sábado, 17 de septiembre de 2016

Definiciones de Paternidad espiritual y Paternidad Ministerial.

Definiciones de Paternidad espiritual y Paternidad Ministerial.

         En  estos  tiempos  del  fin  en  los  que  se  le  están  devolviendo  a  la  Iglesia  el  orden  correcto  de  todas  las  cosas  antes  anunciadas  por  los  profetas,  como  dice  la  traducción  de  la  Biblia:  Dios  Habla  Hoy  acerca  de  Hechos  3:21.  Una  de  las  cosas  que  Dios  está  despertando  es  la  conciencia  clara  acerca  del  molde  de  extensión  de  su  Palabra  y  Su  Espíritu  que  estableció  para  su  Hijo  antes  de  que  éste  viniera  a  la  tierra  como  Hombre.  El  profeta  Isaías  anuncia  dos  cosas  que  sucederían  cuando  el  Verbo  se  hiciera  carne. 

1.     Se  rodearía  de  discípulos  que  se  constituirían  en  una  señal  para  la  nación  de  Israel.  (Isaías  8:14-18).  ¡No  porque  Israel  no  conociera  ese  estilo  de  vida  iniciado  por  los  profetas  que  se  rodeaban  de  discípulos  que  luego  eran  considerados  hijos  de  los  profetas!  Con  Samuel  se  consolidó  este  principio.  (1  Samuel  19:20,  24;  2  Reyes  2:3,  5,  7,  15).

2.     Sería  modelo  de  transferencia  de  Espíritu  a  espíritu,  para  que  la  Palabra  y  la  unción  que  Dios  depositaría  sobre  Él  se  extendieran  de  Él  a  sus  discípulos-hijos,  y  de  los  hijos  de  Él  a  los  hijos  de  sus  hijos  ¡Para  siempre!  (Isaías  59:21).

Para  dar  cumplimiento  a  esto  fue que Jesús  como  el formador  de  Dios  que  forma  el  espíritu  del  hombre  dentro  de  él  como  lo  enseña  Zacarías  12:1,  en  se  entendimiento  fue  que  Él  envió a los discípulos a echar fuera demonios, resucitar muertos, y sanar enfermos, ¡Sin ellos tener la llenura del Espíritu,  solo  por  transferencia  de  espíritu a  espíritu:  De  Él  a  ellos  como  estaba  profetizado  en  Isaías  59:21!Cuando ellos volvieron, a partir de ahí es que Él los llama hijos.  Primero  caminaron  un  tiempo  con  Él  luego  los  envía  de  dos  en  dos.  Al salir a la labor de entrenamiento, ellos fueron enviados con la unción delegada que Él les impartió; Perofue  hasta  que  volvieron a Él,  que  en sus espíritus ya habían adquirido la seguridad de que en Él y por la obediencia a su mandato habían adquirido el conocimiento suficiente para comenzar  a  saber quién era Él en realidad. ¡Esa es la dinámica del discipulado! Guiar a la gente a tener un encuentro con el  Poder  Eficaz de Dios, más que con un conocimiento intelectual  acerca  de su  Poder. Al volver a Él de la misión de entrenamiento, traían en sus espíritu la convicción de saber de quién habían recibido tal poder. Habían comprendido que en  Él, ellos estaban completos.  Ellos  entraron  bajo  la  cobertura  de  su  unción,  y  esta  era  la  segunda  labor  de  su  misión  como  Siervo  de  Dios  (que  comenzó  primero),  llamar,  escoger,  instruir  y  entrenar  a  los  que  serían  elegidos  para  continuar  su  labor  por  toda  la  tierra. 

La palabra“Elegir” en  el  Antiguo  Testamento  tiene que ver con  elverbo hebreo  (mashaj)  («ungir, untar, consagrar»,  “Ungir”, es“Derramar”con aceite especial  sobre  los  elegidos, con aceite grueso. A su vez el verbo griego chrino, significa extender,  a  través,  y  precisamente:  Esa es la esencia de la unción, extender la manifestación de Cristo de uno a otro por transferencia  de un oficio o ministerio a  través  de  un discípulo.  Jesús  compartió  su  unción con los discípulos y a través del entrenamiento ellos nacieron  bajo  la unción que los  estaba  activando en el  involucramiento  con  su  ministerio.  El  mejor  molde,  calcado  fue  el  empleado  por  el  Señor  Jesucristo  con  los  discípulos  de  Él  porque  Él  tenía  conciencia  de  lo  que  había  venido  a  hacer,  ¡No  solo  morir  por  la  humanidad,  sino  entrenar,  y  constituir  los  canales  que  extenderían  la  unción  formativa  de  Cristo  en  ellos  después  de  su  partida.  Por  esa  razón,  cuando se entiende la finalidad de desatar de la unción personal  en  otros,  es  introducirlos  por  entrenamiento  para  operar  bajo  esa  unción  delegada  hasta  que  ellos  puedan  conquistar  con  el  Espíritu  Santo,  su  propia  unción,  Mientras  tanto,  ellos deben entender que están fluyendo a partir de la unción que está en el que les imparte para que sean desatados en elCuerpo  de  Cristo.  Por  supuesto  que  debemos  comprender  que:

1.     La unción delegada solo es prestada de tu espíritu a sus espíritu hasta que ellos conquistan su unción personal al entrar en relación íntima con el Espíritu Santo.

2.     Eso fue lo que hizo Jesús el formador. Él  envió a los discípulos a echar fuera demonios, resucitar muertos, y sanar enfermos, ¡Sin ellos tener la llenura del Espíritu Santo!

