  8:14]

Conociendo  la  diversidad  de  Dios,  puedo  decir  que  durante  mis  años  de  ministerio,  jamás  he  conocido  entre  los  millones  de  creyentes  dos  testimonios  de salvación  idénticos;  ni  llamamientos iguales,  por  cuanto  nuestro  Padre  y  Dioses  el  autor  de  la  multidiversidad  en  su  Reino,  y  a  determinado  usar  a  la  iglesia  como  notificadora  al  reino  de  las  tinieblas,  somos  totalmente  conscientes  de  esto,  que  hemos  sido  trasladados  al  Reino:  «…  para  que  la  multiforme  sabiduría  de  Dios  sea  ahora  dada  a  conocer  por  medio  de  la  iglesia  a  los  principados  y  potestades  en  los  lugares  celestiales,  conforme  al  propósito eterno  que  hizo  en  Cristo  Jesús  Señor  nuestro».  [Efesios  3:10-11].

Por  esa  razón  es  que  en  estos  cincuenta  y  dos  años  de  ministerio  he escuchado  cientos  de  miles  de  testimonios  de  cómo  personas  vinieron  al  Señor,  ¡Y  en  esencia  ninguno  es  el  mismo!  Cada  uno  de  nosotros  tuvo  un  encuentro  sobrenatural,  por  no  decir  poco  común.  Por  esta  razón  comparto  la  forma  en  que  biológica  y  horizontalmente  nací  en  República  Dominicana  un  3  de  febrero  de  1945  a  las  doce  del  mediodía.  Nací  en  Santo  domingo  la  capital  de  la  Isla,mi  padre  era  militar,  borracho  y  promiscuo,  tenía  su  manera  de  amar  proveyendo  cosas  y  con  el  tiempo  entendí  esto;  emocionalmente  nunca  me  pude  sentar  en  sus  piernas,  nunca  le  vi  jugar  con  mis  hermanos,  solo  cuando  estaba  borracho  reía  con  nosotros,  pasada  la  borrachera  volvía  a  ser  el  padre  de  rostro  hosco;  en  todos  mis  años  al  lado  de  él  solo  una  vez  le  escuché  decirme:  -“estudia  electrónica  porque  esa  será  la  ciencia  el  futuro”-,  ¿Cómo  lo  sabía?  No  sé,  solo  en  esa  ocasión  le  escuché  hablarme  del  futuro,  sin  embargo  jamás  me  preparó  para  la  vida,  recibí  muy  poco  estímulo  de  él  como  padre,  fuera  de  esa  ocasión  nunca  más  me  volvió  decir  nada,  mucho  menos  que yo  debía  tener  escuela  o  una  profesión;  recuerdo  quecuando  yo  tenía  seis  años  intentó  ponerme  en  un  kínder,pero  me  quitó  a  los  dos  meses  porque  no  le  gustaba  que  vinieran  los  compañeritos  a  buscarme  a  la  casa  (a  veces  venían  con  sus  padres),  él  era  muy  poco  amigable  y  siempre  decía:  -yo  como  en  mi  casa,  y  bebo  en  el  río,  yo  solo  confío  en  un  peso  en  el  bolsillo  si  el  bolsillo  no  está  roto-,  así  creció  porque  desde  los  ocho  años  de  edad  quedó  huérfano  de  padre  y  madre,  y  se  crio  solo  en  las  calles,  de  manera  que  al  tenernos  a  nosotros  después,  no  nos  quiso  ver  acompañados  de  nadie  más  que  de  él.  Al  ver  la  actitud  de  mi  papá  el  esposo  de  la  profesora  cuyo  nombre  era  José  Millares,  (nunca  he  podido  olvidar  el  favor  que  me  hizo)  trató  de  convencerlo  de  que  nos  dejara  estudiar  mínimo  en  el  kínder,  pero  mi  papá  no  le  hizo  caso;  sin  embargo,  cuando  mi  papá  se  iba  a  trabajar,  don  José  Millares  me  invitaba  a  estudiar  con  él  en  la  acera  de  su  casa  donde  estaba  el  kínder,  él  me  enseñó  las  vocales,  y  el  alfabeto,  y  me  enseñó  a  conjugar  las  letras,  ¡así  aprendí  a  medio  leer!  A  medida  que  iba  conjugando  los  verbos,  me  convertí  en  mis  tiempos  de  inconverso  en  ferviente  lector  de  las  revistas  de  vaqueros  como  Roy  Roger,  Gene  Autry,  Red  Ryder  y  su  corcel  trueno;  el  Llenero  Solitario,  su  corcel  Plata  y  su  compañero  Zorro,  las  historietas  de  Superman,  la  mujer  maravilla, Tarzán  y  otros  revistas  que  me  dieron  una  panorámica  de  la  vida  norteamericana,  ¡todo  esto  lo  leía  a  escondidas  de  mi  papá  porque  me  rompía  las  revistas  cuando  las  encontrabas!Por  supuesto  que  jamás  le  escuché  decirme:  -cuando  tú  te  cases-,  sus  palabras  especiales  para  mí  eran:  -¡Vas  a  morir  como  comunista,  te  vas  a  pudrir  en  la  cárcel  por  ladrón!-.  Por  esta  sentencia,hasta  el  día  de  hoy  jamás  he  tocado  nada  que  no  me  pertenezca;  Una  de  las  costumbres  que  él  tenía  desde  que  yo  cumplí  los  12  años  de  edad  era,  llevarme  a  los  bares  con  sus  compañeros  policías  (vestidos  de  civil),  y  pedían  whiskies  caros  y  cuando  ya  estaban  bien  borrachos  él  nos  hacía  una  señal  y  uno  a  uno  nos  íbamos  retirando,  y  luego  mi  papá  siempre  iniciaba  una  pelea  para  no  pagar,  esto  provocaba  que  se  armar  un  campo  de  batalla  en  los  bares,  y  él  salía  corriendo,  a  veces  herido;  en  ocasiones  llegaba  la  policía  a  caballo  y  nosotros  nos  escondíamos  en  los  callejones  cercanos,  todo  esto  era  en  las  madrugadas, por  esto  me  acostumbre  a  mantenerme  despierto  hasta  las  tres  de  la  madrugadas  durante  mis  primeros  años  de  juventud;  otra  de  las cosas  que  también  aprendí  de  él  fue  a  invocar  al  diablo,  pues  él  había  hecho  un  pacto  con  el  maligno,  y  aunque  durante  toda  su  vida  tuvo  diferentes  accidentes,  y  en  diferentes  ocasiones  fue  herido  de  balas  por  esto  tenía  marcas  profunda  en  sus  espaldas  y  en  su  pecho,  de  apuñalamientos  pero  aunque  tenía  muchos  enemigos  al  final  murió  en  su  cama  por  vejez.  Mi  mi  padre,  se  consideraba  católico  y  solo  a  esa  religión  me  llevaba;  nunca  supe  que  existían  los  evangélicos  (nunca   conocí  a  un  solo  evangélico  en  todos  mis  años  de  adolescencia  y  juventud)  hasta  que  llegué  a  la  congregación  donde  hice  profesión  de  fe.  De  modo  que  nunca  escuché  o  había  leído  nada  acerca  de  los  evangélicos  hasta  que  a  los  quince  años  me  encontré  un  tratado  que  marcó  mi  vidapara  siempre,  ¡por  supuesto  sin  saber  que  era  evangélico  el  tratado!

Desde  que  tuve  mi  encuentro  con  el  Señor  que  luego  narraré,  comencé  a  orar  por  mi  padre,  y  estando  en  una  reunión  de  oración  mientras  estaba  arrodillado  se  me  acercó  una  profetisa  y  comenzó  a  orar  en  lenguas  espirituales,  de  las  cuales  en  seguida  me  dijo  que  tenía  la  interpretación,  sus  palabras  fueron: -esto  te  dice  el  Señor,  solo  ora  por  tu  padre  y  tu  madre,  yo  te  prometo  cambiar  a  tu  padre-.  ¡Y  él  Señor  cumplió  lo  prometido,  porque  mi  padre  fue  alcanzado  por  el  anunció  del  evangelio  que  yo  le  predicaba  y  durmió  con  su  Señor  por  vejez;  tenía  callos  en  sus  rodillas  de  orar  por:  “su  hijo  misionero”;  Por  el  lado  materno  crecí  lejos  de  ella  porque  mi  padre  nos  separó  desde  los  cinco  años,  llevándonos  a  mi  única  hermana  de  padre  y  madre  y  a  mí  lejos  de  ella,  y  crecimos  teniendo  varias  “mamás”  y  cuatro  hermanos  de  algunas  de  ellas,  de  manera  que  cuando  volví  a  ver  a  mi  madre  yo  tenía  18  años  de  edad, en  ese  tiempo  ella  era  médium  a  la  que  acudía  mucha  gente  a  consultar  a  los  “espíritus  de  los  muertos”;  me  sentí  tan  rechazado  que  no  volví  hasta  un  año  después  a  visitarla  a  pesar  de  que  había  invertido  dos  años  tratando  de  ubicarla.  En  esa  segunda  ocasión  cuando  entré  a  la  casa  donde  ella  vivía  ya  yo  era  creyente,  me  extrañé  de  ver  un  altar  y  docenas  de  personas  sentadas  alrededor  de  la  sala  esperando  consultarla,  sin  embargo,  en  esa  segunda  ocasión  después  de  estar  sentado  junto  a  ella  unos  minutos mirándome  un  poco  inquieta  me  dijo:  -mijito,  vete  porque  no  puedo  trabajar-,  ella  no  entendía  por  qué  ¡No  subían  los  espíritus  sobre  ella!  Finalmente  se  entregó  al  Señor  con  mi  hermana  María  de  Regla  Mercedes  mi  primer  conversa  a  la  que  alcancé  para  el  Señor,  en  la  actualidad  junto  a  su  esposo  Juan  Danilo  Aquino,  pastorean  en  República  Dominicana. 

Ese  es  mi  historial  de  nacimiento  horizontal  y  biológico al  nacer  físicamente  en  una  Isla  del Caribe;  mientras  que  en  lo  espiritual  y  vertical  mi  segundo  y  definitivo  nacimiento  espiritual,  sucedió un  mes de  abril  de  1964.  Como  escribí  anteriormente  hasta  los  diecinueve  años  en  toda  mi  vida  jamás  había  escuchado  una  predica  evangélica  (recuerde  que  crecí  encerrado  entre  cuatro  paredes), por  estas  circunstancias  no  sabía  que  existían  personas  conversas  a  otra  fe  que  no  fuera  la  católica  (era  la  religión  de  mis  padres,  pero  nunca  la  profesé),  yo  solo  salía  cuando  mi  padre  me  mandaba  a  hacer  compras,  por  supuesto  que  antes  de  mi  conversión  no  creía  en  “la  fe  de  mi  papá”,  como  tampoco  creía  en  la  religión  cultita  de  mi  mamá,  pero  Dios  tiene  sus  formas  de  respetar  nuestra  ignorancia,  en  mi  caso,  supuestamente  era  ateo, pero  el  Dios  omnisciente  me  tenía  reservado  y  de  manera  curiosa;  mi  vida  (sin  saberlo),  fue  marcada  por  un  acontecimiento  extraño estando  en  los  años  de  mi  adolescencia  (los  quince);  en  esa  ocasióndespués  de  un  aguacero  torrencial  de  los  que  caracterizan  a  las  islas  del  Caribe,  me  encontré  en  la  calle  un  papel  mojado  y  lleno  de  lodo  por  las  pisadas  de  los  transeúntes,  ese  día  había  estado  lloviendo  bastante,  por  tal  motivo  el  papel  estaba  cubierto  de  lodo,  por  dentro  y  por  fuera  estaba  tan  enlodado  que  por el  barro no  se  veían  las  letras,  excepto  que  curiosamente  solo  entre  salían  estas  palabras:  «Mas  él  herido  fue  por  nuestras,  (lodo  profuso),  el  castigo  (más  lodo  y  al  final),  fue  sobre  él…».  Cuatro  años  después  supe qué  se  trataba  de  un  tratado  evangélico,  pero  esas  palabras  durante  esos  cuatro  años  me  perseguían  de  tal  modo  que  de  tiempo yo  me  preguntaba:  ¿A  qué  se  refería  ese  castigo,  quién  era  ese  “él”?  ¡Ciertamente  la  palabra  de  Dios  es  viva  y  eficaz!  Si  así  no  fuera,  yo  no  estaría  en  sus  caminos,  porque  ni  antes,  ni  después  de  encontrar  ese  tratado,  ¡Jamás  nadie  me  había  hablado  nada  acerca  de  Dios,  ni  me  habló  después,  hasta  mi  encuentro  en  la  cantina,  el  cine  y  luego  en  la  congregación  a  la  que  fui  invitado!  Ni  siquiera  los  sacerdotes  que  visitaban  nuestra  casa  para  consumir  licor  con  mi  padre. 

