Definiciones de Paternidad espiritual y Paternidad Ministerial.
En estos
tiempos del fin
en los que
se le están
devolviendo a la
Iglesia el orden
correcto de todas
las cosas antes
anunciadas por los
profetas, como dice
la traducción de
la Biblia: Dios
Habla Hoy acerca
de Hechos 3:21. Una de
las cosas que
Dios está despertando
es la conciencia
clara acerca del
molde de extensión
de su Palabra
y Su Espíritu
que estableció para
su Hijo antes
de que éste
viniera a la
tierra como Hombre.
El profeta Isaías
anuncia dos cosas
que sucederían cuando
el Verbo se
hiciera carne.
1. Se rodearía de
discípulos que se
constituirían en una
señal para la
nación de Israel.
(Isaías 8:14-18). ¡No
porque Israel no
conociera ese estilo
de vida iniciado
por los profetas
que se rodeaban
de discípulos que
luego eran considerados
hijos de los
profetas! Con Samuel
se consolidó este
principio. (1 Samuel
19:20, 24; 2
Reyes 2:3, 5,
7, 15).
2. Sería modelo de
transferencia de Espíritu
a espíritu, para
que la Palabra
y la unción
que Dios depositaría
sobre Él se
extendieran de Él
a sus discípulos-hijos, y
de los hijos
de Él a
los hijos de
sus hijos ¡Para
siempre! (Isaías 59:21).
Para dar
cumplimiento a esto fue
que Jesús como el formador
de Dios que
forma el espíritu
del hombre dentro
de él como lo enseña
Zacarías 12:1, en
se entendimiento fue
que Él envió a los discípulos a echar fuera
demonios, resucitar muertos, y sanar enfermos, ¡Sin ellos tener la llenura del
Espíritu, solo por
transferencia de espíritu a
espíritu: De Él
a ellos como
estaba profetizado en
Isaías 59:21!Cuando ellos
volvieron, a partir de ahí es que Él los llama hijos. Primero
caminaron un tiempo
con Él luego
los envía de
dos en dos. Al
salir a la labor de entrenamiento, ellos fueron enviados con la unción delegada
que Él les impartió; Perofue hasta que volvieron
a Él, que en sus espíritus ya habían adquirido la
seguridad de que en Él y por la obediencia a su mandato habían adquirido el
conocimiento suficiente para comenzar
a saber quién era Él en realidad.
¡Esa es la dinámica del discipulado! Guiar a la gente a tener un encuentro con
el Poder Eficaz de Dios, más que con un conocimiento
intelectual acerca de su Poder. Al volver a Él de la misión de
entrenamiento, traían en sus espíritu la convicción de saber de quién habían
recibido tal poder. Habían comprendido que en Él, ellos estaban completos. Ellos
entraron bajo la
cobertura de su
unción, y esta
era la segunda
labor de su
misión como Siervo
de Dios (que
comenzó primero), llamar,
escoger, instruir y
entrenar a los
que serían elegidos
para continuar su labor por
toda la tierra.
La palabra“Elegir” en
el Antiguo Testamento
tiene que ver con elverbo hebreo (mashaj) («ungir, untar, consagrar», “Ungir”, es“Derramar”con aceite especial sobre
los elegidos, con aceite grueso.
A su vez el verbo griego chrino, significa extender, a
través, y precisamente:
Esa es la esencia de la unción, extender la manifestación de Cristo de
uno a otro por transferencia de un
oficio o ministerio a través de un
discípulo. Jesús compartió su unción
con los discípulos y a través del entrenamiento ellos nacieron bajo la
unción que los estaba activando en el involucramiento con
su ministerio. El
mejor molde, calcado
fue el empleado
por el Señor
Jesucristo con los
discípulos de Él
porque Él tenía
conciencia de lo
que había venido
a hacer, ¡No
solo morir por
la humanidad, sino
entrenar, y constituir
los canales que
extenderían la unción
formativa de Cristo
en ellos después
de su partida.