Cuando  los  discípulos  nacen de tu unción, se constituyen en hijos de tu ministerio. Es a esa gente a la que se le extiende la cobertura de impartición, conservación y extensión de la visión. Dios realmente no cubre ministerios, cubre la visión para la cual nacieron los ministerios:  Capacitar (educar los espíritus en el entendimiento de la visión de Jesús),  nuestra  labor  consiste  en  impartir  instrucciones específicas que  orientan  el entendimiento  de  la gente  que  nos  rodean,  hasta  que  podamos  forman el  Carácter de Cristo en ellos, entrenándolos por medio de la unción  que desata  dones  espirituales  sobre  ellos, para que ellos hagan (Pory  para  extensión), la obra del ministerio. ¿Cuál es la obra del ministerio: Edificar (Construir)el  Carácter de Cristo en los discípulos.  Esa  fue  la  razón  por  la  que  los apóstoles, fueron los hijos ministeriales del Señor Jesucristo  como  estaba  profetizado  en  el Antiguo  Testamento  como  luego  veremos  más  adelante.  Es a esos hijos descendientes del Hijo, que Dios envía su Espíritu (La Sombra del  Altísimo se recibe a través del Espíritu Santo). Cuando  tus  discípulos  han nacido en  el  entendimiento  de  la visión de extender el Reino de Dios a través de  sus  espíritus,  ¡Es que Dios el Padre los cubre!  Porque  son los hijos ministeriales nacidos de los lomos espirituales del Señor Jesucristo,  por  tanto,  es  a   través  de  ellos  que  Dios el Padre puede extender ese  estilo  de  vida  establecido  por  y  para  Su Hijo Eterno,  operando  enellos  como  a  Él  le  agrada.Los  apóstoles  al  salir  de  los  lomos  espirituales  del  Hijo  de  Dios el Padre, le constituyeron en Padre  Eterno.Marcos narra acerca de la relación que envolvía al Señor y sus discípulos más cercanos, a quienes Él consideraba no solo sus discípulos, sino que los llamaba: Hijos.(Marcos 10:24). Cuando se acerca su partida, y Él observa que ellos se muestran un poco turbados, y casi confundidos. Les llama: Hijitos. (Juan 13:33). Observemos que cuando Él resucita y se les aparece de nuevo, les trata otra  vez  con cariño de Padre mostrando seguridad afirmativa al decirles  de  nuevo: «Hijitos, ¿Tenéis algo de comer?». (Juan 21:5).

Conclusión. ¿Quiénes son discípulos? Los que nosotros escogemos para impartirles de  nuestra experiencia  vivencial,  y  no  solo  conocimiento.  ¡Pero también  algo mucho más profundo! Nuestra unción y  Carácter ministerial al depositar de nuestra unción sobre ellos,  y  nuestra  conducta  vivencial. ¡Eso fue lo que dijo Dios el Padre, que haría al enviar a Cristo el Señor a la tierra

¿Cuál  era  el  propósito  que  Dios  buscaba  a  través  del  discipulado?  El  de  perpetuar  un  estilo  de  vida  de  transferencia,  en  el  que  nuestros espíritus  debían  ser  revestidos  de  Cristo,  (Gálatas  3:27);  para  reproducir  el  mismo  modelo  de  trabajo  en  la  extensión  del  Reino,  que  Su  Hijo  inició;  por  tanto,  esta  también  es  nuestra  labor  en  al  desarrollar  paternidad:  Introducir  a  nuestros  discípulos  a  la  visión  del  Reino  hasta  constituirlos  en  hijos  ministeriales.  Somos  llamados  a  tener  y  a  hacer  discípulos  para que Dios extienda a través de ellos el mensaje del Reino que exalta al Rey Jesús.  En  esta  labor,  los  hijos no te escogen a ti.  ¡Tú escoges a  aquellos  que  tú  quieres involucrar  (embarazar)en la visión discipular para producir hijos  para  que  Dios por Su Espíritu se  sirva  de  ellos  y  siga extendiendo el Evangelio del Reino por todas las naciones de la tierra.  Por  supuesto,  que  sies  Evangelio de Reino, debe  ser  Evangelio de Poder, y Demostraciones del Carácter del Hijo de Dios. «Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.  Y  a  los  predestinó,  a  éstos  también  llamó;  y  a  los que  llamó,  a  éstos  también  justificó;  y  a  los  que  justificó,  a  éstos  también  glorificó». (Romanos  8:29-30).  ¡Hay  una  maravillosa  glorificación  sobre  nosotros  desde  el  momento  en  que  entramos  a  la  iglesia!

Éste  era  el  objetivo Divino:Enviar al Hijo  Unigénito a la tierra, para  constituirlo en Primogénito entre muchos hermanos ungidos como Él.  Al  alcanzar  este entendimiento,  necesitamos  recalcar  que  se  requiere  rodearse  de  piedras  vivas  que  podamos  formar,  hasta  que  encajen  en  el  fundamento  del  Edificio  que  es  la  iglesia-Cuerpo  de  Cristo.  Esto  habla  de  algo  más que tener ovejas  alrededor  (por  lo  menos  hablamos  de  apóstoles  y  profetas),  porque  las ovejas las atienden los pastores. Tampoco estamos  hablando  de  rodearnos  de  gente sincera y  sólo  responsable porque  de  ellas  están  llena  las iglesias,  entendamos  que  para la gente responsable están los maestros que educan el intelecto de sus alumnos en las “escuelas dominicales”.