Por  supuesto  que  aunque  no  “tenía  ninguna  fe”  ¡sí  invocaba  al  diablo!Lo  llamaba  y  le  decía  que  le  iba  a  entregar  mi  alma  si  me  daba  poder,  y  dinero!  Eso  lo  aprendí  de  mi  papá.  ¡Lo  que  es  la  ignorancia!Cuando  cumplí  la edad  de  dieciocho  años,  en  una  madrugada  (3: A.M.),  de  repente  fui  despertado  con  una  certeza  de  que  había  alguien  extraño  en  mi  habitación,  lo  segundo  que  noté  fue  que  la  habitación  estaba  llena  de  una  luz  celeste  muy  brillante  que  salía  de  ese  personaje  extraño  «Y  no  es  maravilla,  porque  el  mismo  Satanás  se  disfraza  como  ángel  de  luz».  [2  Corintios  11:14].  Por  supuesto  que  en  ese  tiempo  yo  no  sabía  esto,por  esa  razón  no  entendía  por  qué  ese  personaje  extraño  atraíapero  a  la  vez  provocaba  miedo  intenso,  esa  persona estaba  parada  al  lado  de  mi  cama,  lo  tercero  que  observe  de ese  personaje  fue  que  al  estar  envuelto  en  su  luz, yo  podía  ver  cómo  esa  su  luz atravesaba  las  paredes  de  la  casa  y  podía  saber  lo  que  sucedía  en  la  calle  y  escuchaba  lo  que  hablaba  la  gente  que  en  esa  hora  pasaba  por  el  frente  de  la  casa  ¡con  el  tiempo  pude  comprender  cómo  no  sólo  mi  madre,  sino  todos  los  médium  y  hechiceros  podían  ver  cosas  y  supuestamente  hablar  de  parte  de  los  que  han  muerto  porque  le  pertenecen  al  diablo,  pues  al  estar  confinados  en  el  Hades son  representados  por  espíritus  ¡si no  han  aceptado  a  Jesucristo!  Todo  esto  lo  entendí  con  los  años,  pero  de  momento  estando  delante  de  Satanás;  Otra  cosa  que  entendí  después  es, que  el  diablo  conoce  de  primera  mano  cuando  Dios  pone  su  mirada  en  ti,  por  ejemplo,  desde  mi  niñez,  y  posteriormente  durante  mis  años  de  juventud,  fui  expuesto  a  diferentes  accidentes;cuando  tenía once  años  introduje  el  talón  izquierdo  de  mi  pie  entre  las  rejillas  de  la  bicicleta  de  mi  papá,  esto  sucedió  justo  frente  a  un  hospital  del  área  donde  vivía,  e  inmediatamente  me  llevaron  a  emergencia  con  el  talón  apenas  sostenido  por  una  ligera  capa  de  piel,  recuerdo  que  mientras  los  médicos  me  estaban  cosiendo  el  talón  (aún  conservo  la  marca),  mi  papá  se  desmayó  al  ver  cómo  yo  me  volvía  a  ver  al  doctor  operándome  junto  con  la  enfermera;  en  otra  ocasión  cuando  tenía  trece  años  se  me  abrió  la  mandíbula  (el maxilar inferior),al  caer  sobre  el  filo  de  una  acera  (todavía  tengo  la  cicatriz),  a  los  dieciséis  años  conduciendo  un  vehículo  mientras  mi  padre  y  sus  amigos  estaban  bien  ebrios  y  me  hablaban  todos  a  la  vez  mientras  huíamos  de  la policía  por  hacer  desordenes  políticos  en  la  calle,  unos  me  decían  -¡dobla  a  la  derecha!-  otros  me  decían,  -¡no  no,  dobla  a  la  izquierda!-,  mientras  mi  papá  que  estaba  sumamente  borracho  me  decía,  -¡sigue  de  frente!-,  en  esos  momentos  en  que  estaba  confundido  me  subí  sobre  la  acera  del  parque  principal  de  la  calle  el  Conde  de  la  capital  dominicana,  como  estaba  manejando sin  licencia  no  querían  que  me  atrapara  la  policía,  de  modo  que  al  escuchar  a  mi  papá  terminé  chocando  de  frente  con  los  asientos  de  madera  del  parque,  al  vehículo  se  le  arrancó  el  bumper  se  estalló  la  llanta  delantera  del  lado  del  conductor  y  así  salí  corriendo  para  que  no  nos  atrapara  la  policía  (el  aro  de  la  llanta  sacaba  chispas);  en  otra  ocasión mi  papá se  enfrentó  a  un  par  de  compañeros  policías estando  todos  bien  borrachos,  mientras  discutían  acaloradamente  acusándose  mutuamente  acerca  de  sus  participaciones  en  atropellos  contra  el  pueblo  frente  a  la  casa  donde  vivíamos  en  la  calle  Ana  Valverde,  en  esa  ocasión  uno  de  mis  hermanos  menores  entró  a  la  casa  y  le  trajo  a  mi  papá  un  puñal  de  doble  filo,  pero  yo  lo  agarré  por  los  dos  filos  pues  mi  papá  quería introducirlo  en  el  vientre  al  “amigo” (el  vecino  del  frente),  al tratar  de  arrebatarle  el  puñal  a  mi  papá  éste  se  escurría  por  mi  mano  y  penetraba  cortándome  la  palma (todavía  tengo  las marcas  en  mis  manos);sin  embargo,  y  a  pesar  de  la  conducta  lasciva  de  mi  padre  nunca  molesté  a  ninguna  joven  con  palabras  ni  insinuaciones  inmorales;  la  razón  de  mi  conducta  se  debía  a  que  durante  mi  adolescencia  y  juventud  fui  testigo  de  tantas  jovencitas  que  fueron  engañadas  por  mi  papá  (de  hecho  mi  madre  me  tuvo  a  la  edad  de  quince  años);  en  el  barrio  donde  vivíamos  conocí  jovencitas  que  murieron  de  enfermedades  que  él  les  transmitió,  otras  al  final  terminaban  en  la  prostitución.  Por  esta  causa  agradezco  al  Dios  único  que  puso  en  mi  corazón  nunca  ser  como  mi  papá.  Me  prometí  a  mí  mismo  jamás  ser  alcohólico,  me  prometí  honrar  a  cada  mujer  sin  hacerle  proposiciones  inmorales, Dios  se  valió  de  ese  medio  para  no  sentirme  atraído  hacia  las  mujeres  prostitutas,  pues  en  cada  mujer  prostituida  me  parecía  ver  a  una  de  las  jovencitas  que  mi  padre  inclinó  a  esa  vida;  de  todos  modos  como  no  tenía  nada  que  ofrecer  a  ninguna  muchacha  en  esos  mis  primeros  años,  tampoco  las  molestaba  con  proposiciones  pues  yo  decía:  -Cuando  yo  tenga  algo  que  presentar  a  una  joven,  entonces  la  busco-,  por  todo  esto,  creo  que  Dios  (aunque  no  le  servía)  me  guardó  casto.  Otra  de  las  cosas  que  veía  hacer  a  mi  papá  era  ponerse  de  acuerdo  con  los  subalternos  policías  (del  ejército  pasó  a  la  policía  nacional),  por  eso  fui  testigo  de  cómo  mientras  le  encomendaban  la  labor de  cuidar  algunas  zonas  residenciales  de  la  capital,  como ellos  sabían  las  que  estaban  solas  ¡Las  robaban  y  luego  se  iban  a  la  casa  nuestra  a  comer  y  beber  hasta  el  amanecer!  Siendo  testigo  de  esto  fue  que  prometí  jamás  tocar  lo  ajeno.  Por  todos  estosacontecimientos  y  otras  circunstancias  y  por  la  forma  en  que  fui  liberado  por  el  Señor  ¡Sin  yo  conocerle!  Entiendo  que  le  dieron  al  diablo  pistas  para  deducir  que  Dios  me  tenía  en  su  nómina  ¡Aleluya!

Por  lo  que  considero  que  en  parte  mi  experiencia  de  esa  madrugada,  con  el  diablo  se  debía  a  que  él  quiso  adelantarse  a  Dios.  Mientras  le  veía  delante  de  mí,  mi  cuerpo  estaba  paralizado  de  terror,  y  cuando  ese  personaje  me  habló  diciéndome:  -¿Me  llamabas?-  ¡Fue  horroroso  escuchar  y  ver  a  ese  ser  malévolo,  que  no   obstante  no  era  feo!  No  tenía  cuernos  como  a  veces  lo  pintan,  yo  intentaba  hablar,  pidiendo  ayuda  a  mi  papá  que  dormía  en  la  otra  habitación  de  la  casa.  ¡No  me  salía  ninguna  palabra  de  mi  garganta!  Quería  moverme  pero  estaba  totalmente  paralizado  y  aterrorizado.La  gente  ignora  que  ciertamente  existe  un  diablo  y  esta  es  una  de  las  estrategias  de  las  tinieblas  ¡Pasar  desapercibidos!la  segunda  vez  que  me  preguntó  -Te  dije  que  si  me  llamabas-,  lo  hizo  extendiendo  su  mano  y  posando  sus  dedos  bajo  mi  barbilla: instintivamente  recibí  fuerzas  y  pude  mover  mis  manos,  porque  me  salió  el  espíritu  religioso  de  lo  que  veía  hacer  a  mi  mamá  antes  de  que  nos  separara  mi  papá  (recuerde  que  en  ese  tiempo  yo  tenía  apenas  cinco  añitos),  de  modo  que  hice  lo  que  me  vino  a  la  mente,  ¡La  señal  de  la  cruz!,  instantáneamente  extendió  su  mano  de  nuevo  y  me  desbarató  la  señal  de  mis  dedos  mientras  me  decía:  -Deja  eso,  eso  no  me  asusta  ni  me  hace  nada  a  mí,  yo  lo  uso  para  engañar  a  la  gente;  a  lo  que  yo  le  temo  es  a  lo  que  se  manifestó  en  ella-,  ¡Pero  yo  no  sabía  qué  se  había  manifestado  en  la  cruz!  Con  el  tiempo  entendí  que  difícilmente  los  ritos  y  las  tradiciones  religiosas  concebidas  por  el  diablo  a  la  hora  de  la  verdadera  necesidad  no  surten  efecto!Cierto  que  algunos  espíritus  que  son  exorcizados  por  algunos  curas  pegan  gritos  cuando  la  cruz  tiene  la  imagen  de  Jesucristo;  pero  el  diablo  me  lo  dijo  claro: a  él,  no  le  hace  nada.  Mi  terror  aumentaba  porque  no  se  iba,  pero  de  pronto  me  acordé  del  título Dios,  e  invoqué  con  fuerzasdiciendo:  -¡Dios,  ¡ayúdame!-.  Cuando  lo  invoqué,¡inmediatamente  al  diablo  se  le  apagó  la  luz  que  le rodeaba,  deje  de  ver  a  través  de  su  luz,  y  se  hundió  en  la  tierra  desapareciendo; al  otro  día  mi  padre  amaneció  enfermo  sin  saber  por  qué,  y  mi  barbilla  amaneció  morada  sólo  por  el  roce  de  sus  dedos;  por  supuesto  que  después  de  esa  horrible  experiencia  dejé  de  invocar  al  diablo,  pero  tampoco  volví  a  invocar  más  a  Dios. 

En  apariencia  mi  vida  “normal”  siguió  su  curso,  pero  un  año  después  (ya  tenía  diecinueve  años),  estando enla  cantina  del  barrio  donde  vivía  ingiriendo  cerveza,  exactamente  a  las tres de la madrugada  igual  que  un  año  atrás;por primera vez en mi vida escuche la voz de Dios hablándome audiblemente,  la  escuché  por  tres  veces  en  un  lapso  de  menos  de  media  hora,  ¡Pero  no sabía  que  era  Dios!  Escuché  esa  voz  decirme:  -¡Tú  estás  pecando!-,  me  asuste,  y  comencé  a  ver  a  mis  lados  para  buscar  al  que  me  había  hablado¡no  había  nadie  cerca  de  mí!  Pasaron  los  minutos,  y  de  nuevo  intenté  levantar  el  vaso  de  cerveza de  nuevo  escuché  la  voz  que  me  dijo:  -Estás  pecando-,  paré  el  vaso  que  dirigía  de  nuevo  hacia  mi  boca,  y  ahora  sí  que  me  horroricé,  pues  la  voz  sonaba  molesta;  volví  a  buscar  y  de  nuevo  ¡No  había  nadie  en  esa  área  donde  yo  estaba  sentado!  Me  quedé  pensando,  y  mirando  a  todos  lados  dentro  del  local.  ¿quién  podía  ser  esa  persona  que  estaba  jugando  conmigo  de  tan  mal  gusto?  Pero  a  los  minutos  se  me  olvidó  la  voz,  y  la  tercera  vez  que  levantaba  mi  mano  hacia  mi  boca,  ahora  no  fue  solo  su  voz,  ¡Sino  que  sentí  la  fuerza  de  una  mano  que  empujó  el  vaso  hacia  la  mesa  y  casi  me  caigo  del  susto  cuando  con  voz  más  fuerte  me  dijo de  nuevo:  -¡Te  he  dicho  que  estás  pecando!-.  Inmediatamente  me  paré,  pagué  y  me  salí  corriendo  de  la  cantina  a  la  que  jamás  volví  a  entrar  ¡Ni  siquiera  para  predicar!

Antes  de  la  experiencia  de  esa  noche,  cuando  todavía  no  había  entregado  mi  vida  al  Señor.  Mi  rutina  diaria era  levantarme  a  las  cinco  de la  madrugada,  irme  al  taller  de  mecánica  de  donde  salía  a  las  cinco  y  media  de  la  tarde,  al  llegar  a  la  casame  cambiaba  de  ropa,  me  iba  al  cine  a  las  siete,  y  salía  entre  diez  y  media  a  once,  y  para  la  cantina,  pero  solo  me  tomaba  una  cerveza,  aunque  duraba  horas  platicando  “con  los  amigos”  que  injerían  otro  tipo  de  bebidas;sin  embargo,  después  de  la  experiencia  con  esa  voz,  mi  vida  tomó  un  rumbo  diferente.  A  la  noche  siguiente  de  haberme  hablado  esa  voz  desconocida,  me  fui  al cine  como  siempre  lo  hacía,  ¡pero  a  los  minutos  de  estar  “concentrado”  en  la  película,  de  pronto  sentí  una  convicción  tan  fuerte  de  que  alguien  desde  arriba  me  estaba  mirando  (el  cine  era  al aire  libre),  asustado  comencé  a  buscar  hacia  el cielo  estrellado,  ¡Pero  no  vi  a  nadie!  Extrañado  de  esa  sensación  seguí  viendo  la  película  titulada  “El  Hombre  del  Oeste”  con  Kirk  Douglas,  pero  ¡de  nuevo  esa  sensación  de  que  alguien  me  miraba  desde  el  cielo!  Inmediatamente  asustado  salí  del  cine  sin  terminar  de  ver  la  película. 

De  modo  que  después  que  esa  voz  me  habló  no  solo  deje  de  ir a  la  cantina,  sino  que  tampoco  volví  al  cine.Sin  conocerle,y  sin  que  yo  lo  notará  en  cuanto  a  los  vicios  del   pasado  su  poderosa  voz  me  transformó;antes  de  esa  noche  había  sido  maldiciente,  muy  mal  hablado;  pero  después  de  escuchar  su  voz  en  la  cantina,  ya  no  me  atraía  el  cine,  deje  de  fumar  y  lo  único  que  seguía  haciendo  era  bailar  los  fines  de  semanas,  bailaba  de  viernes  a  domingo.  A  los  dos  meses  de  estar  de  martes  a  jueves,  sin  tener  entretenciones;  un  domingo  en  la  mañanamientras  estaba  sentado  en  la  barda del  frente  de  la  casa,una  vecina  mayor  de  edad  (Nunca  supe  que  ella  era  creyente  evangélica),  acercándose  a  mí  me  dijo:  -Amiguito,  ¿Le  gustaría  acompañarme  a  la  escuela  dominical?-,  yo  no  sabía  qué  era  eso  pero  inmediatamente  le  dije:  -¡Claro  que  sí  señora!-.  Su  respuesta  fue,  -Ok,  nos  vamos  a  las  nueve  y  media-.  La  congregación  donde  ella  asistía  estaba  bastante  retirada  de  la  casa  donde  vivía,  estaba  ubicada  en  una  de  las  calles  principales  de  la  capital:  Ave.  Martí,  aunque  en  algunas  ocasiones  pasaba  por  esa  zona,  nunca  supe  que  hubiera  una  iglesia  evangélica,  pues  el  frente  estaba  enrejado  y  no  se  veía  el  rótulo  muy  bien  desde  afuera  a  menos  que  uno  se  acercara,  de  modo  que  cuando  llegamos a  la  puerta  abierta  y  le  vi  cara  de  “iglesia”  en  seguida  me  puse  alerta, y  me  dije: 
-hmm“esto  es  religioso”-,  pero  al  no  ver  ninguna  imagen  religiosa  en  las paredes,  ni  crucifijo  en  el  frente  ni  a  los  lados,  enseguida  me  tranquilicé;cuando  pasamos  el  umbral  de  la  puerta,  observé  que  los  hermanos  estaban  en  silencio  y  el  Espíritu  Santo  estaba  sobre  el  ambiente  (acababa  de  terminar  la  alabanza  según  ellos),  en  el  momento  en  que  atravesé  el  umbral  de  la  puerta, una  joven  que  estaba  recostada  de  la  pareddel  fondo  del  local  cerca  del  altar,  pronunció mi nombre con mis apellidos ¡sin  nunca  haberme  visto  en  su vida!Hablando  fuertemente  dijo:  -Entra  Luis Mercedes Martínez-,todo  mi  cuerpo  se  erizó,  sentí  un  escalofrío  desde  la  cabeza  hasta  los  pies,  porque  está  joven  por tres veces mencionó mi nombre;  esto  provocó  que la pastora del lugar, la sierva de Dios Consuelo Mateo se acercara  al  altar  y preguntó: ¿Quién se llama Luis Mercedes Martínez?- Levanté mi mano asustado  y  contesté: -Soy  yo- inmediatamente  el  ambiente  se  electrizó,  yo  estaba  sumamente extrañado de todo  lo  que  sucedió  a  continuación,  la  gente  comenzó  a  hablar  en  un  lenguaje  extraño,  otros  comenzaron  a  correr  entre  las  bancas,  otros  brincaban  de  manera  elevada  por  el  centro  del local y  por  los  costados  del  recinto, yo  no  entendía  nada  de  aquel“desorden” sólo  los  veía,  entonces la jovencontinuó  diciéndome:-yo tengo un ministerio  para  ti  en mis caminos  será  grande  y  terrible, pero tienes que arrepentirte-,con  el  tiempo  supe  que  era  una  palabra  de  ciencia  en  profecía  acerca  de  mi  futuro  en  Dios, al  escuchar  sus  palabras,  mi  cuerpo  volvió  a  sacudirse  y  por  todo  mi  ser  me  recorrió  como una descarga de corriente, y sin saber por qué, inmediatamente asocié esas palabras con la voz quedos  meses  atrásprecisamente  tres  veces  me había hablado en la cantina.  Entonces  dije  dentro  de  mí:  -¡Esto  es  Dios,  entonces    existe  Dios!-.  Después  que  la  joven  terminó  de  darme  la  profecía,  la  pastora  se  acercó  a  mí  y  me  dijo:  -Joven,  Dios  le  acaba  de  hablar  a  usted,  ¿Qué  va  a  hacer  usted  con  su  voz?-,  inmediatamente  le  pregunté:  -¿Qué  es  lo  que  tengo  que  hacer  yo?  su  respuesta  fue:  -Entregarle  su  vida a  Jesucristo-,  y  contesté,  ¿Cómo  se  hace  eso?  Enseguida  me  dijo  con  la  autoridad  que  la  caracterizaba:  -Arrodíllese-,  puso  a  la  congregación  a  orar  por  mí  mientras  ella  me  decía,  -repita  conmigo  esta  oración-.  Hice  la  confesión  de  fe.  Esto  fue  en  la Iglesia Evangélica Arca de Salvación  de  la  calle  José  Martí,  en  seguida  me  dieron  los días de reunión ¡De Lunes a Lunes!Y  me  recomendaron  que “no debía dejar de congregarme”.