Por esa razón,
cuando se entiende la finalidad de desatar de la unción personal en
otros, es introducirlos
por entrenamiento para
operar bajo esa unción delegada
hasta que ellos
puedan conquistar con
el Espíritu Santo,
su propia unción,
Mientras tanto, ellos deben entender que están fluyendo a
partir de la unción que está en el que les imparte para que sean desatados en
elCuerpo de Cristo. Por
supuesto que debemos
comprender que:
1.
La unción delegada solo
es prestada de tu espíritu a sus espíritu hasta que ellos conquistan su unción
personal al entrar en relación íntima con el Espíritu Santo.
2.
Eso fue lo que hizo
Jesús el formador. Él envió a los
discípulos a echar fuera demonios, resucitar muertos, y sanar enfermos, ¡Sin
ellos tener la llenura del Espíritu Santo!
Cuando los
discípulos nacen de tu unción, se
constituyen en hijos de tu ministerio. Es a esa gente a la que se le extiende
la cobertura de impartición, conservación y extensión de la visión. Dios
realmente no cubre ministerios, cubre la visión para la cual nacieron los
ministerios: Capacitar (educar los
espíritus en el entendimiento de la visión de Jesús), nuestra
labor consiste en
impartir instrucciones
específicas que orientan el entendimiento de la
gente que nos
rodean, hasta que
podamos forman el Carácter de Cristo en ellos, entrenándolos por
medio de la unción que desata dones
espirituales sobre ellos, para que ellos hagan (Pory para extensión),
la obra del ministerio. ¿Cuál es la obra del ministerio: Edificar (Construir)el Carácter de Cristo en los discípulos. Esa
fue la razón
por la que los
apóstoles, fueron los hijos ministeriales del Señor Jesucristo como
estaba profetizado en el
Antiguo Testamento como
luego veremos más
adelante. Es a esos hijos
descendientes del Hijo, que Dios envía su Espíritu (La Sombra del Altísimo se recibe a través del Espíritu
Santo). Cuando tus discípulos
han nacido en el entendimiento
de la visión de extender el Reino
de Dios a través de sus espíritus,
¡Es que Dios el Padre los cubre!
Porque son los hijos
ministeriales nacidos de los lomos espirituales del Señor Jesucristo, por
tanto, es a
través de ellos
que Dios el Padre puede extender
ese estilo de
vida establecido por
y para Su Hijo Eterno, operando
enellos como a
Él le agrada.Los
apóstoles al salir
de los lomos
espirituales del Hijo
de Dios el Padre, le
constituyeron en Padre Eterno.Marcos
narra acerca de la relación que envolvía al Señor y sus discípulos más
cercanos, a quienes Él consideraba no solo sus discípulos, sino que los llamaba:
Hijos.(Marcos 10:24). Cuando se acerca su partida, y Él observa que ellos se
muestran un poco turbados, y casi confundidos. Les llama: Hijitos. (Juan 13:33).
Observemos que cuando Él resucita y se les aparece de nuevo, les trata otra vez con
cariño de Padre mostrando seguridad afirmativa al decirles de
nuevo: «Hijitos, ¿Tenéis algo de
comer?». (Juan 21:5).
Conclusión. ¿Quiénes son discípulos?