Examinando  el  objetivo  divino  planeado  desde  la eternidad  como  lo
registra  el  apóstol  Pablo  a  los  Efesios,  a  los  cuales  traslada  más  allá  del  tiempo  al  decirles  que  fuimos  escogidos  en  Cristo,  desde  antes  de  la  fundación  del  mundo.  (Efesios  1:4-10).  Para  reunir  el  cielo  y  la  tierra  en una  sola  voluntad:  Reunir  todas  las  cosas  que  se  desorganizaron  en  el  universo  por  causa  de  la  rebelión  de  Lucero,  es  parte  del  plan  y  propósito  del  Creador,  es  decir,  la  desobediencia de  Lucero  provocó  que  Dios  desorganizara  la tierra,  la  reorganizara  de  nuevo  y pusiera  a  Adam  tomado  del  polvo  a  cuidar  el  Edén.  «Porque  así  dijo Jehová,  que  creó  los  cielos;  él  es  Dios,  el  que  formó  la  tierra,  el  que  la  hizo  y  la  compuso;  no  la creó  en  vano,  para  que  fuese  habitada  la  creó:  Yo  soy  Jehová,  y  no  hay  otro…  Yo  hice  la  tierra,  y  cree  sobre  ella al  hombre.  Yo  mis  manos  extendieron    los cielos,  y  a  todo  su  ejército  mandé». (Isaías  45:18;  Isaías  45:12).  Cuando  Dios  creó  al  hombre  sobre  la  tierra  le  dijo  que  cuidara  el  huerto.  ¿Cuidarlo  de  quién?  De  la  serpiente  antigua.  El  libro  de  Génesis  nos  devela  que  con  la  elección  de  Abraham se reinicia la recuperación de la intención del principio divino  de  extender  su  Imagen  en  la  tierra, a través de  la familia de  éste  (La nación hebrea),  fundamentándose  dicha  nación  en  la  promesa  dada  a  Abraham  de  que  en  su  Simiente  serían  benditas  todas  las  naciones  de  la  tierra.  (Génesis  22:18;  Génesis  26:4;  Génesis  28:14);  «Ahora  bien,  a  Abraham  fueron  hechas  las  promesas, y  a  su  simiente.  No  dice:  Y  a  tus  simientes,  como  si  hablase  de  muchos,  sino  como  de  uno:  Y  a  tu  simiente,  la  cual  es  Cristo».  (Gálatas  3:16).  No  olvidemos  este  detalle  definitivo,  que  reinicia  los  diseños  del  propósito  divino,  de  retomar  el  mandato  de  llenar  la  tierra.  (Génesis  1:27-28;  Génesis  9:1);  ¡Pero  ahora  es  a  través  de  la  Nueva  Creación  en  Cristo:  El  Segundo  Adam  del  Propósito  Eterno  que  se  cumple  el  objetivo!  (1  Corintios  15:45-49;  Romanos  8:29;  Mateo  28:19-20).
La idea de llenar la tierra con  Suimagen,  se  concreta  en  Jesús  el Mesías  hebreo,  que  aunque  fue  enviado  a  los  suyos,  y  estos  le  rechazaron,  con  su  gran  comisión  de  Rey  y  Señor,  se  cumple  el  objetivo  de  bendecir  a  las  otras  naciones,  extendiéndose  ese  mandato  hasta  el  apóstol  Pablo  al  ser  enviado  a  ir  a buscar  las  otras  ovejas  (los  gentiles  de  Juan  10:16),  porque  el  objetivo  divino  era  (y  es),  que la descendencia de Adam  Segundo,  que  es  la  imagen  del  Dios  invisible,  llene  toda  la  tierra  con  un  estilo  de  vida  único.  (Colosenses  1:15-20).  ¿Cómo  propuso  Dios  que  sucediera?  A  través de  hijos,  con  los cuales  se  extenderá  la  esfera  de  su  Reino,  por  medio  de  su  Palabra y su unción,  conforme  al  pacto  que  Él  prometió  que  haría  con  los  que  creyeran  y  recibieran  a  Su  Hijo: «Y este serámi pacto con ellos, dijo El Eterno: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca,  ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová desde ahora y para siempre».  (Isaías 59:21.  Las  negritas  son  mías).  Isaías  anunció  que  entre  los  nombres  por  los  que  sería  llamado  el  Verbo,  sobresaldrían:  «…  Admirable,  Consejero,  Dios  Fuerte,  Padre  Eternos,  Príncipe  de  Paz».  (Isaías  9:6);  porque  sería  Admirable  la  labor  de  engendrar  hijos  en  su  espíritu,  a través  del  estilo  de  vida  discipular  que  Él  establecería  a  través  de  su  ministerio,  la  forma  en  que  Él  se  movía  con  sus  discípulos  y  la  autoridad  con  la  que  echaba  fuera  los  demonios,  fue  considerado  doctrina  extraña  para  los  judíos,  y  causa  de  asombro.  (Marcos  1:27),  su  intimidad  con  sus  seguidores  más  cercanos  le  constituiría  en  Consejero  del  Padre  para  ellos  al  hablarles  claramente  y  sin  parábolas,  porque  Marcos  dice  que:  «Y  sin  parábolas  no  les  hablaba,  aunque  a  sus  discípulos  en  particular  les  hablaba  todo».  (Marcos  4:33-34).  Padre  Eterno  del  modelo  de  ministerios  de  trascendencia,  constituidos  durante  su  vida  de  servicio  a  Dios  el  Padres.  (Efesios  4:11);  Dios  Fuerte  al  cual  acudir  cuando  nos  sentimos  débiles,porque  Él  sentado  a  la  diestra  del  Padre  ora  a  diario  por  todos  los  santos.  (Hebreos  7:25);  también  es  nuestro  excelente  Abogado  para  defendernos  de  las  acusaciones  del  diablo.  (1  Juan  2:1-2),  además  Él  es  el  Príncipe  de  Paz:  Mediador  entre  Dios  y  los  hombres.  (1  Timoteo  2:5).  «Porque  nadie  puede  poner  otro  fundamento  que  el  que  está  puesto,  el  cual  es  Jesucristo».  (1  Corintios  3:11). 

El  apóstol  Pablo  es  quien  mejor  describe  la  labor  del  Hijo  de  Dios,en  cuanto  a  extender  el  Reino  de  Dios  a  través  de  discípulos-hijos;  y  lo  hace  usando  el  verbo  griego,  tupos,  es  decir,  modelo  (literalmente,  calcado),  para  referirse  a  la  forma  de  las  sanas  Palabras  anunciadas  por  él,  esta  palabra  aparece  en  2  Timoteo  1:13.  «Reten  la  forma»,  el  verbo  tupos  habla  de  (doctrina-figura,  modelo,  tipo:  Concordancia  Strong,  5179),  con  esta  expresión  griega  y  su  otra  definición  que  es,  upotuposin  (doctrina),  el  apóstol  Pablo  está  pidiendo  al  joven  Timoteo  que  mantenga  la  forma  de  vida  que  aprendió  de  él  mientras  caminaba  a  su  lado;  le  está  recordando  la  forma  en  que  el  Misterio  del  Cuerpo  se  extiende  a  través  de  discípulos  comprometidos  ciento  por  ciento  con  el  Maestro,  y  lo  enfatiza  en  la  segunda  epístola  que  le  escribe  cuando  le  dice:  «Lo  que  has  oído  de  mí  ante  muchos  testigos,  esto  encarga  a  hombres  fieles  que  sean  idóneos  para  enseñar  también  a  otros».  (2  Timoteo  2:2).