Así se inició mi recorrido por el mundo  cristiano  evangélico  como  consecuencia  de  mi  segundo  nacimiento  vertical  en  el  mundo  espiritual; tres  meses  después  de  hacer  profesión  de  fe,  estaba  predicando  al frente de un equipo de evangelismo por las calles  al  aire  libre,  de  modo  que  desde  mis  inicios  me  envolvió  una  pasión  profunda  por  la  evangelización;  me  acostumbré  a  ver  a  las  personas entregar  sus  vidas  al  Señor  durante  las  tardes  semana trassemana,porque  en  la  congregación  enseñaban  a  los  creyentes  a  visitar  las  zonas,  casa  por  casa,  de  modo  que  ahora  al  salir  del  trabajo  antes  de  las  reuniones  de  la  noche,  dirigido  por  el  Espíritu  Santo  me  dedicaba  a  visitar  a  las  personas  por  las  casasllevando  a  los  pies  de  Jesucristo  a  los  que  hacían  profesión  de  fe  de  manera  que  lo  que  aprendí  eso  hacía,  guiándolos  en  su  confesión  de  fe,  de  tal  manera  me  acostumbré  hasta  el  día  de  hoy  a  ser  testigo  del  poder  de  Dios  en  sanidades, milagros  y  prodigios  sobrenaturales,  porque  al  predicar  al  aire  libre  en  las  esquinas,y  por  las casas  pude  ver  cómo  el  Señor  operaba  haciendo  crecer  brazos,  ver  pies  torcidos  enderezarse,  mudos  hablar,  sordos  oír,  ciegos  ver,  paralíticos  levantarse  de  las  sillas  de  ruedas,  muertos  resucitar,  en  fin  desde  mis  inicios  fui  testigo  de  la  manifestación  de  la  gloria  de  Dios,  ¡sigo  viéndolo  aún,  pero  espero  cosas  mayores  por  cuanto  él  me  lo  prometió!

Posteriormente,  a  los  seis  meses  de  estar  en  la  congregación  la  pastora  Consuelo  Mateo  tuvo  una  visión  conmigo,  en  la  que  (según  me  comentó),  me  veía  atravesando  el  Atlántico  con  dos  maletas  en  las  manos,  extrañado  le  pregunté  que  qué  quería  decir  con  eso,  y  su  respuesta  fue:  -Es  que  Dios  lo  va  a  llevar  a  muchas  naciones-.  Definitivamente  que  mi  aprovechamiento  en  la  fe  y  mi  disposición  a  someter  mi  vida  no  solo  al  Señor;  sino  que  también  a  todos  los  programas  de  la  congregación  me  trajeron  crecimiento  y  desarrollo  en  mi  nueva  fe,  de  manera  que  a  los  ocho  meses me enviaron a  atender  una  congregación  que  necesitaba  un  pastor,  hoy  entiendo  que  eso  se  debió  a  que  como  era  un  joven  de  oración  constante,  vigilias  y  ayunos  me  eligieron  a  mí  por  el  fuego  “del  primer  amor”; la misión a la que me enviaron en  esa  primera  ocasión  era la Iglesia de Dios Evangelio Completo; estuve nueve meses pastoreando en esa organización, me la entregaron con 12 personas y a los tres meses teníamos  noventa nuevos creyentes, a  los  nueve  meses  entregué la  obra  al nuevo  pastor Saúl Reyesde  la  Iglesia  de  Dios, y volví al Arca de Salvación.  Esta  organización  levantada  por  el  apóstol  Bienvenido  de  los  Santos,  fue  la  primera  organización  nacional  que  enviaba  misioneros  a  otras naciones.  De  hecho  que  desde  mis  primeros  años  de  creyente  me  acostumbré  a  escuchar,  hablar  y  ver   un  apóstol  en  funciones.  En esta  organización  (por  lo  menos  en  esos  tiempos),  mantenían  una visión misionera  de  apoyo  al  Cuerpo  de  Cristo,  de  manera  que  en  esos  años  cedíansus  obreros  a  otras  organizaciones,cuando  esas  denominaciones  requeríanasistencia  espiritual  proveyendo  ministros  hasta  que  las  congregaciones  alcanzaban  un  crecimiento  sostenido;  por  esa  causa  siempre estaban llegando ministros de otras denominaciones a solicitar obreros por períodos de tres meses, en  esos  tiempos  de  verdadera  unidad  algunas denominaciones no pedían los requisitos que ahora se solicitan y eran más abiertas en la unidad denominacional;de esa manera me mantuvieron rotando de organización en organización, viendo siempre a Dios obrar a través de mi vida de  relación  ascendente  en  oración, ayunos y vigilias, sin embargo, mi visión de Dios era muy limitada, y mis oraciones aunque diarias, sólo tenían un horizonte: Misiones, salvación, sanidades y finanzas para construir locales.



Mi  llamamiento  al  Ministerio.

Mientras  me  mantenía  trabajando  en  diversas  labores  tales  como  la  mecánica,  la  desabolladura  y  pintura, y  finalmente  en  una  empresa  distribuidora  de  artefactos  eléctricos,tenía  que  andar  en  moto  cobrando  a  los  clientes  de  la  misma; las  tardes  las  dedicaba  a  evangelizarcuando  no  pastoreaba  (siempre  enseñé  a  la  gente  que  pastoreaba)  a  salir  a  evangelizar  conmigo  hasta  impartirles  de  la  unción  evangelizante;  otra  cosa  que  aprendí  a  desarrollar  mientras  trabajaba  medio  tiempo  fue  irme  a  orar  una  hora  durante  el  tiempo  del  almuerzo,  para  cumplir  este  propósito  buscaba  un  local  donde  pudiera  dedicar  ese  tiempo  de  modo  que  en  vez  de  irme  a  almorzar,  me  iba  a  cualquier  lugar  donde  hubiera  una  congregación,  sobre  todo  en  el  tiempo  en  que  trabajaba  como  cobrador  moviéndome  por  toda  la  ciudad.  Una  mala  costumbre  que  tenía  desde  inconverso  era  la  de  manejar  sin  licencia,  fueran  carros,  o  motocicleta, inclusive  para  variar  ¡ya  predicando!  esto  me  trajo  una  serie  de  situaciones como  la  que  incluyo  a  continuación.  Una  mañana  de  viernes  en  el  año  1965,  me  detuvo  un  policía  de  tránsito  a  las  nueve  de  la  mañana  por  exceso  de  velocidad,  lo  primero  que  hizo  fue  pedirme  la  licencia  de  conducir  motocicleta  ¡No  la  tenía!  Le  di  la  explicación  de  que  así  me  enviaba  el  jefe  a  la  calle  de  modo  que  percibiendo  mi  necesidad  de  trabajar  me  perdonó pero  me  dijo:  -está  bien,  pero  mejor  váyase  despacio-,  y  me  dejó  ir,  pero  ¿Sabe  qué  sucedió cerca  de  las  doce  de  ese  viernes?  Yendo  a  la  congregación  que  escogía  los  mediodías  para  orar donde  pastoreaba  el  reverendo  Danilo  Fajardo,  iba  ¡otra  vez!  A  velocidad  fuera  del  límite  permitido  y  misterios  de  Dios:  ¡Aparece  en  el  cruce  de  calles:  El  mismo  policía  que  me  había  detenido  en  otra  zona  de  la  ciudad a  las  nueve  de  la  mañana  y  me  pone  el  alto!  Esta  vez  estaba  molesto,  y  me  habló  bien  duro,  -¿No  le  dije  que  se  fuera  despacio,  ahora  sí  le  voy  a  poner  la  multa-,  y  yo  de  nuevo  a  pedir  perdón  pero  con  súplica,  le  rogué,  le  puse  cara  de  cordero degollado,  y  mirándome  a  la  cara  me  dijo:  -mire  muchacho,  mejor  váyase  a  la  empresa  y  no  salga  hasta  que  no  tenga  licencia-,  ¡Qué  alivio!  En  los  minutos  que  pasé  con  el  policía  de  tránsito  me  dieron  las  doce  y  minutos  por  lo  que  me  dirigí  a  cumplir  mi  compromiso  de  oración  en  la  iglesia  de  Dios  Evangelio  Completo, en  esa  ocasión  estaba  orando  como  siempre,  pero  de  manera  instintiva  detuve  la  oración  y  abrí  mi  Biblia  en  Mateo  6, mi  rutina  era  orar  una  hora  siempre  (no  leía  la  Biblia),  pero  esa  tarde  comencé  leyendo  los  versículos  del  25  al  33,  de  modo  que  al  llegar  al  versículo  33  que  dice:  «Mas  buscad  primeramente  el  reino  de  Dios  y  su  justicia,  y  todas  estas  cosas  os  serán  añadidas»,  experimenté  un  estremecimiento  similar  al  que  me  estremeció  en  el  día  de  mi  profesión  de  fe,  y  un  fuego  sobrenatural  envolvió  todo  mi  cuerpo,  fui  quebrantado  y  comencé  a  llorar  sin  saber  por  qué,  después  de  un  tiempo  largo,  abrí  mi  boca  y  dije: -Señor,  a  partir  de  este  día  te  prometo  que  voy  a  buscar  tu  Reino,  voy  a  procurar  tu  justicia  en  todas  mis  acciones,  pero  quiero  que  tú  me  indiques  qué  quieres  de  mí,  lo  único  que  te  pido  es  que  me  des  tu  apoyo  en  todo,  quiero  ver  tu  mano  sobre  mí-,  me  paré  porque  ya  era  la  una  y  media  de  la  tarde  y  salí  a  la  calle,  para  seguir  “mi  trabajo”  sin  licencia;y  sin  saber  que  cuando  comprometes  tu  palabra  con  Dios  y  éste  te toma  la  palabra  te  pasan  cosas  aunque  tú  no  lo  entiendas,  observe  lo  que  sucedió  al  continuar  realizando  mi  labor  de  cobrador  para  la  empresa  (ya  eran  las  seis  y  unos  minutos)  cuando  de  pronto,  dobló  a  toda  velocidad  una  esquina  y  ¿Qué  cree?  ¡Sí!,  allí  estaba  el  mismo  policía  que  me  había  detenido  las  dos  veces  anteriores  ese  mismo  día  viernes.  Se  quitó  el  quepis,  enojado  y  me  dijo:  -Ya  sí  que  no,  ya  no  hay  perdón  para  usted  vamos  para  la  cárcel-,  llamó  a  la  estación  de  policía,  pidió  un  refuerzo  y cuando  lo  sustituyeron  me  llevó  él  mismo  a  la  estación  de  policía  ¿sería  para  que  no  me  escapara  de  la  sentencia?¿Entiende  lo  que  significa  comprometerse  con  Dios  para  buscar  su  justicia  en  todas  nuestras acciones  y  seguir  violando  las  leyes  de  la  sociedad?  ¡Jamás  había  visitado  una  prisión  como  preso!  Han  pasado  los  años,  y  todavía  recuerdo  la  misericordia  de  Dios  para  conmigo,  pues  al   ser  encerrado  en  la  celda,  podía  escuchar  a  los  presos  decirse  a  gritos  entre  ellos  ¡Tenemos  carne  fresca!  Por  gracia  de  Dios  me  pusieron  en una celda  sola  pues  solo  era  un  delito  menor,  sin  embargo  me  costó  dormir,  lo  cual  hice  con  la  espalda  recostada  a  la  pared,  pues  conocía  los  testimonios  de  violaciones  en  las  prisiones.Por  el  tiempo  que  manejé  esa  moto,  nunca  sentí la  necesidad  de  ponerme  al  día  con  la  ley  de  tránsito,  trabajé  año  y  medio  así.  ¡Pero  el  día  que  prometí  buscar  el  Reino  de  Dios  y  su  justicia,  algo  se  activó  en  los  cielos  y  me  atrapó  la  justicia  que  esa  tarde  había  prometido  cumplir!  Yo  predicaba  desde  los  tres  meses  de  converso, ocho  meses  después  de  haber  hecho  mi  profesión  de  fe,  dirigía  personas  en  el  pastorado,  ¡Pero  nunca  me  había  comprometido  con  Dios  tan  seriamente  como  ese  viernes  de  1965!  Dios  me  tomó  la  palabra  y  ahora,  aquí  estaba  yo  en  la  cárcel  por  violar  una  regla  de  la  sociedad.  Esa  primer  noche,  me  despertaba  constantemente  por  el  miedo  que  me  provocaban  los  murmullos  y  conversaciones  de  los  presos;  el  sábado  fue  terrible  todo  ese  día,  pero  a  la  media  noche  del  sábado  me  sentí  tan  compungido  de  estar  en  la  cárcel  que  inconscientemente  comencé  a  orar  con  una  intensidad,por  primera  vez  oraba  casi  en  forma  agónica  pidiendo:  -¡Dios  mío,  por  favor,  sácame  de  aquí  que  prometo  servirte  todos  los  días  de  mi  vida!-,  esa  oración  fue  persistente  gimiente.  El  día  domingo  a  las  once  de  la mañana  entra  un  oficial  y  pregunta:  ¿Quién  es  Luis  Mercedes  Martínez?  Yo  salté  y  respondí:  -Soy  yo! Inmediatamente  me  dijo,  tome  sus  cosas  que  está  libre,  ¡El  lunes  me  ponían  la  multa  por  violar  la  ley  de  tránsito,  pero  ahora  domingo, cerca  del  mediodía  me  estaban  dando  la  libertad!  Mientras  yo  salía  de  la  celda,  los  presos  se  acercaban  a  los  barrotes  de  sus  celdas  y  me  comenzaron  a  preguntar  todos  al  unísono:  ¡Oye,  de  quien  eres  hijo,  por  qué  te  sacan  hoy  domingo  esto  es  imposible!  Yo  les  respondí,  -lo  que  sucede  es  que  soy  hijo  de  Dios  y  yo  había  violado  su  ley,  pero  anoche  me  arrepentí  y  Él  me  perdona  y  me  libertad-.  Silencio,  silencio  total.  Salí  de  allí  y  en  la  sala  del  recinto  carcelario  estaba  mi  papá  que  era  muy  conocido  en  todos  los  recintos  del  país,  él  había  sido  avisado  por  el  mismo  policía  de  tránsito  que  me  reportó  y encarceló. Esa  noche  de  domingo,  me  fui  a  la  iglesia  a  dar  gracias  por  su  misericordia. 