Los que nosotros escogemos para impartirles de nuestra experiencia vivencial, y
no solo conocimiento. ¡Pero también
algo mucho más profundo! Nuestra unción y Carácter ministerial al depositar de nuestra
unción sobre ellos, y nuestra
conducta vivencial. ¡Eso fue lo
que dijo Dios el Padre, que haría al enviar a Cristo el Señor a la tierra
¿Cuál
era
el propósito que
Dios buscaba a
través del discipulado? El
de perpetuar un
estilo de vida
de transferencia, en el que nuestros
espíritus debían ser
revestidos de Cristo,
(Gálatas 3:27); para
reproducir el mismo
modelo de trabajo
en la extensión
del Reino, que Su Hijo inició; por
tanto, esta también
es nuestra labor
en al desarrollar
paternidad: Introducir a
nuestros discípulos a la visión
del Reino hasta
constituirlos en hijos
ministeriales. Somos llamados
a tener y
a hacer discípulos
para que Dios extienda a través de ellos el mensaje del Reino que exalta
al Rey Jesús. En esta
labor, los hijos no te escogen a ti. ¡Tú escoges a aquellos
que tú quieres involucrar (embarazar)en la visión discipular para
producir hijos para que Dios
por Su Espíritu se sirva de
ellos y siga extendiendo el Evangelio del Reino por
todas las naciones de la tierra. Por
supuesto, que sies Evangelio
de Reino, debe ser Evangelio de Poder, y Demostraciones del Carácter
del Hijo de Dios. «Porque a los que antes
conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de
su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y
a los predestinó,
a éstos también
llamó; y a los
que llamó, a
éstos también justificó;
y a los
que justificó, a
éstos también glorificó». (Romanos 8:29-30). ¡Hay
una maravillosa glorificación
sobre nosotros desde
el momento en
que entramos a
la iglesia!
Éste era
el objetivo Divino:Enviar al Hijo Unigénito a la tierra, para constituirlo en Primogénito entre muchos
hermanos ungidos como Él. Al alcanzar
este entendimiento, necesitamos
recalcar que se
requiere rodearse de
piedras vivas que
podamos formar, hasta
que encajen en
el fundamento del
Edificio que es
la iglesia-Cuerpo de
Cristo. Esto habla
de algo más que tener ovejas alrededor
(por lo menos
hablamos de apóstoles
y profetas), porque las
ovejas las atienden los pastores. Tampoco estamos hablando
de rodearnos de gente
sincera y sólo responsable porque de
ellas están llena
las iglesias, entendamos que para
la gente responsable están los maestros que educan el intelecto de sus alumnos
en las “escuelas dominicales”.
Examinando el objetivo
divino planeado desde
la eternidad como lo
registra el
apóstol Pablo a los Efesios,
a los cuales
traslada más allá
del tiempo al
decirles que fuimos
escogidos en Cristo,
desde antes de
la fundación del
mundo. (Efesios 1:4-10).
Para reunir el
cielo y la
tierra en una sola
voluntad: Reunir todas
las cosas que se desorganizaron en
el universo por
causa de la
rebelión de Lucero,
es parte del
plan y propósito
del Creador, es
decir, la desobediencia de Lucero
provocó que Dios
desorganizara la tierra, la
reorganizara de nuevo y
pusiera a Adam
tomado del polvo
a cuidar el
Edén. «Porque así dijo Jehová,
que creó los
cielos; él es
Dios, el que
formó la tierra,
el que la
hizo y la
compuso; no la creó
en vano, para
que fuese habitada
la creó: Yo
soy Jehová, y
no hay otro…
Yo hice la
tierra, y cree
sobre ella al hombre.
Yo mis manos
extendieron los cielos, y
a todo su
ejército mandé». (Isaías 45:18;
Isaías 45:12). Cuando
Dios creó al
hombre sobre la
tierra le dijo
que cuidara el
huerto. ¿Cuidarlo de
quién? De la
serpiente antigua. El
libro de Génesis
nos devela que
con la elección
de Abraham se reinicia la
recuperación de la intención del principio divino de
extender su Imagen
en la tierra, a través de la familia de
éste (La nación hebrea), fundamentándose dicha
nación en la
promesa dada a
Abraham de que
en su Simiente
serían benditas todas
las naciones de
la tierra. (Génesis
22:18; Génesis 26:4;
Génesis 28:14); «Ahora bien,
a Abraham fueron
hechas las promesas, y
a su simiente.
No dice: Y
a tus simientes,
como si hablase
de muchos, sino
como de uno:
Y a tu
simiente, la cual
es Cristo». (Gálatas
3:16). No olvidemos
este detalle definitivo,
que reinicia los
diseños del propósito
divino, de retomar
el mandato de
llenar la tierra.