         Si  somos  observadores  mientras  leemos  las  epístolas  del  apóstol  Pablo,  notaremos  el  alto  énfasis  que  él  emplea para  referirse  a  los  discípulos  sobresalientes  de  él,  a  los  cuales  cataloga  de  hijos.  Más  adelante  veremos  esta  aseveración.  Por  ahora  procuraré  introducirlos  a  las  diferencias  que  se  ven  en  las  expresiones:  Paternidad  espiritual,  y  paternidad  ministerial,  que  son  diferentes  una  de  otra, porque  en  la  diferencia  de  ambos  términos,  ¡Esta la esencia del discipulado,de  engendrar hijos  a través de los cuales pueda fluir la unción y la  Palabra del Dios y Padre de los espíritus de toda carne!  Necesitamos  comprender  la  diferencia  de  misiones  entre  Adam  tomado  del  polvo, que  reprodujo  una  descendencia  conforme  a  su imagen  caída,  y  la  diferencia  del  postrer  Adam,  nacido,  muerto  y  resucitado  como  el  Segundo  Adam al  ser  levantado  como el  Señor  en  quien  somos  ¡Nueva  Creación  generacional!  «Porque  en  Cristo  Jesús  ni  la  circuncisión  vale  nada,  ni  la  incircuncisión,  sino  una  nueva  creación».  (Gálatas  6:15.  Las  negritas  son  mías).  Por  tanto,  ahora  en  Cristo  Jesús  los  hijos  nacidos  de  nuevo  ¡Somos  nuevas  criaturas!(2  Corintios  5:17).  Siendo  esta  la  señal  que  fue  escogida  desde  la  entrada  del  Verbo  al  mundo,  nacido  y  escogido  con  el  Nombre  de  Jesús  (Salvador),  para  establecer  como  señal,  desde  ahora  en  que  comienza  a  escoger  discípulos  para  que  estuvieran  con  Él  en  el  siglo  I.  (Marcos  3:13-19);  ¡Y  para  siempre!  Mientras  la  iglesia  se  mantenga  en  la  tierra.  Por esa razón poderosa en comparación con el Adam primero  tomado  del  polvo, padre de la creación terrena;Jesucristo es constituido en el Segundo Adam por tanto,  Padre  Eterno Ministerial de la  Nueva generación del Espíritu. (Isaías 9:6; Isaías 8:18; Hebreos 2:10-18;  1 Corintios 15:45-49);  desde  el  momento  en  que  aceptamos  su  vida,  misión  y  comisión  encomendada  a  la  iglesia,  se  nos  invita  a  asumir  el  Carácter  ministerial  y  Paternal  de  Él,  porque  para  eso  fuimos  trasladados  a  Su  Reino  como  enseña  el  apóstol  Pablo  a  los  de  Colosas.  (Colosenses  1:13);  para  adquirir  su  imagen  de  servicio  y  disposición,  a  través  de  la  transformación  del  temperamento,  hasta  que  obtengamos  su  Carácter  Santo,  de  Servicio,  y  de  Pasión  por  agradar  al  Padre  como  Él  lo  estableció.  Para  esto  fuimos  constituidos  en  la:  Nueva nación compuesta de sacerdotes.(1 Pedro 2:9),  para  salar  la  tierra  con  nuestras  lágrimas  y  cambiar  nuestros  barrios,  las  ciudades  y  los  continentes.  Por esta  causa-visión  celestial:  En  la  Iglesia,  los  miembros nacen de laPalabra  de  verdad,  revelada por el Espíritu Santo a nuestro espírituquien  nos  redarguye  y  nos  convencede pecado. (Juan 1:13; Santiago 1:16-18). «según nos escogió en él antes de  la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él». (Efesios 1:4), «Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos». (Romanos 8:29-34).  No  me  canso  de  sobre  enfatizar  esta  verdad  por  la  cual  vivo.

Por  esta  causa  es  que  necesitamos  comprender  la  profundidad  diametral  que  existe  entre  la paternidad espiritual, y la paternidad ministerial. Por ejemplo, podemos llamar padre espiritual a la persona por la que llegamos al Evangelio, en el entendido de que es la persona que te  predicóla  Palabra  y  se  constituye  en  padre  espiritual  (Por supuesto si te da seguimiento  puede  ser  también  padre  ministerial  al  introducirte  en  su  unción  particular), por  ahora  entendamos  que  al  hablarte  del  mensaje,  y  seguir  dándote  seguimiento  enseñándote  los primeros rudimentos de la  Palabra  hasta  hacerte  comprender  que  has  nacido  de  nuevo,  y hace  que  comprendas  que  has  restaurado  de  nuevo  la  comunión  con  Dios  el  Padre  la  cual  se  había  perdido  por  causa  del   pecado  del  primer  Adam,  pero  ahora,  al  entregar  tu  vida  a  Jesucristo  eres  otra  persona. ¡Ese  es  un  padre  espiritual  que  cuida  tu  vida!  Máxime  si  logra  hacerte  comprender  tú  necesidad  de  ser  bautizado  en  las  aguas;  al  conducirte  a  Cristo,  y  continuar  dándote  seguimiento... Por supuesto que hay muchos que entregan sus vidas al Señor por medio de un tratado, o a través de un programa radial o televisivo, o en una cruzada Evangelística, por lo que se puede decir que son hijos  de  una  actividad  en  la  que  posiblemente  no  se  les  dé  seguimiento  personal  de  parte  de  los  auspiciadores  de  dichas  actividades.  Por  supuesto  que  podemos  decir  que  son hijos  del  causante  del  mensaje  sea  por  la  radio,  la  literatura  escrita,  o  una  actividad  al  aire  libre  o  en  una  casa,  pero  no  adquiere  compromiso  contigo  pues  no  sabe  que  entregaste  tu  vida  al  Señor  por  su  prédica.  Pero cuando hablamos de padres ministeriales, entramos a otro nivel de enfoque. Porque el padre ministerial es aquella persona quecon  su vida por medio de su conducta vivencial, te provee un  modelo visual  de seguimiento,un estilo de vida consagrada que deja huella,  al  marcarte  con  su unción,su carácter (Personalidad espiritual y moral  definida), y  con  sus enseñanzas  no  solo  auditivas  pero  también  visuales. Por  tanto,  padre ministerial es aquel que con su unción nos introduce a  la visión que  tiene  de  Dios,  del  Carácter  de  Dios  y  su  propósito  para  la  humanidad;  y nos introduce con su pasión de lleno en el llamado  ¡Aunque  no  nos  hallamos  convertido  con  él  o  ella!Como  en  el  caso  de  Timoteo.  (Hechos  16:1-3;  1  Corintios  4:17)].  Padre ministerial es el que envuelve nuestro espíritu en una visión  que  primero  que  todo  es  visión  de  comunión  con  Dios  y  se  acrecienta  hacia  Dios  y  Su  Espíritu;  padre ministerial es el que desata sobre alguien de su unción y provoca que en esa persona se manifieste el carácter ministerial  de  alguno  de  los  cinco  oficios  de  Efesios  4:11  que  tenga  el  que  te  forma,  además  de  los  dones operados por el que te cubrió con su unción en la que se mueve marcándote  para  siempre. (1  Corintios  4:15;  1  Corintios  12  al  capítulo  14).  Hay personas que no entienden el misterio de tomar a otras personas para enseñarlas, instruirlas, acercarlas a sí mismos  para luego engendrarlos en la visión de la eternidad que se centra en: Hacer discípulos, (no simples prosélitos seguidores).  Cuando  leemos  la  traducción  que  nos  provee  la  Nueva  Versión  internacional  acerca  de  2  Reyes  2:9  que  dice:  «Al  cruzar,  Elías  le  preguntó  a  Eliseo:  -¿Qué  quieres  que  haga  por  ti  antes  de  que  me  separen  de  tu  lado?  -Te  pido  que  sea  yo  el  heredero  de  tu  espíritu  por  partida  doble-  Respondió  Eliseo».  Este  pasaje  de  las  Escrituras  nos  refleja  de  manera  más  objetiva,  la  importancia  de  lo  que  podemos  llamar:  Unción  delegada  de  espíritu  a  espíritu,  ¡Hasta  que  seamos  herederos  de  esa  unción!