Al  lunes  siguiente  seguido  me  fui  a  la  entidad  que  emite  las  licencias  de  conducir,  en  esos  tiempos  era  tan  inmensa  la  fila  de  solicitantes  que  uno  tenía  que  irse  bien  temprano,  de  modo  que  estuve  haciendo  fila  desde  las  seis  de  la  mañana  las  puertas  se  abrían  a  las  8: a.m.,  era  larga  la  fila,  sin  embargo,  siendo  las  doce  del  mediodía  (mi  hora  de  cita  con  Dios),  y  faltando  sólo  dos  personas  delante  de  mí,  de  pronto  me  sobrevino  una  inquietud  extraña,  y  sin  saber  por  qué¡Me  salí  de  la  filadespués  de  esperar  casi  todo  el  medio  día  y  salí  corriendo  sin  entender  por  qué  corría!  Misma  situación  que  me  sucedió  aquella  noche  cuando  salí  corriendo  de  la  cantina;  igual  que  cuando  me  salí  del  cine  corriendo  al  sentir  que  alguien  me  miraba  desde  arriba.  Duré  cerca  de  cuarenta  y  cinco  minutos  para  llegar  a  la  congregación  más  cercana,  sentía  urgencia  por  orar,  llegué  a  la  misma  iglesia  de  Dios  donde  siempre  oraba,  llegué  a  las  doce  y  cuarenta  y  cinco  minutos  a  mi  cita  diaria,  en  esa  ocasión  no  hice  peticiones,  solo  dediqué  esos  minutos  para  darle  gracias  a  Dios  (observe  que  solo  le  decía  Dios  al  Creador),  cuando  terminé  de  alabarlo  por  su  maravillosa  misericordia  conmigo,  salí  al  frente  de  la  congregación,  y  en  ese  momento  escuché  que  alguien  me  llamaba  con  voz  fuerte,era  el  hermano  José  Minaya  del  Arca  de  Salvación  quien  al  verme,  gritó  desde  lejos:  -¡Siervo!,  lo  estoy  buscando  desde  esta  mañana,  hoy  a  las  siete  antes  de  salir  el  Señor  me  habló  diciéndome:  -Tienes  que  buscar  y  bendecir  a  mi  siervo  Luis  Mercedes  Martínez-.Por  eso  lo  estoy  buscando  desde  esta  mañana,  no  he  ido  al  trabajo,  fui  a  la  iglesia  y  no  me  supieron  decir  por  donde  le  tocaba  estar  hoy,  ¡venga  vamos  a  mi  casa  porque  quiero  cumplir  con  el  Señor!-,  ¡si  no  hubiera  llegado  tarde  ese  mediodía  no  me  hubiera  encontrado  con este  hermano! el  hermano  Minaya  tenía  cierta  solvencia  económica,  llegamos  a  su casa  y  llevándome  a  una  habitación  bien  amplia  me  dijo:  -Varón,  escoja  de  ahí  lo  que  quiera-,  era  un  closet  lleno de  ropa  nueva,  yo  escogí  una  camisa  y  un  pantalón  (en  ese  tiempo  teníamos  las  mismas  medidas),  cuando  el  vio  que  solo  eso  agarré  me  dijo:  -¿Eso  es  todo?-,  le  respondí:  -sí,  es  todo-,  pero  metiendo  su  mano  en  el  closet  comenzó  a  escoger  camisas  de  diferentes  colores,  y  dos  pantalones  negros,  dos  azules,  dos  grises, y  me  extendió  seis  pares  de  camisas todas  nuevas,  y  me  entregó  una  ofrenda  especial,  y  luego  le  dijo  a  su  esposa:  ¡prepara  alimento  para  el  siervo! En  esos  mis  primeros  años,  la  palabra  siervo,  era  el  distintivo  más  respetado  en  la  década  de  los  sesenta.  Al  otro  día  martes  me  fui  a  la  congregación  a  orar  a  la  misma  hora  de  siempre,  y  al  salir  del  salón  de  reuniones  me  encontré  a  un  pastor  de  la  ciudad  de  la  Vega  (tercera  ciudad  del  país),  quien  al  verme  me  dijo:  -varón  de  Dios,  a  usted  lo  ando  buscando,lo  necesito  para  que  me  ministre  una  semana  evangelística  en  la  iglesia-,  en  esos  tiempos  de  1965  no  todos  teníamos  teléfonos  en  la  casa,  ese  mismo  día  salí  con  él  hacia  esa  ciudad,  a  comenzar  una  actividad  por  cuatro  días:  jueves,  viernes,  sábado  y  domingo.  ¡Así  comenzó  mi  ministerio  de  evangelista  itinerante  primero  por  congregaciones  nuevas,  y  luego  al  aire  libre! La  esfera  del  Reino  de  Dios  me  estaba  alcanzando  con  una  certeza  tal  que  pasados  los  años  tuve  que  entender.  Que  Dios  es  Fiel,  Justo  y  Verdadero  cuando  le  pones  en  primer  lugar. 

A  finales  de  ese  mismo  año  de  1965,  en  una  madrugada  mientras  me  encontraba  orando,  fui  trasladado  por  el  Espíritu  del  Señor  sobre  una  zona  judía  del  norte  de  República  Dominicana  llamada  Sosua,  desde  el  aire  yo  la  veía  y  le  escuché  decirme:  -Aquí  te  voy  a  traer  por  un  tiempo-,  algunos  meses  después,  se abrió  la primer  congregación  pentecostal  en esa  zona  (solo  había  una  congregación  metodistas  en  la  zona  de  los  no  judíos),  de  esta  manera  oficialmente  se  inició  el  ciclo  de  mi  pastorado  de  forma  permanente,  ya  no  solo  por  tres,  seis  ni  nueve  meses  como  al  principio.  Ese  campo  blanco  era  del  concilio de Asambleas de Iglesias Cristianas,y  a  petición  de  la  fundadora  de  dicha  obra  Digna  Martínez,  Dios  cumplió  la  palabra  de  que  estaría  allí  por  un  tiempo.  Antes  de  que  el  Espíritu  Santo  me  llevara  sobre  la  zona  de  Sosua,  mi  amigo  Gregorio Artilesaprobó  mi  estadía  en  ese  lugar  cuando  me  propusieron  como  pastor,  porque  él  me  conocía  debido  a  que  de  tiempo  en  tiempo  él  me  invitaba  como  evangelista  a  realizar  actividades  de  avivamiento  local  en  la  congregación  que  él  pastoreaba  en  Puerto  Plata. 

Antes  de  salir  a  las  naciones,  el  Espíritu  Santo  (como  el  que  llama  y  envía  según  Hechos  13:1-4),  antes  de  yo  entrar  a  algún  lugar  del  territorio  Dominicano  me  llevaba  en  el  espíritu  a  diferentes  zonasdonde  posteriormente  se  serviría  de  mi  espíritu  para  levantar obras  donde  no  había,  por  la  sola  gracia  de  Dios  todavía  permanecen  las  obras  en  los  diferentes  lugares,  (en  el  1994  mi  esposa Rossi  estuvo ministrando  en  reuniones  unidas  de  iglesias  hijas),  de  modo  que  a los 20 años era un evangelista  y  pastor usado  porDios con palabras  de  ciencia,y  recibiendo  palabras  proféticas de largo alcance para la nación;  siendo  que  Jesucristo  es  el  mismo  ayer,  y  hoy,  y  por  los  siglos  todavía  las  sigo  recibiendo;  de  modo  que  ahora  a  los  setenta  y  un  años  se  sigue  sirviendo  de  mi  espíritu,  alma  y  cuerpo  hasta  que  sea  arrebatado  o  descienda  el  cuerpo  a  la  tumba;  sin  embargo,  en  esos  mis  primeros  años  no  puedo  decir  que  entendía  el  corazón  de  Dios  como  Padre  hacia  mí  (a  pesar  de sus  innumerables  señales  de  provisión  sobrenatural), mucho menos podía  comprender  su Naturaleza de amor y propósitos específicos y definidos.  Pues  tenía  una  distorsionada  imagen  de  Dios  como  Padre,  debido  a  mi  escasa  relación  con  mi  padre  biológico.  Al  constituirme  en  padre  en  el  1973,  comencé  a  tener  vislumbres  de  lo  que  implica  la  paternidad,  pero  todavía  me  costaba  hablar  con  Dios  como  Padre.

Una  de  las  cosas  que  marcaron  y  deformaron  mi  seguridad  personal  se  produjo  en  una  ocasión  en  la  que  mi  padre,  enfurecido  porque  yo  no  había  hecho  las  cosas  como  él  esperaba,  estando  frente  a  frente  me  gritaba  mientras  rompía  mi  acta  de  nacimiento  y  me  decía  (sin  yo  saber  por  qué),  -¡Tú  no  eres  mi  hijo!-,esto  sucedió  a  los  diecisiete  años.  Definitivamente  esto  fue  impactante  para  mí,  desastroso  para  mi  autoestima  esto  me  devastó  aunque  sí  sabía  que  él  era  mi  padre,  excepto  que  a  partir  de  ese  día  comencé  a  recorrer  en  mi  mente  buscando  un  día  en  que  disfrutara  de  sus  muestras  de  cariño,  y  afecto  de  padre,  y  lo  único  que  descubrí  (erróneamente  por  supuesto),  fue  que  si yo no hacía algo para “ganármelo”,  no  me  daba  un  cinco.  Para  mí  esto  fue  inconcebible,  por  muchos  años  me  costó  rebasar  el  hecho  de  que  mi padre terreno me desconocía como hijo,  hasta  que con  el  tiempo  descubrí  que  era  su  forma  de  enseñarme  a  procurar  mi  dependencia  económica,  no  tanto  de  él,  porque  en  realidad  nunca  me  faltó  comida,  ropa,  techo  y  atenciones  médicas  cuando  lo  necesité;  sin  embargo,  cuando  vine  al  Señor  esa  imagen  grabada  en  mi  inconsciente  marcó  mi  vida  de  relación  con  Dios  como  Padre.  Cierto,  que  después  que  entregué  mi  vida  al  Señor  podía hablar libremente con Jesús mi  Hermano  Mayor, vivía para alabarlo,pero  aunque  sabía queDios  me  amaba  ¡Cómo  me  costaba  acercarme  a  Él  con  libertad! Me costaba disfrutar su compañía en la oración, me sentía presionado porque  sentía  que  tenía que dar  “mucho de mí”para sentirme aceptado por mi Dios,  profunda  ignorancia  que  en  el  Camino  he  encontrado  en  la  vida  de  cientos  de  servidores  y  creyentes  sencillos,  por  asociar  a  Dios  con  sus  padres biológicos  y  los  malos  tratos  recibidos;por  supuesto  que  escuchar  que  Dios  me  llamaba  siervo  por  donde  quiera  que  iba,  me  daba  un  sentido  de  “seguridad”  ministerial,  aunque  muy  poca  de  seguridad  Paternal.

Por  esa  razón  mi  vida  fue  sacudida  emocional  y  espiritualmente  en  el  año  de  1979 cuando  en  esa  ocasión  el  evangelista  y  vidente  Samuel  Mejía  de  Colombia  mientras  estaba  hospedado  en  nuestro  hogar,  me  compartió  una  experiencia  que  tuvo  con  el  Padre  en una madrugada,mientras  él  oraba  en  su  devocional  privado, el Señor le dio una visióncon  el  Padre,  en lamisma veía  al  Padre  sentado en un Trono  contal resplandor, que no podía verlo  pero  sabía  que  era  el  Padre  (fueron  sus  palabras),  sentado  en  ese  Trono  de  entre  la  intensa  y  refulgente  luz  oyó  salir  su  voz  diciéndole:  -Dile a Luis, que no me pida  más  como siervo, dile que me pida como hijo-.¡Eso cambió mi visión de Dios!  Se  turbó  mi  corazón  y  moral,  emocional  y  espiritualmente  yo me fui al suelo  porque  no  entendía  el  avance  al  que  se  me  quería  introducir  en  la  relación  de  Dios  como  Padre;  por  supuesto  que  inmediatamente  saqué la conclusión errónea de que ya Dios ni me quería ni me necesitaba como “siervo”.  En  ese  tiempo  le  había  sugerido  al  evangelista  Yiye  Avila  que  realizara  una  actividad  en  dicho  país  lo  cual  aceptó,  a  pesar  de  que  por  doce  años  los  pastores  le  habían  estado  invitando y  él  no  respondía  a  las  invitaciones  por  no  sentir  que  fuera  tiempo  para  Costa  Rica,  a  raíz  de  eso  fue  que  le  solicité  que  me  enviara  a  su  coordinador  Samuel  Mejía  para  que  me  ayudara  en  la  organización  de  la  actividad  al  aire  libre.  Cuando  él  tuvo  esa  visión  y  las  palabras  que  recibió  para  mí.  Me  sentí  “rechazado  por  Dios  como  siervo”.  Dolido  por  mi  interpretación  se  agudizó  ese  sentir  interno que  traía  en  mi  inconsciente.  “Deje de orar  y  pedir  a  Dios”  como  lo  hacía  constantemente;fue  una  excusa  para  afirmar  la  realidad  de  que  me  costaba  hablar  con  libertad  con  Dios,  por  cerca  de  doce  años  siempre  había  orado  diciendo,-Dios,  vengo  a  ti,  Dios  dame  esto,  Dios  dame  aquello  y  lo  otro,  ¡Pero  nunca  le  decía  Padre!Platicaba  con  más  libertad  con  Jesús  su  Hijo, pues  inconscientemente  me  sentía  marginado  por  Dios  porque  le  pedía  “cosas  que  no  me  daba”,  por  supuesto  tampoco  tenía  relación  individual  con  el  Espíritu  Santo.Yo  no  entendía  que  la  intención  de  Dios  era  proveerme  una  mayor  y  certera  seguridad  de  mi  posición  de  hijo  en su  Reino;tampoco  asociaba  que  le  había  pedido  en  el  pasado  que  quería  buscar  su  Reino  para  vivir  en  justicia;  sin  embargo  me  sentía  más  orgulloso  de  ser  siervo,  que  de  ser  hijo. Desde  1964  me  refugiaba  en la predicación como mi único medio de seguridad interna, pues siempre veía el respaldo de lo alto.  Pero  mi  inseguridad  y  falta  de  conocimiento  acerca  de  mi  verdadera  posición  delante  de  Dios  como  hijo me  era  desconocida  a  profundidad,  ¡Aunque  predicaba  del  amor  de  Dios!  Mas  todo  esto  cambió  cuando  fui  invitado  por  el  Señor  a  mi  segundo  encierro  en  San  José,  Costa  Rica  en  el  1980  (el  primero  fue  en  el  1970).  Estando  en ese encierro, una  de  esas  noches,  fui despertado por una canción que salía de mi espíritu,la  cual  había  estado  cantando  mientras aún estaba dormido, y me desperté oyendo sus letras que eran las siguientes:  -“Al encontrar tu confianza en mí, te encontrarás a timismo”-,nunca he olvidado esas letras y su música. A partir de ese día comencé  a  buscar  el  entendimiento  del  mensaje  oculto  tras  esas  palabras,  de  modo  que  desde  esa  época  comenzó  poco  poco mi  sanidad  interior la  cual  se  consolidó  totalmente  pues  me  devolvió  la seguridad como hijo de Dios,  ahora  disfruto  todo  el  tiempo  mis  pláticas  no  solo  con  mi  Dios,  sino  que  mucho  mejor  con  mi  Padre  celestial.

Comencé  a  entender  la  puerta  abierta  para  relacionarme  no  solo  con  Dios  como  Creador,  sino  que  mucho  mejor  y  más  claro  ¡Como  mi  Padre!  Tuvieron  que  pasar  muchos  años  para  comprender  las  palabras  del  Señor  al  dirigirse  a  María  cuando  le  pidió  que  no  lo  tocara,  porque  aún  no  había  subido  a  su  Padre:  «…  subo  a  mi  Padre  y  a  vuestro  Padre,  a  mi  Dios  y  a  vuestro  Dios».  [Juan  20:17b];  poderosamente  cuando  Él  resucitó  abrió  un  acceso  directo  al  Altísimo  como  Nuestro  Padre  Amoroso,  Protector  y  Responsable.  Esa  conciencia  se  afirmó  en  mi  vida  al  experimentar  una  declaración  divina  acerca  de  las  características  de  Dios  accesibles  para  su  pueblo  (la iglesia);  lo  cual  sucedió  una  madrugada  del  1994  cuando  fui  despertado  por  la  voz  de  un  ángel  que  decía  con  una  voz  fuerte:  «En  Dios  hay  treinta  y  cuatro  características».  Quedé  impresionado  por  estas  palabras  de  modo  que  desde  entonces  he  estado  buscando  cualidades  que  exaltan  esas  características,  de  modo  que  con  el  tiempo  he  descubierto  algunas  además  de  la  que  recibimos  de  su  propia  boca  al  enviarnos  en  el  2004  a  Estados  Unidos  de  América. 