(Génesis 1:27-28; Génesis
9:1); ¡Pero ahora es a
través de la
Nueva Creación en
Cristo: El Segundo
Adam del Propósito
Eterno que se
cumple el objetivo!
(1 Corintios 15:45-49;
Romanos 8:29; Mateo
28:19-20).
La idea de llenar la tierra con Suimagen, se
concreta en Jesús el
Mesías hebreo, que
aunque fue enviado
a los suyos,
y estos le rechazaron, con
su gran comisión
de Rey y
Señor, se cumple
el objetivo de
bendecir a las
otras naciones, extendiéndose
ese mandato hasta
el apóstol Pablo
al ser enviado
a ir a buscar
las otras ovejas
(los gentiles de
Juan 10:16), porque
el objetivo divino
era (y es), que
la descendencia de Adam Segundo, que
es la imagen
del Dios invisible,
llene toda la
tierra con un
estilo de vida
único. (Colosenses 1:15-20).
¿Cómo propuso Dios
que sucediera? A través
de hijos, con los
cuales se extenderá
la esfera de
su Reino, por
medio de su Palabra
y su unción, conforme al
pacto que Él
prometió que haría
con los que
creyeran y recibieran
a Su Hijo: «Y
este serámi pacto con ellos, dijo El Eterno: El Espíritu mío que está sobre ti,
y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de
los hijos de tus hijos, dijo Jehová desde ahora y para siempre». (Isaías 59:21.
Las negritas son
mías). Isaías anunció
que entre los
nombres por los
que sería llamado
el Verbo, sobresaldrían: «… Admirable,
Consejero, Dios Fuerte,
Padre Eternos, Príncipe
de Paz». (Isaías
9:6); porque sería
Admirable la labor
de engendrar hijos
en su espíritu,
a través del estilo
de vida discipular
que Él establecería
a través de
su ministerio, la forma en
que Él se
movía con sus
discípulos y la
autoridad con la
que echaba fuera
los demonios, fue
considerado doctrina extraña
para los judíos,
y causa de
asombro. (Marcos 1:27),
su intimidad con
sus seguidores más
cercanos le constituiría
en Consejero del
Padre para ellos
al hablarles claramente
y sin parábolas,
porque Marcos dice
que: «Y sin parábolas
no les hablaba,
aunque a sus
discípulos en particular
les hablaba todo».
(Marcos 4:33-34). Padre
Eterno del modelo
de ministerios de
trascendencia, constituidos durante
su vida de
servicio a Dios
el Padres. (Efesios
4:11); Dios Fuerte
al cual acudir
cuando nos sentimos
débiles,porque Él sentado
a la diestra
del Padre ora
a diario por
todos los santos.
(Hebreos 7:25); también
es nuestro excelente
Abogado para defendernos
de las acusaciones
del diablo. (1
Juan 2:1-2), además
Él es el
Príncipe de Paz:
Mediador entre Dios
y los hombres.
(1 Timoteo 2:5).
«Porque nadie
puede poner otro
fundamento que el
que está puesto,
el cual es
Jesucristo». (1 Corintios
3:11).
El apóstol Pablo
es quien mejor
describe la labor
del Hijo de
Dios,en cuanto a
extender el Reino
de Dios a
través de discípulos-hijos; y
lo hace usando
el verbo griego,
tupos, es decir,
modelo (literalmente, calcado),
para referirse a
la forma de
las sanas Palabras
anunciadas por él,
esta palabra aparece
en 2 Timoteo
1:13. «Reten la forma»,
el verbo tupos
habla de (doctrina-figura, modelo,
tipo: Concordancia Strong,
5179), con esta
expresión griega y
su otra definición
que es, upotuposin
(doctrina), el apóstol
Pablo está pidiendo
al joven Timoteo
que mantenga la
forma de vida
que aprendió de
él mientras caminaba
a su lado;
le está recordando
la forma en
que el Misterio
del Cuerpo se
extiende a través
de discípulos comprometidos
ciento por ciento
con el Maestro,
y lo enfatiza
en la segunda
epístola que le
escribe cuando le
dice: «Lo que has
oído de mí
ante muchos testigos,
esto encarga a
hombres fieles que
sean idóneos para
enseñar también a
otros». (2 Timoteo
2:2).