         La  legalidad  de  Dios,  consiste  en  que  si  usted  y  yo  logramos  embarazar  el  espíritu  de  nuestros  discípulos,  hasta  darlos  a  luz  como  hijos  ministeriales,  ellos  serán  introducidos  en  alguno  de  los  oficios  de  Efesios  4:11,  esto  es  lo  que  automáticamente  nos  constituye  en  “Padres  Ministeriales”,  por  cuanto  la  herencia  de  nuestra  unción,  debe  reposar  sobre  discípulos  que  luego  pasan  a  ser  constituidos  en  “Hijos  del  Ministerio”.  Como  herederos  de  Dios  y  coherederos  juntamente  con  Cristo.  (Romanos  8:17);  recibimos  una  participación  dentro  del  llamado  prometido  a  Cristo  el  Señor.  Somos  coherederos  de  una  promesa  de  revelación  continua  a  través  de  la  unción  que  pasa  de  espíritu  a  espíritu,  porque  esta  era  la  esencia  primaria  de  la  labor  de  Jesús  el  Hijo,  provocar  que  los  que  creyeran  en  Él  fuera  escogidos  por  el  Padre  para  Él  extender  Su  Palabra  y  Su  Espíritu  de  espíritus  a  espíritus  como  hemos  leído  en Isaías  59:21,  y  se  comprende  mejor  en  Gálatas  3:29.  Esto  nos  revela  el  Carácter  de  Nuestro  Padre,  como  un  Dios  multigeneracional.  (Génesis  28:12-14);  Al  extender  la  misma  promesa  dada a  Abraham,  también  sobre  Jacob  hijo  de  Isaac: «También  le  dijo  Dios:  Yo  Soy  el  Dios  omnipotente:  crece  y  multiplícate;  una  nación  y  conjunto  de  naciones  procederán  de  ti,  y  reyes  saldrán  de  tus  lomos».  (Génesis  35:11).  La  herencia  es  de  quienes  salen de  tus  lomos;  Un  buen  padre  deja  herencia  a  los  hijos  de  sus  hijos  (los  nietos).  (Proverbios  13:22).  ¡Dios no  tienen  nietos  pero  nosotros  sí!

Lamentablemente  hoy  existe  una  orfandad  Ministerial  que  provoca  una  profunda  falta  de  identidad  en  los  que  entran  al  ministerio,  porque  muchos  surgen  de  los  institutos,  seminarios  y  universidades  ¡Pero  estas  entidades  no  nos proveen  paternidad!  Muchos  saben  quién  los  trajo  al  Evangelio,  pero  difícilmente  podemos  decir  con  propiedad,  ¿Quién  nos  dio  la  Paternidad  Ministerial?  No  podemos  llamar  padre  en  el  ministerio  a  cualquier  persona  si  no  nos  han  marcado  con  su  ADN  ministerial.  Los  Padres,  guían,  los  padres  orientan,  los  padres  disciplina,  los  padres  aconsejan,  los  padres  asesoran.  Los  Padres  te  proveen:

1.     Unción  transferida  por  impartición  del  Espíritu  Santo,  por  medio  del  cual  somos  ungidos  por  Dios.  «Y  el  que  nos  confirma  con  vosotros  en  Cristo,  y  el  que  nos  ungió,  es  Dios». (2  Corintios  1:21).

2.     Carácter,  el  cual  se  adquiere  por  observación  de  la  conducta  en  la  vivencia  con  los  discípulos.  «Lo  que  aprendisteis  y  recibisteis  y  oísteis  y  visteis  en  mí,  esto  haced;  y  el  Dios  de  paz  estará  con  vosotros».(Filipenses  4:9).

3.     Hasta  que  alguien  impone  sus  manos  sobre  ti  y  te  comunica  (transfiere  de  su  unción),  (Romanos  1:11;  1  Timoteo  4:14).  Los ancianos  de  la  iglesia  y  algún  profeta  impusieron  las  manos  sobre  Timoteo,  posiblemente  el  profeta  le  trajo  profecía  a  Timoteo,  sin  embargo,  el  apóstol  Pablo  se  acredita  el  honor  de  llamarlo  hijo  al  imponerle  sus  manos  desatándolo  para  el  ministerio.  (2  Timoteo  1:6).

Cuando  se  imparte  una  vida  de  Carácter  de  conducta  sobria,  santa  y  vivencial  delante  de  los  hijos  esto  nos  da  y  les  provee  identidad  propia,  seguridad  y  confianza  de  saber  que  lo  que  hacemos,  es  lo  que  le  va  a  funcionar  a  tus  hijos,  a  los  cuales  les  entregas  el  sello  de  tu  paternidad  ministerial.  Comprenda  que  la  Paternidad  de  Dios  nos concede:

·        Seguridad  personal  (Identidad).
·        Una  sana  autoestima  (Seguridad  interior).
·        Autoridad  para  hablar  al  estar  bajo  sujeción.
·        Provisión  que  nunca  te  falta.
·        Protección.