A  los  meses  de  estar  mi  esposa  y  yo  en  América  del  Norte; en  Puerto  Rico  una  joven  vidente  (Jeesley)  que  nos  había  visitado  al  centro  de  capacitación  de  Costa  Rica  para  recibir  entrenamientos  intensivos,  como  ella  conocía  nuestra  casa  en  Costa  Rica,  oraba  con  palabras  de  preocupación,  rogando  al  Padre  que  no  nos  faltara  nada  en  California;  ella  nos  escribió  que  inmediatamente  el  Padre  la  paró  y  le  dijo:  -Jeesley  cambia  tu  oración,  porque  ellos  han  sido  enviados  por  mí  y  por  su  obediencia,  como  Padre  Responsable  yo  me  comprometo  a  proveerles  de  todo  de  modo  que  nada  les  faltará-;  unos  días  después  en  Costa  Rica  nuestra  hija  Karen  Bellanira estaba  orando con  espíritu  de  angustia  y  mientras  pedía  en  oración:  -Padre,  cuida  a  mis  papitos,  que  no  les  falte  nada-,  ella  dice  que  en  ese  momento  el  Espíritu  Santo  la  detuvo  para  comunicarle  las  palabras  del  Padre  que  le  decía:  -¡Karen,  cambia  esa  oración  porque  ellos  han  ido  en  obediencia  a  mi  palabra,  y  como  Padre  Responsable,  yo  me  comprometo  a proveerles  de  todo,  de  manera  que  nada  les  faltará!-. ¡Idénticas  palabras  que  Dios  ha  cumplido  hasta  el  día  de  hoy  diez  años  después,  sin  que  tengamos  que  tocar  puertas  humanas!-.  En  estos  diez  años  he  tenido  una  conciencia  totalmente  clara,  efectiva  y  consciente  de  la  Fidelidad  de  Dios  como  Padre,  lo  cual  magnifica  la  realidad  del  por  qué  el  Señor  Jesucristo  al  resucitar  puso  en  primer  lugar  la  identidad  que  nos  certifica  que  somos  de  arriba,  al  ser  engendrados  por  la  palabra  por  tanto,  tenemos  a  Dios  por  Padre,  ¡Esto  nos  hace  hijos  del  Altísimo!La  identificación  de  Jesucristo  con  nosotros  en  la  cruz  nos  provee  una  identidad  clara,  definida,  provista  por  los  veintitrés  cromosomas  que  aportó  la  virgen  María  los  cuales  se  unieron  a  los  veintitrés  cromosomas  que  aportó  el  Altísimo  como  Padre,  lo  que  nos  da  como  resultado  el  nacimiento  del  Hombre  Perfecto,  llamado  el  Hijo  del  Hombre  en,  y  por  quien  recibimos  el  ADN  divino  en  su  sangre;  Ahora  Jesús  es  nuestro  Hermano  Primogénito  entre  muchos  hermanos. [Romanos  8:29];  Ahora  Él  es  nuestro  Hermano  Mayor  en  el  Reino. Somos  hermanos  del  Rey  de  reyes  en  relación  de  comunión  con  su  Padre  ¡que  es  Nuestro  Padre!  [1  Juan  1:3].  ¡Jamás  había  comprendido  esta  realidad  tan  claro!  Anteriormente  mi  mentalidad  era  similar  a  la  del  mundo,  que  considera  a  Dios  como  Creador,  pero  no  lo  considera  Padre,  de  hecho  hemos  conversado  con  judíos  genuinos  que  se  asombran  y  enarcan  sus  cejas  cuando  a  mi  esposa  y  a  mí  nos  escuchan  referirnos  a  Dios  como  Padre,  porque  para  los  judíos  es  una  ofensa  considerar  a  Dios  como  Padre;de  igual  manera  para  los  árabes  es  ofensivo  y  herético  considerar  a  Dios  como  Padre,  la  realidad  histórica  es  que  para  los  musulmanes  Elohano  tiene  que  ver  con  la  seguridad  paterna  de  Dios,  para  que  tenga  una  idea  incluyo  lo  que  para  ellos  significa  la  palabra  Eloha:  [que  proviene de la raíz árabeAliha, que significastupuit, pavore perculusus fuit, esto es, sorprendido y golpeado por el pavor y no debe confundirse conalaha, dar honor. Encontramos por tanto un parentesco con el árabeAllah, nombre que se usa en el Islam para designar a Dios. Por tanto elnombre Eloha expresa esa impresión creada en el hombre por el poder de Dios; el poder que despierta terror, pavor. Aquel que es señal de  la  confrontación del hombre natural con Dios,  y  que por este motivo despierta terror entre los hombres],  por  este  sentir  de  los  del  Medio  Oriente,  respecto  a  su  fe  de  los  sentidos  hemos  comprendido  el  asombro  e  incredulidad  que  despierta  en  judíos  y  árabes  (tenemos  amigos  de  ambas  religiones),  a  la  mención  de  la  palabra  Dios  es  mi  Padre.  Me  costó  a  mí  años  entender  lo  que  está  tan  claro  en  Juan  20:17,  sin  embargo  mi  corazón  encontró  la  paz,  la  seguridad  y  la  identidad  que  jamás  había  tenido.  Ahora  pasados  los  años  a  partir  de  1980,  cuando  se  acerca  la  hora  del  descanso  nocturno  se  ha  constituido  y  lo  sigue  siendo  mucho  más  en  estos  tiempos,  el  más  grande  de  los  regocijos  al  acostarme  para  continuar  mi  conversación  con  mi  Padre  al  terminar  el  día,  esto  me  llena  de  gozo,  fuerza  y  fuego  divino;  experiencia  que  se  ha  extendido  a  mi  vida  matrimonial  por  veintidós  años  pues  antes  de  dormir  le  digo  a  mi  esposa:  -Vamos  a  adorar  al  Padre-,  personalmente  al  despertar  en  la  madrugada  (su  hora  clásica  es  las  3: a.m.),  me  regocija  el  espíritu  y  el  alma,  y  me  llena  de  emoción  al  preguntarle  cosas  para  el  resto  del  día  dirigido  por  el  Espíritu  Santo  que  nos  guía  a  orar  conforme  a  la  voluntad  expresa  de  Dios  Padre,  lo  cual  nos  evita  andar  de  aquí  para  allá,  y  de  allá  para  acá  en  la  oración,  a  ver  dónde  pega  lo  que  hemos  de  pedir  en  oración.  De  manera  que  con  el  tiempo  hemos  aprendido  a  orar,  conforme  a  su  voluntad,  y  no  desperdiciando  el  privilegio  de  estar  en  su  presencia  pidiendo  y  pidiendo  las  mismas  cosas  que  en  el  fondo  no  dejan  de  ser  reminiscencias  de  duda  e  inseguridad  al  no  saber  si  se  nos  escucha  o  no,  todo  lo  cual  ofende  la  Fidelidad  y  Responsabilidad  del  Padre  y  Dios  que  habla  de  acuerdo  a  su  naturaleza  de  Verdad,  Amor,  Misericordia  y  Bondad.  A  partir  de  ese  encierro  en  el  1980  mi  convicción  personal  fue  arraigada  en  mi  alma,  lo  cual  cambió  totalmente  mi  tiempo  devocional  para  adorarle  más  que  para  pedirle  cosas.  Antes  alababa  a  Dios  por  Jesucristo,  pero  en  ese  encierro  aprendí  la  diferencia  que  existe  entre  alabar  y  adorar.  Amo  a  mi  Padre  celestial  sin  ignorar  que  es  el  Dios  al  que  debo  hablar  con  el  respeto,  reverencia  y  disposiciones  que  como  Creador  se  merece  sin  confundir  sus  roles  de  Padre  y  Dios.


Adelantando  el  destino  matrimonial

Hay  una  gran  diferencia  en  entender  el  corazón  del  Padre  que  como  Dios  desea  regir  los  destinos  de  nuestro  entero  ser  para  asegurarnos  la  permanencia  en  su  Reino,  ¡Pero  sobre  todo  nuestro  privilegio  de  hijos  e  hijas!  Razón  por  la  cual  muchas  veces  suceden  acontecimientos  en  nuestras  vidasque  pasan  desapercibidos  hasta  que  no  aprendemos  a  no  solo  entender,  sino  que  mucho  más  a  conocer  las  intenciones  sanas,  únicas  y  protectoras  de  Dios;  por  lo  cual  suceden  cosas  que  se  vuelven  experiencias  (buenas  o  malas),  que  marcan  nuestras  vidas  para  enseñarnos  a  honrar  los  dichos  de  Dios  sin  ignorarlos  u  olvidarlos  “porque  no  entendamos  nada”  en  el  momento  de  recibirlos;  por  esta  razón  les  comparto  como  ejemplo  la  experiencia  que  me  tocó  vivir  durante  mi  soltería  de  joven,  a  principios  del  año  1966.  Mientras  pastoreaba  en  Sosua  fui  visitado  por  el  profeta  Elías  Serna  Palacios,  el  cual  fue  enviado  directamente  a  ese  pueblo,  él  venía  acompañado  por  un  equipo  de  discípulos  desde  Hemet,  California,  entre  ellosse  encontraba  la  profetisa  Silvia  Polanco;  en  ese  tiempo  me  sentía  atraído  por  una  jovencita  de  la  congregación  de  mi  amigo  Gregorio  Artiles  el  cual  aprobaba  nuestra  relación  de  interés  (por  respeto  no  menciono  el  nombre  de  ella),  sobre  todo  más  por  atracción  espiritual  que  emocional  por  la forma  sobrenatural  en  que  Dios  la  usaba  (nunca  había  visto  a  una  muchacha  ser  usada  por  palabra  de  ciencia  tan  certera  y  directa),  Dios  le  mostraba  nombres  de  personas  que  nunca  había  visto,  cuando  la  enviaba  le  daba:  nombre,  dirección  y  la  condición  que  tuviera  la  persona.  Atraído  más  por  su  dones  que  por  su  físico,  pedía  dirección  al  Señor  acerca  de  la  posibilidad  de  que  Él  aprobara  nuestro  “mutuo  sentir”.  Una  de  las  tardes  que  el  profeta  y  su  equipo  me  visitaron donde  yo vivía  en  Sosua,  mientras  orábamos  todos  los  del  equipo,  yo  le pedía  al  Señor  en  secreto  acerca  de  mi  sentir  por  esa  joven  (deseando  que  me  hablara),  le  pedía  dirección  respecto  a  mi  soledad  y  mis  intenciones  con  esa  joven.  Nunca  le  comentaba  a  nadie  nada  acerca  de  mi  vida  privada,  porque  me  acostumbre  a  platicar  con  el  Señor  Jesucristo  directamente, en  esa  tarde  mientras  yo  me  encontraba  de  rodillas  la  profetisa  Silvia  se  acercó  a  mí,  y  me  habló  al  oído  diciendo:  -esto  te  dice  el  Señor:  Hay  una  gran  sima  entre  lo  que  estás  pidiendo  y  mi  propósito  contigo,  sin  embargo,  si  tú  me  haces  esta  petición,  yo  puedo  concedértela  si  tú  lo  quieres-.  Automáticamente  le  dije  al  Señor  (todo  en  silencio  entre  Él  y  yo),  -Señor,  si  no  se  puede,  no  quiero  nada  que  tú  no  hayas  trazado  para  mí  vida,  ¡olvídate  de  mi  petición!-.  Ahí  murió  esa  petición,  y  con  el  tiempo  pude  ver  la  misericordia  de  Dios  para  conmigo.  Lamentablemente  esa  joven  se  apartó  del  Señor  de  manera  que  cuando  volví  a  saber  de  ella  cuando  estuvimos  mi  esposa  Rossi  y  yo  en  República  Dominicana  en  el  1994 todavía  estaba  apartada  del  Señor. 

Posteriormente,  en  el  1967,  mientras  de  nuevo  oraba  pidiendo  compañía,  recibí  otra  palabra  profética  de  boca  de  la profetisa  Silvia  Polanco  mientras  yo  oraba  en  silencio  en  una  reunión  de  ministros,  ella  se  acercó  a  mí  y  me  dijo  al  oído  -dice  el  Señor  que  no  busques  compañía  aquí  en  tu  tierra,  porque  tu  esposa  está  en  Centroamérica,  él  dice  que  te  guardes  para  Él-,  me  asusté  y  dejé  de  orar  por  compañía.Sin  embargo,  en  el  1968conocí  a  una  sierva  de  oración  muy  poderosa, su  vida  recatada  y  apartada  para  el  Señor  me  atrajo  por  la  forma  en  que  oraba  y  compartía  visiones,  tratos  y  sueños,  de  modo  que  enamorado  de  la  gracia  de  Dios  por  la  forma  en  que  Dios  la  usaba,  olvidando  las  profecías  de  que  mi  esposa  estaba  en  Centroamérica contrajimos  matrimonio.  En  el  1973,  sin  embargo,  en  esa  misma  fecha  llegó  a  República  Dominicana  la  profetisa  Lidia  Colón,  la  cual  nunca  me  había  visto,  los  diferentes  ministros  me  hablaron  de  ella  diciéndome  cuánto  la  usaba  el  Señor  con  palabras  de  ciencia,  providencialmente  ella  llegó  al  lugar  donde  me  encontraba  y  sin  siquiera  presentarnos  me  dijo:  -tengo  una  palabra  de  Dios  para  ti,  el  Señor  me  está  mostrando  una  mujer  al  lado  tuyo-,paró  de  darme  la  palabra  y  me  preguntó  -¿Eres  casado?-,  le  respondí que  sí,  inmediatamente  siguió  diciendo:  -tu  matrimonio  solo  durará  diez  años,  te  veo  llegando  a  New  York,  con  otra  esposa-.  Terminó  de   hablarme  y  se  fue,  nunca  más  nos  hemos  vuelto  a  ver.  Precisamente  por  razones  físicas  la  consumación  del  matrimonio  solo  exactamente  diez  años.  Pues  por  razones  físicas  a  los  diez  años  de  casados.  Mi  esposa  me  explicó  las  razones  por  las  que  ya  no  me  podía  servir  en  la  intimidad.  Posteriormente  partió  con  el  Señor  al  que  tanto  amó.  Por  problemas  internos  en  su  cuerpo  tuvo  cuatro  perdidas  sin  embargo,  me  dejó  una  niña  preciosa.  Durante  los  diez  años  de  matrimonio  ella  había  tenido  cuatro  pérdidas  de  criaturas;  pero  en  el  mes  de  octubre  de  1972  mediante  un  sueño  el  Señor  me  mostró  que  me  iba  a  dar  una  niña  y  que  ella  sí  sería  para  mí,  desde  que  mi  primer  esposa  quedó  embarazada,  todos  los  que  nos  “profetizaban  nos  decían  que  iba  a  ser  un  niño  que  Dios  usaría  poderosamente” esto  se  dio  a  través  de  “treinta  profecías”;  por  esa  razón  cuando  tuve  el  sueño  yo  guardé  silencio  de  manera  que  ni  siquiera  a  mi esposa  le  comenté  nada,  lo  que  sí  me  extraño  fue  que  en  el  sueño  yo  veía  que  en  sus  orejitas  habían  unos  brillantitos  bien  bonitos,  y  en  el  lugar  donde  debía  estar  su  órgano  sexual  lo  que  vi  fue  un  arca  del  pacto  por  lo  que  pregunté  extrañado:  ¿Qué  significa  esto  señor?  Su  respuesta  fue:  -Porque  están  haciendo  un  ídolo  de  su  sexo-;  finalmente  en  el  mes  de  marzo  de  1973  Dios  nos  dio  una  preciosa  nena,  la  niña  Karen  Bellanira  Mercedes  Castillo,  que  al  día  de  hoy  es  una  profetisa  y  pastora  en  el  Señor;  de  ella  y  su  esposo  Mario  Esquivel  Dios  nos  ha  dado  una  nieta  preciosa:  Stacy  Rebeca,  y  el  nieto  Luisito,  ambos  son  dones  de  Dios  porque  supuestamente  nuestra  hija  Karen  no  podía  tener  criaturas  porque  científicamente  tenía  la  matriz  de  niña;  durante  cinco  años  de  casada  deseaba  tener  hijos.  Una  noche  mientras  ministraba  en  la  congregación  que  pastoreaba  mi  esposa  Rossi  Arguedas  en  Costa  Rica  estaba  enseñando  acerca  de  la  fe  de  Abraham,  en  un  momento  determinado,  el  Señor  me  abrió  los  ojos  espirituales  y  pude  ver  una  criatura  en  el  vientre  de  mi  hija  Karen,  y  tomando  mis  labios  el  Señor  le  dijo  directamente:  -para  el  año  que  viene  tendrás  en  tus  brazos  la  criatura  que  tanto  has  deseado-  ¡Stacy  nació  justo  al  año!  Los  médicos  la  llamaron  la  niña  milagro,  porque  ellos  decían  que  esa  niña  no  podía  nacer,  el  esposo  tuvo  que  firmar  porque  el  hospital  no  quería  asumir  los  riesgos  pues  decían  que,  o  se  moría  mi  hija,  o  se  moría  la  criatura;  pero  las  palabras  de  mi  hija  eran:  -Dios  habló  por  mi  padre,  y  todo  lo  que  él   dice  se  cumple,  por  tanto  esa  niña  nace-.  Junto  con  la  niña  crecía  la  matriz,  años después  el  Señor  le  dijo  a  mi  hija,  que  Él  le  daría  la  parejita.  Ahora  tiene  un  hijo  varón,  y  la  niña  Stacy.  ¡Dios  es  Fiel! 