Si somos observadores
mientras leemos las
epístolas del apóstol
Pablo, notaremos el
alto énfasis que
él emplea para referirse
a los discípulos
sobresalientes de él,
a los cuales
cataloga de hijos.
Más adelante veremos
esta aseveración. Por
ahora procuraré introducirlos
a las diferencias
que se ven
en las expresiones:
Paternidad espiritual, y
paternidad ministerial, que
son diferentes una
de otra, porque en
la diferencia de
ambos términos, ¡Esta la esencia del discipulado,de
engendrar hijos a través de los
cuales pueda fluir la unción y la Palabra
del Dios y Padre de los espíritus de toda carne! Necesitamos
comprender la diferencia
de misiones entre
Adam tomado del
polvo, que reprodujo una
descendencia conforme a su
imagen caída, y
la diferencia del
postrer Adam, nacido,
muerto y resucitado
como el
Segundo Adam al ser
levantado como el Señor
en quien somos ¡Nueva Creación
generacional! «Porque
en Cristo Jesús
ni la circuncisión
vale nada, ni la incircuncisión, sino
una nueva creación». (Gálatas
6:15. Las negritas
son mías). Por
tanto, ahora en
Cristo Jesús los hijos
nacidos de nuevo ¡Somos nuevas
criaturas!(2 Corintios 5:17).
Siendo esta la
señal que fue
escogida desde la
entrada del Verbo
al mundo, nacido
y escogido con
el Nombre de Jesús (Salvador),
para establecer como
señal, desde ahora
en que comienza
a escoger discípulos
para que estuvieran
con Él en
el siglo I. (Marcos 3:13-19);
¡Y para siempre!
Mientras la iglesia
se mantenga en
la tierra. Por esa razón poderosa en comparación con el Adam primero tomado
del polvo, padre de la creación
terrena;Jesucristo es constituido en el Segundo Adam por tanto, Padre Eterno
Ministerial de la Nueva generación del
Espíritu. (Isaías 9:6; Isaías 8:18; Hebreos 2:10-18; 1 Corintios 15:45-49); desde
el momento en
que aceptamos su
vida, misión y
comisión encomendada a
la iglesia, se
nos invita a
asumir el Carácter ministerial y
Paternal de Él,
porque para eso
fuimos trasladados a
Su Reino como
enseña el apóstol
Pablo a los de Colosas.
(Colosenses 1:13); para
adquirir su imagen
de servicio y
disposición, a través
de la transformación del
temperamento, hasta que
obtengamos su Carácter
Santo, de Servicio,
y de Pasión
por agradar al
Padre como Él
lo estableció. Para
esto fuimos constituidos
en la: Nueva nación compuesta de sacerdotes.(1 Pedro
2:9), para salar
la tierra con
nuestras lágrimas y
cambiar nuestros barrios,
las ciudades y
los continentes. Por esta
causa-visión celestial: En
la Iglesia, los miembros
nacen de laPalabra de verdad,
revelada por el Espíritu Santo a nuestro espírituquien nos redarguye y
nos convencede pecado. (Juan 1:13;
Santiago 1:16-18). «según nos escogió en
él antes de la fundación del mundo, para
que fuésemos santos y sin mancha delante de él». (Efesios 1:4), «Porque a los que antes conoció, también los
predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él
sea el primogénito entre muchos hermanos». (Romanos 8:29-34). No
me canso de
sobre enfatizar esta
verdad por la
cual vivo.