Cuando  el  Señor  Jesucristo  inició  su  Ministerio  como  Formador  de  conducta,  concibió  su  visión  al  escogerlos.  Observe  que  Lucas  dice  que  «En  aquellos  días  Él  fue  al  monte  a  orar,  y  pasó  la  noche  orando  a  Dios.  Y  cuando  era  de  día,  llamó  a  sus  discípulos,  y  escogió  a  doce  de  ellos,  a  los  cuales  también  llamó  apóstoles».(Lucas  6:12-13).  Notemos  que  Él  fue  embarazado  de  una  Visión:  Constituir  apóstoles  (Los  que  ponen  el  fundamento  recibido).  Repito  una  vez  más:  Los  hijos  no  escogen  a  los  padres,  los  padres  escogen  a  aquellos  en,y  con  los  que  piensan  trabajar.  Observemos  que  cuando  Él  los  escogió,  aunque  eran  discípulos,  también  los  llamó  apóstoles  (los  visualizó  en  su  vocación  por  su  disposición).  Eso  no  indica  que  ellos  ya  eran  apóstoles  ¡No!  Todavía  necesitaban  entrenamiento.  Marcos  dice  que  «Estableció  a  doce,(Reclutamiento)  para  que  estuvieran  con  Él(Propósito),  y  para  enviarlos  a  predicar(Objetivo  final)». (Marcos  3:12-13);  Tenemos  así  Concepción  de  su  visión  (Al  llamarlos  para  estar  con  Él)  Embarazo  (Al  determinarse  a  entrenarlos)  y  Alumbramiento  (Al  enviarlos  con  la  comisión  de  ir  por  todo  el  mundo).(Mateo  28:19-20).  Aunque  hayamos  concebido  una  función  de  formar  el  espíritu  de  los  discípulos,  se  requiere  de  cuidado  durante  el  embarazo  (el  proceso  del  entrenamiento  que  es  delicado  porque  se  demanda  integridad,  seriedad,  y  comprensión  de  ambas  partes  para no abortar el  propósito  de  caminar  juntos  en  entrega  total).  Si  el  formador  no  tiene  una  vida  ejemplar  corre  peligros  de  abortar  la  labor  atrayendo  hacia  sí  a  las  personas  en  el  aspecto  sentimental  y  emocional.

         Los  Padres  engendradores  de  su  visión  en  otros,  llegan  más  lejos  a  través  de  la  unción  en  ellos  que  se  constituyen  en  sus  hijos.  Jesús  se  extendió  a  través  de  sus  doce,  y  luego  los  setenta  hacia  otras  aldeas  que  fueron  tocadas  por  la  unción  delegada  a  ellos.  Esto  nos  habla  de  una  de  las  señales  características  de  los  apóstoles:

1.     Que  son  padres  engendradores  de visión  de  discipulado.

2.     Que  los  hijos  se  constituyen  en  los  herederos  de  su  unción  por  impartición  de  espíritu  a  espíritu.  (1  Corintios  9:1-2;  Corintios  4:1-15-16).

De  Elohim,  adquirimos:  (A).  Carácter.  La  imagen  del  Hijo,  que  es  quien  salva,  sana  libertad  nos  da  carácter  y  es  principalmente  a  quien  debemos  imitar.  (Romanos  8:29;  1  Corintios  11:1,  Filipenses  3:17);  (B).  Del  Espíritu  Santo  recibimos  las  Herramientas  de  servicio  al  impartirnos  los  Dones  espirituales  para  manifestar  el  Espíritu  de  Cristo  en  nosotros.  (1  Corintios  12:7-13).  (C).  El  Padre  nos  provee  Paternidad  responsable.  De  Él  hemos  recibido  el  cumplimiento  de  todas  y  cada  una  de  sus  maravillosas  promesas.

Definitivamente  debemos  despertar  del  sueño de  creer  que  por  tener  multitudes  sin  compromiso  dentro  de  la  iglesia  estamos  caminando  en  la  visión-señal-presagio-gran-comisión  que  como  Iglesia  se  nos  encargó.  Entendamos  que  se  puede  tener mil alumnos que escuchan palabra con nosotros, y sin embargo, nunca ser discípulos.Si  entendiéramos  la raíz de la que  nace  la palabra Discípulo,no nos desgastaríamos tanto con la gente, porque sabríamos distinguir a quiénes podemos dedicarles tiempo, y a quiénes simplemente amarlos  y  escucharlos, darles el consejo o la asesoría que requieren y dejarlos ir;sabiendo  conocer  el  tiempo  exacto  que le vamos a  conceder  al  atenderlos y  saber  cuándo  remitirlos a otros  ministerios.  Cuando  sabemos  quién  es  un  discípulo,  estamos  listos  para  extender  la  unción  a  través  de  ellos.  Pero  sabiendo  que  no cualquiera es discípulo (aunque lo presentemos como tal), por  ejemplo,  Judas  estaba  entre  los  discípulos  ¡Pero  él  tenía  su  propia  visión!  Con  los  años  he  aprendido  que  no  se  puede  trabajar  a  una  persona  que  tiene  “su  visión  del  ministerio  y  de  la  vida  en  Dios”,  porque  la definición real de quién es un discípulo, la encontramos en la raíz griega Math, de esta palabra nace la palabra mathethes (Discípulo), este término griego Math, significa, “Pensar con esfuerzo, para recordar y  retener  las instrucciones que  se  escuchan del maestro para ponerla por obra”.Luego Math, nos  debe  dar una noción clara de lo que significa ser un Discípulo,  entendiendo  que  la  finalidad  del  discipulado  es  proveerle  a  Dios,  gente  a  través  de  las  cuales  Él  pueda  canalizar  la  unción  que  ha  depositado  en  nosotros  para  perpetuar  por  extensión:  ¡Para  Siempre  la  señal  iniciada  con  Jesús!  Un  discípulo  no  es  una  persona  que  tiene  su  propio  “sermón”;  un  discípulo  no  es alguien  que  busca  darse  a  conocer  por  su  impresionante  capacidad  y  dotes  de  “predicar”;  un discípulo  es  alguien  que  proyecta  la  unción  que  se  ha  depositado  en,  y  sobre  él,  por  tanto,  es  alguien que se dedica a:“Pensar, meditar, retener y  recordar con esfuerzo de la mente las instrucciones y enseñanzas  que  debe  exponer,  no  solo  con  la  boca,  y  le  mente,  sino  con  la  conducta  visual que se tiene del maestro, para imitarlo extendiendo su labor”.  «He  aquí  yo  vengo  pronto,  retén  lo  que  tienes,  para  que  ninguno  te  quite  tu  corona».  (Apocalipsis  3:11);retener  instrucciones  y  reproducirlas  es  lo  que  distingue a los discípulos  de  cualquier  alumno, los  discípulos  son  personas que se constituyen en seguidores de un estilo de vida para imitarlo,  más  que  una  “buena  doctrina  para  enseñarla”,  en  toda  enseñanza  hay  mucho  de  teoría,  y  poco  de  contenido  sustancioso  si  no  sale  del  espíritu  y  mucho  de  deducción;  mientras  que  la  vivencia  con  tu  espíritu  y  el  Espíritu  Santo  que  te  ayuda  a  retener  las  palabras  y  la  visión  de  la  conducta  vivencial  de  tu  padre  ministerial  . ¡Es  lo  que hace a un discípulo,  la  imitación  de  su  conducta  y  su  unción!Y sólo a través de ellos podemos extender la unción de Dios en nosotros!  ¡De  ese  estilo  de  discípulos  es  que  nacen  los  hijos,  a  través  de  los  cuales  vamos  más  allá  de  nosotros!  «He  aquí,  herencia  de  Jehová  son  los  hijos;  Cosa  de  estima  el  fruto  del  vientre.  Como  saetas  en  mano  del  valiente,  Así  son  los  hijos  habidos  en  la  juventud.  Bienaventurado  el  hombre  que  llenó  su  aljaba  de  ellos;  No  será  avergonzado  Cuando  hablare  con  los  enemigos  en  la  puerta».  (Salmo  127:3-5). 