Estando  en  Costa  Rica  presidiendo  el  centro  de  Restauración  Ministerial  que  presidía  en  ese  país,  en  el  cual  recibíamos  alumnos  que  con  el  tiempo  se  constituían  en  discípulos  de  la  visión  de  extender  el  Reino  de  Dios;  cerca  de  doscientos  jóvenes  durante  esos  años  de  preparación,  fueron  enviados  por  el  Señor  a  las  naciones  y  continentes,  pues  cada  cierto  tiempo  esos  discípulos  vivían  con  nosotros  bajo  el  mismo  techo,  en  ese  año  llegó  a  permanecer  con  nosotros  una  joven  con  profunda  hambre  de  Dios  la  cual  la  primera  vez  que  asistió  a  una  de  mis  actividades  evangelísticas  bajo  carpa  tuvo  una  experiencia  sobrenatural,  esto  fue  en  el  1981;en  esa  ocasión  estaba  ayudando  a  levantar  en  la  zona  de  Puriscal  una  congregación  para  la  Iglesia  Evangélica  Nacional.  En  ese  tiempo  mientras  yo  compartía  mi  testimonio  de  cómo  vine  al  Señor,  ella  se  encontraba  de  pie  a  un  costado  de  la  carpa  a  mitad  de  la  misma,  y  cinco  años  después  me  compartió  lo  que  vio  en  esa  ocasión,  me  dijo  que  mientras  yo  hablaba,  vio  una  cadena  de  plata  que  salió  de  su  espíritu,  la  cual  comenzó  a  avanzar  hasta  el  centro  de  la  carpa,  y  que  simultáneamente  pudo  ver  cómo  de  mi  espíritu  salió  otra  cadena  también  de  plata  que  avanzando  se  unió  a  la  que  salía  de  su  espíritu  en  el  centro  de  la  carpa;  ella  me  comentó  que  al  ver  esta  visión  sintió  caer  sobre  todo  su  cuerpo  literalmente  un  roció  el  cual  la  cubrió  empapándola    por  completo,  por  supuesto  que  ella  no  sabía  que  desde  el  1967  el  Señor  me  ha  hablado  diciendo  que  mi  ministerio  es  como  el  roció  en  medio  de  su  pueblo  (que  no  se  ve  cuando  cae).  Durante  cinco  años guardó  silencio  porque  no  entendió  nada  acerca  de  esa  experiencia,  esa  joven  era  la  hermana  Rossi  Arguedas  Miranda;En  el  1983  ella  tuvo  un  sueño  en  el  que  se  veía  llegando  a  San  Salvador,  y  al  pasar  por  migración,  escuchó  que  le  decían:  -¿su  estado  civil?-,  y  ella  respondió:-casada-,  mientras  entregaba  su  pasaporte  en  el  que veía  que  decía:  nombre  del  cónyuge:  Luis  Mercedes  Martínez.  ¡Por  supuesto  que  nunca  compartió  eso  con  nadie,  solo  lo  escribió  en  su  diario  personal!  Duró  diez  años  reprendiendo  a  Dios  creyendo  que  ese  trato  era  del  diablo.  En  el  1990,  estando  en Guatemala invitada  por  el  apóstol  Norman  Parish  director  de  la  organización  Cristo  Centro,  le  tocó  compartir  las  enseñanzas  con  la  profetisa  Kathy  Lechner  de  Chicago,  y  ella  fue  la  primer  mujer  que  sin  hablar  español  le  profetizó  acerca  de  su  matrimonio. 

En  el  1992  la  profetisa  Kathy  Lechner  fue  invitada  a  Costa  Rica  por  la  pastora  Sigryd  Acuña,  sin  saber  la  profetisa  Kathy  Lechner  que  la  hermana  Rossi  Arguedas  estaba  pastoreando  le  habló  por  palabra  de  ciencia  con  estas  palabras:  -¡veo  que  tienes  un  nuevo  ministerio,  te  veo  trabajando  en  un  campo  y  la  tierra  es  muy  dura-;  de  nuevo  en  esa  ocasión  volvió  a  hablarle  del  apresuramiento  de  su  matrimonio;  en misterio  le dijo  estas  palabras:  -él  siempre  ha  estado  a  tú  lado,  pero  yo  le  haré  comprender  que  lo  que  yo  le  estoy  poniendo  por  ti  es  amor,  y  éstas  serán  sus  primeras  palabras:  -¿Entonces  esto  que  yo  siento  por  ella  es  amor?-.Todavía  yo  no  era  viudo,  pero  mi  esposa  primera  estaba  deteriorándose  internamente.  Durante  doce  años  de  conocer  a  la  hermana  Rossi   Arguedas,  yo  me  había  mantenido  orando  por  su  esposo  donde  quiera  que  estuviera,  mi  petición  continua  era:  -“Señor,  dale  un  esposo  que  la  ame,  un  esposo  que  la  cuide  y  la  sepa  valorar;  dale  un  esposo  que  la  guie  a  su  destino  en  ti”-;  en  diferentes  ocasiones  la  veía  en  sueños  casándose,  por  ejemplo  en  una  ocasión  soñé  que  estaba  vestida de  novia  y  sabía  que  se  casaba  con  un  apóstol.  ¡Pero  nunca  vi  quién  era  el  esposo!En  otra  ocasión  le  vi  pastoreando  en  Estados  Unidos,  y  en  el  sueño  sabía  que  su  esposo  era  un  apóstol  que  en  esa  ocasión  estaba  fuera  del  estado en  una  misión.  Después  del  fallecimiento  de  mi  primera  esposa  el  Señor  comenzó  a  enviarnos  profetas  y  profetisas  de  Estados  Unidos,  de  Venezuela,  de  Panamá  exclusivamente  para  hablarnos  en  público  y  privadamente  confirmando  nuestra  unión  matrimonial. También  cuando  ella  viajaba  por  las  naciones,  por  diferentes  profetisas le  hablaban  de  la  fisionomía  y  país  de  su  futuro  esposo  y  su  condición  de  extranjero  (hasta  el  día  de  hoy  jamás  he  visto  a  ninguna  de  esas  profetisas  que  le  hablaron  a  ella  sin  nunca  haberme  visto);  Por  supuesto  ella  nunca  mencionó  esto  a  nadie,  sino  que  todo  lo  escribía  en  su  diario  personal  el  cual  guardaba  con  candado.  La  primer  y  única  persona  que  me  habló  en  el  1987  porque  que nos  vio  juntos,  en  seguida  me  profetizó  en  secreto  que  ella  sería  mi  esposa  fue  la  profetisa  Elizabeth  Mata  de  Saltillo  Coahuila,  México,  a  la  cual  reprendí  duramente  hasta  hacerla  llorar,  y  luego  seis  años  después,  le  tuve  que  pedir  perdón  por  la  forma  en  que  la  traté  cuando  me  dio  la  palabra. El  día  que  yo  le propuse  matrimonio,  lo  primero  que  hizo  fue  enseñarme  su  diario,  y  los  diferentes  tratos;  y  lo  segundo  fue  ponerme  tres  condiciones:  -¡1).  “Si  mi  familia  lo  acepta;  2).  Si  su  hija  lo  acepta,  3).  y  si  la  iglesia  que  pastoreo  lo  acepta,  tiene  mi  sí.  Si  una  de  esas  tres  condiciones  falla,  no  puedo  aceptar”!-,  El  cómo  sucedieron  las  cosas,  es  otra  historia,  pero  ella  decidió  salirse  de  las  instalaciones  del  centro  e  irse  a  vivir  a  con  la  primer  persona  que le  habló  del  Señor:  Su  amiga  Soledad  Baeza.  Ella  nunca  había  visitado  San  Salvador,  y  precisamente  diez  años  después  de  esa  visión  donde  veía  que  yo  era  su  esposo,  llegamos  invitados a  ministrar  una  serie  de  actividades  pastorales,  y lo  más  impresionante  fue  que  al  pasar  por  migración  la  primera  pregunta  que  le  hizo  el  agente  fue:  -¡¿Su  estado civil?!-,ella  respondió  -casada-.Por  esta  razón  a  través  de  los  veintidós  años  de  matrimonio  que  llevamos  casados  desde  el  mes  de  noviembre  del  1993  siempre  he  entendido  que  ella  fue  y  es,  ¡La  esposa  de  Centro  América  de  la  cual  me  habló  en  el  1967! 

Comparto  esta  parte  de  mi  vida  para  crear  conciencia  de  que  debemos  esperar  en  cada  palabra  que  hayamos  recibido  del  Señor,  sin  que  apresuremos  nada,  ni  adelantemos  nada  si  no  tenemos  seguridad  en  el  espíritu. Testifico  todo  esto,  para  que  sepan  que  esto  somos  como  ministerios,  como  familia,  como  discípulos  e  hijos  del  Señor.

Volviendo  de  nuevo  a  mi  llegada  a  Costa  Rica  la  cual  se  debió  a  que  en  el  1976,  me  encontraba  ministrando  la  palabra  en  la  Isla  de  Aruba,  en  la  Iglesia  de  Dios  Pentecostal,  donde  pastoreaba  el  siervo  de  Dios  Luis  Centeno  junto  a  su  esposa  Úrsula  de  Centeno,  el  domingo  24  de  febrero  de  ese  año  mientras  estaba  solo  en  el  balcón  de  la  casa  de  ellos  (habían  salido  a invitar  inconversos),  escuché  la  voz  audible  del  Señor  cuando  me  dijo:  -Ahora  irás  a  Costa  Rica-.Como  siempre  que  recibo  un  trato  lo  callo  hasta  el  momento  preciso  no  comenté  nada  a  los  pastores  cuando  llegaron  a  la  casa.  En  la  noche  mientras  predicaba,  pude  ver  en  visión  claramente  cómo  se  acercó  un  personaje  con  alas,  que  se  inclinó  sobre  el  hombre  derecho  de  la  hermana  Úrsula.  Inmediatamente  paré  el  mensaje  y  dije:  -¡estoy  viendo  un  ángel  hablando  a  la  hermana  Úrsula,  hermana  usted  tiene  una  palabra  para  el  pueblo  dígala!-,  sin  embargo,  lo  que  ella  hizo  fue,  levantarse  y  darle  más  velocidad  al  ventilador  que  estaba  en  el  techo.  Al  terminar  mi  labor  en  Dios,  le  entregué  al  pastor  Centeno  diciéndole  al  oído,  -varón,  su  esposa  tiene  palabra  para  el  pueblo,  insístale  que  la  dé  por  favor-,  de  modo  que  al  pararse  al  frente  de  la  congregación  le  solicitó  a  su  esposa  que  compartirá  el trato  que  tenía.  Poniéndose  de  pie  y  sin  pasar  al  frente,  la  hermana  Úrsula  testificó  preguntando:  -¿hermanos,  ustedes  vieron  cómo  me  levanté  a  dar  más  velocidad  al  ventilador  cuando  el  hermano  Luis me  habló?  Añadiendo  dijo:  -es que  yo  me  estaba  quemando  del  fuego  que  sentía,  porque  escuché  la  voz  del  Señor  que  me  decía:  Dile  a  mi  siervo  Luisque  ahora  va  para  Costa  Rica-.  ¡Ellos  no  sabían  nada  de  lo  que  me  dijo  el  Señor  en  la  tarde  acerca  de  Costa  Rica!  En  seguida  el  pastor  Centeno  le  dijo  a  la  congregación:  -¡Hermanos,  vamos  a  enviar  al  hermano  Luis  a  Costa  Rica!  ¡Ellos  me  donaron  los  pasajes  de  avión  para  ese  país  centroamericano  donde  duré  treinta  años,  y  encontré  a  la  esposa  de  Centroamérica!  El  cómo  llegué  es  otra  historia,  pues  estando  en  Alajuela  donde  el  pastor  Francisco  Rojas  (Chico),  a  la  esposa  el  Señor  le  había  hablado  de  que  les  enviaba  un  apóstol  para  que  los  ayudara.  A  los  tres  días  de  estar  ministrando  en  la  congregación,  el  Señor  le  confirmó  diciéndole:  -Él  es  el  apóstol  que  les  prometí-.  Esa  es  otra  historia  intensa  pues  sucedieron  cosas  que  nunca  había  visto  en  otro  país.

Dios  sacudió  el  sueño  espiritual  de  esa  nación  en  la  que  percibí  vientos  de  avivamiento;  cuatro  visiones  diferentes  he  recibido  acerca  de  lo  que  se  está  gestando  en  ese  país  centroamericano,  ¡Lo  he  visto  y  sé  que  vendrá!  mi vida  de  oración, ayunos  yvigilias  tuvieron  efectos  maravillosos  que  me  sirvieron  para  levantar  diferentes  congregaciones  donde  no  había  testimonio  cristiano  para  las  diferentes  organizaciones dentro  del  país.  Les  comparto  que  hacer  esto,  elevaba  mi  “autoestima”,  y me  hacía  sentirme  “importante  por  lo  que  hacía”;  Como  he  estado  compartiendo  que  desde  República  Dominicana  mi  vida  de  oración  se caracterizaba  por mantener un nivel que para mi ego  en  esos  años  era “especial”, pues  orabaen  todo tiempo  apuntando  las  peticiones  de  los  hermanos  incluía  todo tipo de situaciones, por enfermos,  pidiendo  unción  para  liberaciones de endemoniados, por las finanzas de los santos, por problemas de familiares, en fin, vivíasóloa un nivel  de  peticiones,  y  ¡mucha intercesión guerrera cuando no se le llamaba  con  esos  términos!Como  he  testificado  más  arriba,  la  razón  por  la  que  tenía  una  problemática  constante  por  mi  pobre  autoestima,  todo  por  la  falta  de  conocimiento  más  profundo  acerca  del  Carácter  de  Dios  como  Padre  y  Amigo  personal;  aunque  avanzaba  por  toda  América  Latina,  levantando  congregaciones  para  las  diferentes  organizaciones,  y también  realizando  reuniones  de  oración  a  nivel  interdenominacional;  sin  embargo,  mi  seguridad  personal  estaba  sumamente  afectada  por  el  tipo  de  relación  conflictiva  y  distante  que  viví  con  mi  padre  biológico,  de  modo  que  esta  pobre  autoestima  arraigada  en  mi  inconsciente  afectaba  mi  relación  de  intimidad  con  el  Padre.  Mi  estancia  en  Costa  Rica fue  determinante  para  ser  elevado  a  nuevos  niveles  de  cumplimientos  en  la  palabra  profética  antes  dicha  desde  1964,  pues  desde  Costa  Rica  se  abrieron  las  puertas  para  el  resto  de  Latinoamérica,  y  posteriormente  algunas  de  las  naciones  del  continente  europeo.

Fue  durante  esos  viajes  que  mis  ojos  espirituales  fueron  abiertos,  hasta  palpar  y  entender  una  visión  que  recibí  del  Señor  en  el  1971,  cuando  fui  trasladado  por  el  Espíritu  a  diferentes  naciones,  en  las  se  me  mostraban  diferentes  congregaciones  con  un  solo  perfil,  pude  ser  testigo  de  la  condición  de  la  iglesia  que  vive  atada  al  sistema  netamente  episcopal  (del  púlpito  a  la  banca),sistema  que  ahoga  la  vida  de  relación  de  comunión  directa  e  individual  con  el  Padre,  lo  cual  automáticamente  ahoga  la  vida  de  comunión  global,  orgánica  y  espiritual  de  la  Iglesia  como  Cuerpo  de  Cristo;  haciéndola  disfuncional,  dependiente  de  dirección  más  horizontal  y  humana,  y  con  muy  poca  dirección  vertical,  lo  que  en  ignorancia  espiritual  viola  las  intenciones  del  propósito  divino  de  hacer  de  cada  creyente  un  templo  de  relación  vertical.  Mi  corazón  se  siente  retado,  cada  vez  que  leo  pasajes  como  los  que  incluyo  aquí:  «He  aquí  que  vienen  días,  dice  Jehová,  en  los  cuales  haré  nuevo  pacto  con  la  casa  de  Israel  y  con  la  casa  de  Judá.  No  como  el  pacto  que  hice  con  sus  padres  el  día  que  tomé  su  mano  para  sacarlos  de  la  tierra  de  Egipto;  porque  ellos  invalidaron  mi  pacto,  aunque  yo  fui  yo  un  marido  para  ellos,  dice  Jehová.  Pero  este  es  el  pacto  que  haré  con  la  casa  de  Israel  después  de  aquellos  días,  dice  Jehová:  Daré  mi  ley  en  su  mente,  y  la  escribiré  en  su  corazón;  y  yo  seré  a  ellos  por  Dios,  y  ellos  me  serán  por  pueblo.  Y  no  enseñará  más  ninguno  a  su  prójimo,  ni  ninguno  a  su  hermano,  diciendo:  Conoce  a Jehová;  porque  todos  me  conocerán,  desde el  más  pequeño  de  ellos  hasta  el  más  grande,  dice  Jehová;  porque  perdonaré  la  maldad  de  ellos,  y  no  me  acordaré  más  de  sus  iniquidades».  [Jeremías  31:31-36];  Cierto  que  esta  es  promesa  dada  a  Israel  y  Judá,  sin  embargo,  su  negativa  a  recibir  al  Mesías;no  invalida  la  extensión  de  Dios  al  profetizar  que  otro  pueblo  que  no  preguntaba  por  Él  sería  alcanzado.  [Deuteronomio  32:21];  de  manera  que  el  Dios amorosoabrió  la  puerta  a  las otras  ovejas  gentiles  que  sí  experimentaron  esa  palabra  profética  pues  estaban  incluidos  en  el  propósito  trazado  desde  la  eternidad,  por  esa  razón  Jesucristo  anunció  proféticamente:  «También  tengo  otras  ovejas  que  no  son  de  este  redil;  aquellas  también  debo  traer,  y  oirán  mi  voz;  y  habrá  un  rebaño,  y  un  pastor…  Mis  ovejas  oyen  mi  voz,  y  yo  las  conozco,  y  me  siguen».  [Juan  10:16, 27];  La  iglesia  del  primer  siglo  experimentó  la  realidad  de  conocer  y  entender  al  Dios  que  se  revela  a  su  creación;  constituyéndola  en  su  habitación,  como  el  apóstol  Pablo  lo  certifica  a  los  Corintios  a  los  cuales  les dice:  «¿Y  qué  acuerdo  hay  entre  el  templo  de  Dios  y  los  ídolos?  Porque  vosotros  sois  el  templo  del  Dios  viviente,  como  Dios  dijo:  Habitaré  y  andaré  entre  ellos,  Y  seré  su  Dios,  Y  ellos  serán  mi  pueblo?».  [2  Corintios  6:16].  ¡Pablo  está  hablando  a  gentiles  ¡las  otras  ovejas!  Eso  extiende  el  versículo  34  de  Jeremías  31,  que  anunciaba  que  «ninguno  dirá  a  su  hermano:  Conoce  a  Jehová,  porque  todos  le  conocerían».  De  igual  manera  el  apóstol  Pablo  certifica  que  los  creyentes  de  Éfeso,  eran  enseñados  directamente  por  Cristo:  «Mas  vosotros  no  habéis  aprendido  así  a  Cristo,  si  en  verdad  le  habéis  oído,  y  habéis  sido  enseñados  por  él,  conforme  a  la  verdad  que  está  en  Jesús».  [Efesios  4:20-21];  Juan  el discípulo  amado  es  más  enfático  al  decirle  a  sus  hijos  espirituales  que  ellos  tenían  la  capacidad  de  ser  dirigidos,  enseñados  y  sustentados  al  estar  en  Cristo  por  quien  recibimos  la  unción:  «Pero  vosotros  tenéis  la  unción  del  Santo,  y  conocéis  todas  las  cosas…  la  unción  que  vosotros  recibisteis  de  él  permanece  en  vosotros,  y  no  tenéis  necesidad  de  que  nadie  os  enseñe;  así  como  la  unción  misma  os  enseña  todas  las  cosas,  y  es  verdadera,  y no  es  mentira,  según  ella  os  ha  enseñado  permaneced  en  él».  [1  Juan  2:20, 27].

Cierto  que  las  Escrituras  del  Nuevo  Testamento  nos  enseñan  que  tenemos  cinco  ministerios;  los  cuales  son  ministerios  de  maduración  que  enseña  a  los  creyentes  a  conocer  las  cosas  que  son  exacta   cuando  se  filtra  algún  error  en  la  recepción  de  las  cosas  sobrenaturales;  porque  la  realidad  viviente  es,  que  nuestra  labor  es  capacitar  a  los  santos  para  que  ellos  continúen  la  misma  esencia  de  nuestro  trabajo  en  la  obra  como  lo  entendió  el  apóstol  Pablo  y  se  lo  comunica  a  los  Efesios.  [Efesios  4:11-13].  Somos  la  extensión  de  Dios  en  la  tierra,  para  afirmar  la  razón  por  la  que  Jesucristo  murió  ocupando  nuestro  lugar  en  la  cruz  para  acercarnos  a  Dios,  y  devolver  así  la  comunión  que  experimentaba  Adam  en  el  huerto  del  Edén;  comunión  que  era  con  el  Verbo,  pero  que  fue  extendida  del  Padre  hacia  nosotros  después  de  la  resurrección  del  Señor  Jesucristo.  Apóstoles,  profetas  y  maestros,  constituyen  el  equipo  de  maduración,  mientras  que  pastores  crean  el  balance  supervisando  y  manteniendo  los  rebaños  de  los  cuales  surgen  los  miembros  del  cuerpo  de  Cristo,  que  deben  encajar  en  el  edificio  como  piedras  vivas,  mientras  todos  vamos  siendo  constituidos  en  el  templo  Santo  en  el  Señor.  En  ese  orden  evangelistas  tiran  la  red  y  pescan  las  personas  sin  Cristo.

Durante  mis  52  años  de  ministerio,  en  tres  ocasionesdiferentes  he  recibido invitaciones  del  Señor  para  tener  encierros  con  Él.  La  primera  fue  en  el  1970,  en  esa  ocasión  recibí  iluminación  amplia  en  la  palabra,  conocimiento  revelado  en  las  Escrituras  acerca  de  los  eventos  que  vendrían  sobre  la  iglesia  en  la  tierra  en  los  fines  de  los  tiempos;En  ese  primer  encierro  que  duró  seis  meses,  fui  invitado  por  el  Señor  a  cubrirme  con  ceniza  sobre  mi  cabeza,  y  a  estar  tres  meses  vestido  con  ropas  de  sacos  de  cabuyas,  sin  salir  ni  siquiera  a  la  acera  de  mi  casa,  mucho  menos  a  la  calle  o  iglesias  recibí  infinidad  de  tratos  que  jamás  entendí  en  esos  años,  y  luego  me  enviaba  profetas  que  ni  siquiera  sabían  dónde  vivía  para  decirme  que  las  cosas  que  me  estaba  enseñando  no  eran  para  ese  tiempo,  que  no  las  predicara  porque  me  traerían  persecución  innecesaria.  En  el  1970  yo  era  muy  joven  interna  y  externamente,  por  lo  que  entendí  con  el  tiempo,  que  necesitaba  ser  preparado  para  las  naciones  (nunca  había  salido  de  mi  país);  lo  que  no  entendí  fue,  que  cuando  servimos  al  Dios  de  José,  y  recibimos  tratos  de  Él,  podemos  ser  expuestos  a  malos  entendidos  y  persecuciones  por  apresurar  contando  los  sueños  de  arriba  a  los  hermanos  mayores  en  edad,  pero  cortos  de  entendimiento  espiritual  tratos  que  al  final  provocan  la  envidia  de  ellos,  que  tienen  más  años  en  el  evangelio  y  no   entienden  por  qué  los  más  jóvenes  reciben  cosas  que  ellos  “no  reciben”.  Durante  esos  seis  meses,  sin  predicar,  ni  pastorear  ni  enseñar,  aprendí  a  desarrollar  mi  convicción  en  el  vivir  en  Dios  por  la  gracia  de  su  Hijo  ¡Pero  todavía  no  tenía  relación  íntima  con  Dios  como  Padre!  Eso  sí,  ese  encierro  me  habilitó  para  emprender  un  camino  ascendente  en  la  vida  de  Fe,  vi  cosas  sobrenaturales  que  se  están  cumpliendo  en  todo  el  globo  terráqueo  ahora.  Lo  más  esplendoroso  de  esos  meses  de  encierros  fue,  que  pude  ser  testigo  de  ser  transportado  por  el  Espíritu  Santo  quien  tomando  mi  espíritu  como  a  Ezequiel  me  permitió  ver  algunas  de  las  que  me  había  hablado  Dios  al  mostrarle  a  la  pastora  Consuelo  Mateo,  que  yo  viajaría  cuando  me  vio  atravesando  el  Atlántico  en  el  1964;  durante  esos  seis  meses  pude  ver  las  naciones  que  visitaría  en  el  futuro  dirigido  por  el  Espíritu  Santo  que  me  llevaba  sobre  ellas  en  ese  1970;  hoy  puedo  decir  que  en  un  noventa  y  cinco  por  ciento  he  visitado  no  solo  la  mayoría  de  las  naciones  del  continente  Americano;  sino  que  también  algunas  del  continente  europeo.  De  manera  que  puedo  decir  además,  que  en  ese  primer  encierro  recibí  cosas  impresionantes  de  lo  que  sucedería  en  el  mundo.  Durante  los  posteriores  años  después  de  ese  primer  encierro  fui  fortalecido  para  avanzar  en  una  visión  de  su  propósito  que  estaba  bastante  difuso  para  mí,  pero  que  a  través  de  los  primeros  quince  años  iba  cobrando  forma  en  mi  entendimiento;  en  ese  encierro  se  me  permitió  ver  como  se  perfilaba  el  panorama  profético  en  las  naciones  sobre  todo  en  el  Medio  Oriente  con  Israel  y  las  naciones  árabes;  a  pesar  de  que  no  conocía  la  geografía  de  los  continentes  que  visitaba  impulsado  por  el  Espíritu,  pues  hasta  ese  tiempo  en  el  pasado  no  había  estudiado  en  ninguna  escuela, En  mis  primeros  11  años  en  el  Evangelio  no  leía  otro  libro  que  no  fuera  la  Biblia; en  el  1972  el  Señor  me  dijo:  -vas  a  escribir-,  por  supuesto  que  no  me  dijo  cuándo,  para  mí  una  de  las  cosas  más  impresionantes  fue  que  sin  leer  libros  cristianos,  experimenté  la  maravillosa  experiencia  de  conocer  en  visiones  dadas  por  el  Espíritu,  la  forma  en  que  se  movía  la  iglesia  del  primer  siglo;  más  de  cuarenta  años  después  he  escrito  cuatro  libros  acerca  de  esos  tiempos  y  lo  que  la  iglesia  necesita  hoy;  por  esa  razón  les  comento,  por  qué  me  enviaba  profetas  sin  ellos  saber  dónde  vivía,  y  en  qué  estaba,  para  decirme  que  las  cosas  que  estaba  recibiendo  no  eran  para  que  las  hablara  en  ese  momento  de  recibirlas,  pues  eran  para  los  fines  de  los  siglos.

la  segunda  ocasión  que  fui  llamado  al  encierro  sucedió  en  Costa  Rica  cuando  mi  primera  esposa  me  comunicó  que  no  me  podía servir  más  como  mujer,  esta  vez  en  el  1980,  durante  los  tres  años  que  duró  el  encierro  cosas  que  Dios  me  había  hablado  en  el  1966  comenzaron  a  tener  sentido,  y  principios  de  cumplimientos  que  se  me  habían  prometido  comenzaron  a  suceder;  El tercer  encierro  está  aconteciendo  ahora,  mientras  nos  encontramos  viviendo  en Yuba  City,  Californiaciudad  de  avivamiento,  han  pasado  dos  años  y  medio  de  encierro;  en  las  tres  ocasiones  de  encierro  he  recibido  instrucciones  de  mantenerme  adorando,  descansando  y  esperando  su  dirección,  las  tres  ocasiones  que  he  sido  apartado  por  el  Señor,  han  elevado  la  esfera  de  entendimiento,  y  capacidad  para  administrar  los  misterios  del  Cuerpo  de  Cristo  y  de  Dios;  cosas  que me  han  sido  confirmadas  por  diferentes  profetas  y  profetisas  de  diferentes  lugares  de  América  Latina,  India,  Canadá,  y  de  aquí  en  América  del  norte;  profetas  me  han  llamado  a  mi  número  telefónico  ¡Sin  conocerme  y  sin  yo  dárselo,  lo  hacen  para  explicarme  la  causa  por  la  que  me  tiene  encerrado  en  esta  ciudad.  Ahora  como  nunca  tengo  claridad  acerca  de  los  acontecimientos  que  se  aproximan.

Necesitamos  comprender  que  estamos  viviendo  épocas  en  las  cuales  lo  que  menos está  percibiendo  la  iglesia  es,  que  los  tiempos  actuales  al  ser  acortados  están  apresurando  muchas  cosas  que  para  muchos  están  pasando  desapercibidas,  sobre  todo  el  hecho  de  que  el  planeta  ha  sido  desviado  centímetros  de  su  eje  central,  además  de  que  la  tierra  está  girando  a  mayor  velocidad  que  siglos anteriores,  (La  ciencia  astronómica  y  la  geológica  lo  han  verificado), lo  que  provoca  que  las  24  horas  de  ahora.  No  sean  las  mismas  24  horas  de  hace  cincuenta  años.  ¡Se  han  reducido  aunque  no  lo  comprendamos!  Y  siendo  que  esto  hace  que  todo  se  vea  más  apresurado  en  el  correr  de  los  tiempos,  hay  más  agitación,  menos  horas  para  cumplir  con  todo  lo  planeado,  con  las  cuotas  de  compromisos  contraídos,  ¿Consecuencias?  Más  stress,más  discusiones  entre  las  familias  por  el  “atrasado”  en  hacer  las  tareas  diarias  en  el  aparente  “mismo  tiempo”,  las  estaciones  se  están  adelantando  y  la  naturaleza  está  reflejando  patrones  de  conducta  extrañísimos;  una  de  las  cosas  que  he  entendido  durante  este  mi  tercer  encierro,  es  cuánto  necesitamos  aprender  a  escuchar  nuestro  espíritupara  que  no  seamos  presionados  más  de  lo  debido  por  el  alma  y  sus  impaciencias;  por  esta  causa  tanto  mi  esposa  como  yo,  estamos  siendo  entrenados  para  conocer  el  secreto  de  vivir  en  la  paz  y  el  reposo  del  espíritu  que  debe  influenciar  y  atraer  el  alma  a  esa  paz  y  quietud  interior;  sobre  todo  estamos  aprendiendo  a  escuchar  al  espíritu  nuestro  adorando  y  platicando  en  lenguas  espirituales  con  Dios  el  Padre,  o  con  el  Espíritu  Santo  o  el  Hijo;  mientras  en  medio  de  tensiones  simultáneamente  escuchamos  nuestra  alma  cantarhimnos  y  cánticos  espirituales;  nuestra  vida  esta  experimentan  cosas  renovadoras  en  el  espíritu,  la  mente  y  la  forma  de  entrar  a  nuevas  dimensiones  en  el  llamado. 