Teniendo esto bien claro en nuestras mentes,  corazón  y  espíritu, definamos la diferencia diametral que existe entre un alumno y un discípulo. Porque hay mucha diferencia entre uno y otro. La  gran  diferencia entre un alumno y un discípulo,  radica en que mientras que un alumno se dedica a repetir las enseñanzas  que  te  escucha  dar  de intelecto a intelecto  (lo cual le vuelve un experto en retórica), y  lo  estimula  para  “abrirse  puertas”  promocionándose,  y ofreciéndose  a  sí  mismo;  en cambio  un  discípulo es alguien quereconoce  con  honestidad  y  humildad  que  todo  comenzó  cuando  su  formador  lo  introdujo  a  la  obra,  compartió  con  él  honores,  y  ministraciones,  a  través  de  las  cuales  suceden  cosas  que  nunca  antes  había  visto  en  su  vida;  hasta  que  decide  reproducir la  unción  y  la  Palabra  que ha recibido en su espíritu a  través  de  su  maestro  formador,  y  se  propone  hacersu razón de vivir: La vida que el maestro desarrolla delante de él mientras  caminan  juntos  y  le hace parte de su círculo  de  íntimos en la comunión, compañerismo y comunicación, estoes  lo  que  le  hace  consciente  de  que  otros  deben  conocer  lo  que  recibes,  escuchas  y  vez  en  la  vida  del formador  que  modela  a  Jesús  y  te  hace  deseas seguir sushuellas,  esto  hace  que  se vuelve un imitador  de  la  vida  de  Jesús  en  el  maestro  formador.  «Porque  nosotros  que  vivimos,  siempre  estamos  entregados  a  muerte  por  causa  de  Jesús,  para  que  también  la  vida  de  Jesús  se  manifieste  en  nuestra  carne  mortal.  De  manera  que  la  vida  actúa  en  nuestra  carne  mortal,  y  en  vosotros  la  vida».  (2  Corintios  4:7-12).

¡Estodistingue  a  un  formador-padre-ministerial,  la  vida  de  abnegación  de  Jesús  que  es  reflejada  a  través  de  su  carne  mortal,  para  que  sus  seguidores  experimenten  la  vida  de  Jesús  pues  la  vida  deun discípulo es  la  de  alguien  que  camina en comunión con su maestro para reproducir su vida y pensamientos!Un  hijo  ministerial  es  alguien que es marcado por la conducta y la vivencia del que enseña y vive acorde a lo que enseña. Cuando comenzamos a poner por obra la vida  de  integridad  del  maestro,  sus  enseñanzas  cobran  vida  en  nosotros,  y  es  cuando  bebemos  de  su  espíritu  y  adquirimos  su  Carácter¡No solo sus palabras! Esto nos hace hijos de un modelo  de  conducta  en  Cristo. Por lo tanto, podemos entender las palabras del apóstol Pablo cuando solicita a sus seguidores Corintios: «Os ruego que me imitéis». (1 Corintios 4:14-16); «Imítenme a mí, como yo imito a Cristo».(1 Corintios 11:1 Nueva Versión Internacional).  A  sus  seguidores  en  Filipos  les  dice:  «hermanos, sigan mi todos ejemplo, y fíjense en los que se comportan conformeal modelo que les hemos dado». (Filipenses 3:17.  Nueva Versión Internacional);

Cuando los discípulos han aprendido a caminar en las  huellas  que  como  molde  observan  en  el  maestro,  en  ese  espíritu  deobediencia poco a poco se van volviendo el recurso habilitado del maestro quien comienza a delegarle actividades propias de su labor,  como  lo  hizo  el  Maestro  de  maestros  con  sus  discípulos  de  entre  los  cuales  envió  doce  de  dos  en  dos.(Mateo 10:5-13); estees un grado más elevado de  confianza  enla comunión, por  cuantoestos se constituyen en hijos,  por  cuanto  son losque  operan junto al maestro y  él  comparte  la  unción  que  opera  en  él. De modo que ahora trabajan juntos el maestro y los  discípulos.  «Y  echaron  suertes  para  servir  por  turnos,  entrando  el  pequeño  con  el  grande,  lo  mismo  el  maestro  que  el  discípulo».  (1  Crónicas  25:8);  en  este  grado  de  entrega  en  la  fe,  el  maestro  y  el  discípulo  operan  bajo  un  tipo de compromiso  en  la  entrega  del  discípulo  hacia  el formador,  quien  al  conocer  con  exactitud  hacia dónde pretende llevar a sus discípulos ahora  sabe  que  puede corregirlos  cuando  demuestran  tener  no  solo  una  obediencia  perfecta  hacia  el  maestro,  (2  Corintios  10:6);  sino  que  también  una  comprensión  objetiva  de  lo  que  él  espera  de  ellos,  sobre  todo  porque  el  maestro  formador  tiene el conocimiento básico de la causa de su labor  que es  extender  su  unción  a  través  de  ellos  para  así   proveerle  obreros  al  Señor.  Cuando  se  le  concede  esa  condición  de  entrega  en  respeto,  en  el  momento  en  que  el  formador  observa  deficiencias en lo que hacen, los corrige, los orienta, y cuando se vuelven lentos en un punto delproceso a  seguir  en  el  camino, los reprende, los amonesta y cuando van haciendo las cosas como se espera de ellos, los estimula, sobre todo cuando los ve moviéndose en la unción  que salió  de él  hacia  ellos  como  el  formador que los desata e introduce al llamado.