Mientras  vivíamos  en  Elk  Grove,  una  de  las  ciudades  de  Sacramento  la  capital  del  estado  de  California  en  el  2009  el  Señor  le  habló  a  mi  esposa  Rossi  con  claridad  diciéndole  -Metamorfosis,  es  tiempo  de  metamorfosis-,  ella  en  principio  no  entendió  qué  significaba  esto,  sin  embargo,  en  una  de  sus  noches  de  vigilias  veía un  águila,  pero  le  llamó  la  atención que  veía  esa  águila  gorda,  con  los  pies  cubiertos  por  las  plumas  y  las  garras,  muy  largas,  y  le  hizo  entender  que  esa  águila  era  ella,  con  estas  palabras:  -renovación  de  plumajes-,  todavía  no  había  sido  llamado  al  tercer  encierro  al  que  también  ella  ha  entrado,  lo  primero  que  entiendo  que  debo  cancelar  son  las  actividades,  cero  viajes  ministeriales,  cero  predicas  (Dios  sigue  siendo  el  Padre  Responsable  en  la  provisión  de  todo),  a  partir  del  mes  de  mayo  del  2016  ha  comenzado  a  hablarnos  que  el  tiempo  de  encierro  está  terminando.  Los  encierros para  mí  han  sido  similares  a  los  que  le  acontece  a  las  águilas  viejas  que  necesitan  irse  a  las  montañas  para  renovarse.  Antes  de  los  tres  encierros  inclusive  este,  mi  vida  estaba  sumergida  en  la  obra,  y  desde  que  nos  casamos  hace  veintidós  años,  orábamos  por  causa  de  las  actividades,  ayunábamos  por  causa  de  las  actividades,  hablábamos  en  base  a  los  viajes  propios  de  las  actividades,  hasta  que  estando  en  una  reunión  de  oración  de  ministros  prominentes  de  la  ciudad  de  Yuba  City,  y  aunque  había  un  fuego muy  fuerte,  mi  esposa  que  siempre  se  ha  caracterizado  por  ver  las  manifestaciones  de  Dios  en  milagros,  señales,  liberaciones,  bautismos  en  Espíritu  Santo  y  voz  directa  a  los  ministros,  notaba  la  presencia  del Señor,  ¡Pero  no  su  manifestación!  Y  extrañada  le  preguntó  al  Espíritu  Santo,  qué  por  qué  no  se  movía  más  en  la  ciudad.  La  respuesta  fue  inmediata:  -¡Mucha  distracción!  ¡Sí!  Lamentablemente  estamos  tan  inmersos  en  las  tan  variadas  actividades  programadas  dentro  de  las  congregaciones  que  no  tenemos  tiempo  para  escuchar  nuestro  espíritu  y  sus  reales  necesidades  de  Dios  y  mayores  dimensiones  de  conocimiento  de  su  Carácter  en  nuestras  almas.  Por  esta  causa  Dios  está  llamando  a  encierros  íntimos,  porque  para  los  últimos  tiempos  que  estamos  viviendo  se  requiere  escuchar  más  a  Dios el  Espíritu  Santo,  que  traerá  sobre  la  iglesia  en  los  continentes  las  más  grandes  manifestaciones  de  Dios  como  Padre.

Antes  de  ser  llamado  a  ese  encierro  segundo  del  1980,  más de la mitad de mi vida la había dedicado a sentirme orgulloso de ser utilizado por Dios como su siervo, le hablaba a nivel de siervo, era agresivo en la oración  (a  veces  irrespetuoso  y  reclamante),  como  si  Dios  fuera  mi  esclavo,  y  yo  su  amo, por la forma  en  que  estaba  acostumbrado  y  consciente de ser escuchado  por  Él  como  “su  siervo”, me regocijaba en verificar el cumplimiento de las respuestas de mi Dios, perocomo  le  comento:  ¡Tenía problemas de comunicación con Él como mi Padre!  Por  eso  entiendo  la  razón  por  la  que  fui  invitado  a  entrar  al  segundo  encierro  en  mi  ministerio.

Durante  ese  segundo  encierro  de  mi  vida ¡esta  vez  el  tiempo  fue  más  largo!  Duró  del  1980  al  1984,  no  podía  salir  a  predicar,  ni  aceptar  invitacionesporque  debía  estar  totalmente  encerrado,  durante  ese  segundo  encierro  fue  que  comencé  a  escribir  mis  primeros  cinco  libros.  Al  ser  invitado  a  encierros,  cada  vez  que  esto  sucede  mi  ministerio  sale  con mayor  nivel  de  luz  en  el  entendimiento; porque  mi  espíritu  es  introducido  a  niveles  de  entendimiento  en  la  palabra,  que  ensanchan  la  esfera  de  dimensión  en  la  fe,  y  el  alcance  de  la  labor  en  el  llamado  se  realiza  con  mayor  unción  en  los  continentes  porque  mis  ojos  son  abiertos  a  la  iluminación  profunda  de  la  palabra,  y  comienzo  un  nuevo  ciclo  en  el  ministerio. Durante  ese  segundo  encierro,  en  el  mes  de  febrero  del  1981,  mientras  oraba  me  quedé  dormido  y  pude  ver  en  visión cómo  me  encontraba  en  una  celda  que  tenía  solo  un  camastro  pequeño,  una  mesita  pequeña  y  un  candil,  pude  verme  vestido  con  una  túnica  larga  semejante  a  las  de  los  tiempos  de  Cristo,  en  la  misma  visión  podía  ver cómo  se  acercaban  jóvenes  a  las  rejas  de  la  celda,  yo  sabía  que  venían  a  retirar  papiros,  y  se  iban,  también  sabía  que  ellos  salían  a  enseñar  directamente  de  esos  papiros.  Le  pregunté  al  Señor,  ¿qué  visión  es  esta  Señor?  Su  respuesta  fue:  -Yo  te  daré  hijos,  y  ligaré  la  lealtad  a  sus  corazones,  tú  te  invertirás  en  ellos,  y  ellos  manifestarán  mi  gloria-;personalmente  yo  siempre  había  entrenado  a  diferentes  jóvenes  cedidos  por  los  pastores  de  diferentes  denominaciones,  yo  sabía  que  al  impartir  sobre  ellos  de  los  dones  que  operaban  en  mí,  los  pastores  que  los  enviaban  los  reconocían  como  hijos  nacidos  del  ministerio,  y  retornaban  a  sus  congregaciones  a  extender  la  visión  y  unción  de  hacer  discípulos  cuando  en  la  Isla  no  se  conocía  ni  se  enfatizaba  ese  término.

Después  de  esa  visión  en  sueño,  la  primer  persona  que  comenzó  a  caminar  lado  a  lado  conmigo,  organizando  y  administrando  con  eficacia  profesional  todos  los  asuntos  del  ministerio  desde  1981  fue  la  hermana  Rossi  Arguedas,  la  cual  desde  1993  es  mi  esposa,  ella  fue  la  primera  discípula  que  me  pidió  que  quería  ponerse  bajo  la  autoridad  de  mi  ministerio,  y  así  ha  sido  hasta  el  día  de  hoy;  con  el  tiempo  ella  conquistó  el  ministerio  evangelístico,  luego  el  oficio  de  profetisa,  el  tercer  llamado  que  conquistó  fue  el  de  pastora  y  después  el  de  maestra;  constituyéndose  así  en  hija  ministerial  de  la  unción.  Ella  comenzó  a  colaborar  extendiendo  la  esencia  de  la  visión, en  el  1983  conocí  al  segundo  discípulo  fuerte  que  caminó  conmigo  hasta  que  partió  con  el  Señor,fueel  evangelista  pastor  y  profeta  Santiago  Morales,en  la  actualidad  su  esposa  Ligia  Lacayo  de  Morales,  profetisa  y  anciana  en  el  pastorado,  sigue  con  nosotros  hasta  el  fin  de  nuestros  días,  la  tercer  persona  que  se  entregó  al  Señor  por  medio  de  un  hijo  del  ministerio  fue  Sairy  González  ahora  más  de  treinta  años  después  es  profetisa  y  pastora  ellos  y  otros  más  llevan  más  de  treinta  años  conmigo,  y  son  pilares  en  el  ministerio. 

En  ese  segundo  encierro  pero  en  el 1981  fue  que  recibí  la  mayor  seguridad  de  identidad  que afirmó mi  vida sucedieron  muchos  tratos  a  mi  espíritu  que  me  marcaron,  uno  de  ellos  fue  cuando  escuché  al  Señor  decirme  con  dulce,  tierna  pero  firme  y  clara  voz:  -Quiero que comiences a verte como yo te veo, no quiero que el criterio que emitan los hombres de  ti, sea lo que determine tu caminar en mi Presencia, acéptate como yo lo hago, mírate como yo te veo-.  De  momento  no  entendí  la  razón  de  esas  palabras;  sin  embargo,  con  el  tiempo  aprendí  a  conocer  la  esencia  de  las  mismas,  pues  por  causa  de  hablar  de  la  restauración  de  principios  que  deben  ser  devueltos  a  la  iglesia  como  los  plasmé  en  el  primer  libro  que  me  mandó  a  escribir  el  Señor,  titulado:  Dios  Ha  dicho:  Yo  Restituiré. Él  mejor  que  nadie  conocía  de  las  persecuciones  que  se  levantarían  contra  el  ministerio  por  la  demanda  de  la  palabra  de  la  eternidad.  El  aumento  de  las  persecuciones  que  me  ha  traído  la  exposición   de  los  principios  de  restauración  de  las  cosas  sepultadas  en  la  iglesia  de  los  primeros  doscientos  años  d.C.,  estas  cosas  fortalecieron  y  templaron  mi  espíritu  como  nunca.  ¡Eso contribuyó al cambió del rumbo de mi vida!Comencé a  hablar  de  las  visiones,  palabras,  y  enseñanzas  que  me  había  dado  desde  el  1965  hasta  el  1970.  A  partir  de  1984,  que  terminó  el  encierro, de  nuevo  volví  a  recorrer  algunas  de  las  naciones  que  había  visitado  desde  el  1976  al  1979.  En  ese  mismo  año  mientras  oraba  escuche  la  voz  audible  del  Señor  diciéndome:  -Ahora  irás  Texas-,  cumplimiento  que  se  vio  materializado  en  el  1985,  tiempo  en  el  que  se  abría  por  primera  vez  Estados  Unidos  al  ministerio. 

Durante  ese  encierro  del  1980  al  1984  mi  espíritu  captó  con  claridad  la  esencia  de  la  visión  de  la  eternidad  plasmada  en  el  deseo  de  Dios de  trabajar con hijos  idóneos, no con personas que trabajen  “paraÉl,  sino  con  Él! Este  entendimiento  se  amplió  mucho  más  ahora  en  el  2016  cuando  mi  amada  esposa  Rossi  me  compartió  lo  que  entendió  del  pasaje  de  Hebreos  13:21,  donde  el  apóstol  Pablo  asegura  la  esencia  de  la  elección  que  hemos  recibido,  que  es  la  de  permitir  que  Dios  nos  haga  aptos  (sensibles  a  las  directrices  del  Espíritu  Santo),  para  que  en  toda  buena  obra  que  realicemos  hagamos  la  voluntad  de  Él  (no  la  nuestra),  haciendo  Él  en  nosotros  lo  que  es  agradabledelante  de  Él  por  Jesucristo.  [Hebreos  13:21];  como  mi  esposa  fue  alcanzada  directamente  por  el  Señor  Jesucristo,  y  Él  habla  con  ella  de tú  a  tú,  sus  experiencias  y  su  entendimiento  de  la  palabra  me  sirven  de  retroalimentación;  por  cuanto  esta  es  y  debiera  ser  la  mayor  de  las  recompensas  de  introducir  y  engendrar  hijos  en  la  visión  eterna.  Sobre  todo  cuando  sabemos  que  estamos  llamados  a  engendrar  hijos  que  se  constituyan  en  los  restauradores  de  calzadas  por  donde  deben  andar  los  redimidos  escalando  diferentes  niveles  en  la  comunión  con  nuestro  Padre  y  Dios,  quien  es  el  que  debe  andar  a  través  de  nosotros,  porque  así  lo  determinó  al  enviar  a  su  Hijo  Jesucristo  a  preparar  Camino  para  andarlos  Dios  en  nosotros,  de  modo  que  como  Padre  manifestándose  a  sus  hijos  e  hijas,  cumpla  lo  que  pudo  hacer  con  su  Hijo  ¡Habitar  en  Él  por  el  Espíritu  Santo! 

Estoy  listo  para  iniciar  mi  vuelo  de  águila  renovada  después  del  encierro,  en  el  entendimiento  tengo  una  nueva  concepción  de  los  tiempos  que  ciertamente  estamos  viviendo  en  el  mundo.  Por  esa  causa  divina  ahora  puedo  comprender  con  profundidad  las  palabras  del  apóstol  Pablo  acerca  de  la  necesidad  que  tenemos  de  que  Dios  nos  haga  aptos  para  que  hagamos  su  voluntad,  ¡Necesitamos  conocer  el  propósito  de  nuestra  elección  según  el  designio  trazado  en  la  eternidad!  Para  que  entendamos  y  comprendamos  que  es  Él  quien  quiere  operar  desde  dentro  de  nosotros.  Él  quiere  hacer  lo  que  es  agradable  a  Él  ¡No  a  nosotros!  Ese  entendimiento  me  ha  impactado  profundamente.  Cuando  Dios  demanda  nuestro  apartamiento,  es  para  comunicar  a  nuestros  espíritus  los  avances  noticiosos  de  sus  buenas  nuevas  para  todos  los  tiempos.  Eso me impactó  soberanamente;  sobre  todo  que  durante  ese  segundo  encierro,  trajo  a  cumplimiento  lo  que  me  había  hablado  en  el  1972  de  que  iba  a  escribir,  cosa  que  de  nuevo  volvió  a  repetir  en  1982, por  cuya  razón  y  en  espíritu  de  obediencia  comencé  a  escribir,  hasta  ahora  se  me  ha  permitido  escribir  catorce  librosy  decenas  de  folletos  acerca  de  lo  que  la  iglesia,  tenía,  lo  que  la  iglesia  perdió  bajo  las  sombras  de  los  maestros  del  error,  y  lo  que  la  iglesia  ha  estado  recuperando  a  partir  de  las  décadas  cuarenta,  cincuenta  y  con  alto  énfasis  la  década  de  los  sesenta. 

Por  todo  esto,  puedo  decir  que  somos  hijos  que estamos  dispuestos  a  permitirle  al  Creador,  y  Dios,  ¡Todo  lo  que  a  Él  le  agrade!porque  hemos  tomado  la  firme  decisión  de  que  Él  cumpla  el  objetivo  por  el  cual  nos  escogió:  Permitirle  andar,  haciendoÉl en  nosotros  por  Jesucristo  lo  que  a  Él  le  agrade;  porque  sinceramente  estamos  cansados  de  ver  a  los  hombres  de  altar  haciendo  los  programas  que  ni  siquiera  expiden  olor  a  Cristo.  Queremos  ver  su  propósito  realizado  tal  y  como  lo  vemos  en  su  Palabra  en  Hechos  de  los  Apóstoles,  previo  al  arrebatamiento.Esto  somos  nosotros,  gente  con  identidad  definida,  teniendo  la  marca  genética  del  ADN  divino  por  la  sangre  de  Jesús  de  Nazaret.  ¡Esto  somos  en  Dios!

Posiblemente  al  leer  miautobiografía  te  parezcan  inconcebibles  las  vivencias  que  expongo  en  nuestro currículum  espiritual,  pero  tranquilo,  porque  mi  especial  y  mayor  confianza  es  que  sé  que  tienes  a  Jesucristo  en  tu  corazón,  y  al  Espíritu  Santo  que  habita  en  ti,  por  lo  tanto,  sé  que  Él  es  el  único  que  da  testimonio  de  los  hijos de  Dios;  por  supuesto que  si  nunca  has  tenido  una  experiencia  viva  con  Jesucristo  el  Hijo  de  Dios,  este  es  un  momento  determinante  porque  puedes  invitarlo  a  que  entre  en  tu  corazón  y  se  haga  dueño  de  tu  vida,  ¡Entonces  sí  me  entenderás! 


Dr. Luis  Mercedes  Martínez