Dependiendo del tipo de ministerio  que  opera  en  el  maestro  así  será  la  vida  de  los  que  le  rodean  como  discípulos,  y  aun  más  allá  del  ministerio del  formador;  y  por  supuesto  que  así será la coerción o instrucciones que requiera  el  discípulo  hasta  que  vaya  conquistando  en  su  vida  su  propia unción a partir de la unción del maestro,  la  cual  irá  aumentando  en  su  unción personal de acuerdo a los nuevos ministerios, y nuevos dones que vayan añadiendo a su vida de modo que seanconocido  donde  quiera  que  vaya  por  la  unción.  ¡Hasta llegar a ser como el Maestro!(Lucas 6:39-40; Juan 13:13-17). Esto es lo que los hace hijos de un padre, que los marca.  Sabemos  que  nadie puede ser más que  el  Señor  y  Padre  de  los ministerios;  pero en el discipulado cualquiera puede  llegar a moverse en una unción similar  hasta  ser  como  su  maestro  y formador. «No  está  el  discípulo  por  encima  del  maestro.  Todo  el  que  esté  bien  formado  será  como  su  maestro».  (Lucas  6:40.  Biblia  de  Jerusalem 1976).  Cuando el  que  comienza  como  seguidor  pasa de grados espirituales,y  poco  a  poco  puede  llegar  a  constituirse  en discípulo  sometido a  instrucciones  las  cuales  debe  ejecutar  si   quiere  crecer  y  ascender  de  discípulo  a  hijo.  «Cuando  Jesús  terminó  de  dar  instrucciones  a  sus  doce  discípulos,  se  fue  de  allí  a  enseñar  y  a  predicar  en las  ciudades  de  ellos».  (Mateo  11:1).  Cuando  tus  discípulos  están  habilitados  para  operar  en  tu  unción,  es  que  puedes  extender  tu área  de  acción,  y  puedes  ir  a  otros  lugares  solo  o  acompañado  de  los nuevos  que  quieras  incluir  en  tu  lista  de  futuros  obreros  para  el  Señor.  Porque  tu  nivel  de  trabajo  se  eleva  cuando  comienzas  a  operar  con  ellos  que  se  están  moviendo  como  hijos  de  tu  unción  en  ellos:  Esto  te  hace  padre  de hijos  de  la  unción.  Padre formador  de  Carácter.  Es cuando se llega a este nivel,  que  comienza  amanifestarseel ingrediente de la gratitud porque ese que comenzó como alumno(El alumno decide a quién quiere de maestro-formador), sin embargo, es el maestro que conoce las demandas del llamado quien decide a quiénes elige como discípulos (Porque en el discipulado las condiciones las pone el maestro que conoce hacia dónde quiere o cree que puede llegar al que marca como discípulo); los  discípulos se escogen y se  instruyen  al  lado  del  que  escoge,  hasta  que  el  discípulo  adquiere  la  forma  el  molde  del  maestro  que  lo  engendra  en el espíritu;  por  supuesto  que  hasta que el espíritu  del  discípulo  no seexpone  a la formación, el alma y sus sentimientos podrían abortar el propósito de lograr que el alumno pueda alcanzar o abrazar el carácter (Personalidad) del maestro  que  ha  sido  labrado  por  la  unción.

Es  hasta quelos  discípulos  se mueven como el maestro en carácter, conducta y  la  misma unción ¡Que  podemos  decir  que  son  hijos  de  un  padre!  «…  te  ruego  por mi  hijo  Onésimo,  a  quien  engendré  en  mis  prisiones».  (Filemón  10-19);  ese  mismo  Onésimo  es  reconocido  por  el  apóstol  Pablo  como  amado  y  fiel  hermano.  (Colosenses  4:7-9).  ¡Qué  importante  es  que  tu  gente  desarrolle el  privilegio de  la  fidelidad  en  su  permanencia  en  el  Señor!  Esos  son  los  discípulos  que  como  consecuencia normal, entonces comienzan a desarrollar el ingrediente de la gratitud  contrayendo  compromiso  con  tu  vida, gratitud  que  es tan eterna como la herencia que deja el padre formador en el espíritu.Es a esa gente que Dios usa como señal de honra para retribuir, fortalecer y permitir  que  experimentemosuna retroalimentación interna de espíritu a espíritu entre hijo y formador,  cuando  el  hijo  decide espontáneamente sustentar y fortalecer la vida del formador y padre. (Filipense 4:10-19; Hechos 28:30-31; Lucas 8:3). La más excelente de las reciprocidades en el Reino de Dios, es la gratitud que propicia Dios cuando enseña a los hijos a caminar en la fe del Dios de sus padres, y a los padres a ser sustentados y cubiertos  con  la honra de los hijos. Porque ese es el intercambio divino, cuando Dios constituye a nuestros hijos en nuestra gloria delante de Él, sobretodo cuando los hijos crecen y en adultez espiritual entienden que los padres formadores se constituyen en su gloria. (2 Corintios 1:14; Filipenses 4:1; Filipenses 1:8; 1 Tesalonicenses 2:6-8; Filipenses 1:27; 1 Tesalonicenses 2:19-20). Es por esta razón de peso que todos nos guardamos  delante  de  Dios  el  Padre  de  quien  toma  nombre  toda  familia  en  el  cielo  y  en  la  tierra.  (Efesios  3:14-17);  para que  ninguno  le  sirva  a  los  demás  como  causa de tropiezo  moral  que  traiga  deshonor  y  tristezay deshonra primero al Señor, y luego a los unidos en círculo de intimidad ministerial  como:  padres-hijos  de  transferencia  de  unción.

¡Esto hace la diferencia entre padre espiritual y padre ministerial!

  
Dr.  Luis  Mercedes

A  los  Pies  de  Jesucristo


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