Por esta causa
es que necesitamos
comprender la profundidad
diametral que existe
entre la paternidad espiritual, y
la paternidad ministerial. Por ejemplo, podemos llamar padre espiritual a la
persona por la que llegamos al Evangelio, en el entendido de que es la persona
que te predicóla Palabra
y se constituye
en padre espiritual
(Por supuesto si te da seguimiento
puede ser también
padre ministerial al
introducirte en su
unción particular), por ahora
entendamos que al hablarte del
mensaje, y seguir
dándote seguimiento enseñándote
los primeros rudimentos de la Palabra hasta
hacerte comprender que
has nacido de
nuevo, y hace que
comprendas que has
restaurado de nuevo
la comunión con
Dios el Padre
la cual se
había perdido por
causa del pecado
del primer Adam,
pero ahora, al
entregar tu vida
a Jesucristo eres
otra persona. ¡Ese es un padre espiritual que
cuida tu vida!
Máxime si logra
hacerte comprender tú necesidad de
ser bautizado en las aguas;
al conducirte a
Cristo, y continuar
dándote seguimiento... Por
supuesto que hay muchos que entregan sus vidas al Señor por medio de un
tratado, o a través de un programa radial o televisivo, o en una cruzada
Evangelística, por lo que se puede decir que son hijos de
una actividad en
la que posiblemente
no se les dé seguimiento
personal de parte
de los auspiciadores
de dichas actividades.
Por supuesto que
podemos decir que
son hijos del causante
del mensaje sea
por la radio,
la literatura escrita,
o una actividad
al aire libre
o en una
casa, pero no
adquiere compromiso contigo
pues no sabe
que entregaste tu
vida al Señor
por su prédica.
Pero cuando hablamos de padres ministeriales, entramos a otro nivel de
enfoque. Porque el padre ministerial es aquella persona quecon su vida por medio de su conducta vivencial, te
provee un modelo visual de seguimiento,un estilo de vida consagrada
que deja huella, al marcarte
con su unción,su carácter
(Personalidad espiritual y moral
definida), y con sus enseñanzas no
solo auditivas pero
también visuales. Por tanto,
padre ministerial es aquel que con su unción nos introduce a la visión que
tiene de Dios,
del Carácter de
Dios y su
propósito para la
humanidad; y nos introduce con su
pasión de lleno en el llamado
¡Aunque no nos
hallamos convertido con
él o ella!Como
en el caso
de Timoteo. (Hechos
16:1-3; 1 Corintios
4:17)]. Padre ministerial es el
que envuelve nuestro espíritu en una visión que
primero que todo
es visión de
comunión con Dios y se
acrecienta hacia Dios
y Su Espíritu;
padre ministerial es el que desata sobre alguien de su unción y provoca
que en esa persona se manifieste el carácter ministerial de
alguno de los
cinco oficios de
Efesios 4:11 que
tenga el que
te forma, además
de los dones operados por el que te cubrió con su
unción en la que se mueve marcándote
para siempre. (1 Corintios
4:15; 1 Corintios
12 al capítulo
14). Hay personas que no
entienden el misterio de tomar a otras personas para enseñarlas, instruirlas,
acercarlas a sí mismos para luego
engendrarlos en la visión de la eternidad que se centra en: Hacer discípulos,
(no simples prosélitos seguidores). Cuando
leemos la traducción
que nos provee
la Nueva Versión
internacional acerca de
2 Reyes 2:9
que dice: «Al
cruzar, Elías le
preguntó a Eliseo:
-¿Qué quieres que
haga por ti
antes de que
me separen de tu lado?
-Te pido que
sea yo el
heredero de tu
espíritu por partida
doble- Respondió Eliseo». Este pasaje de
las Escrituras nos
refleja de manera
más objetiva, la
importancia de lo
que podemos llamar:
Unción delegada de
espíritu a espíritu,
¡Hasta que
seamos herederos de esa unción!
La legalidad de
Dios, consiste en
que si usted
y yo logramos
embarazar el espíritu
de nuestros discípulos,
hasta darlos a
luz como hijos
ministeriales, ellos serán
introducidos en alguno
de los oficios
de Efesios 4:11,
esto es lo
que automáticamente nos
constituye en “Padres
Ministeriales”, por cuanto
la herencia de
nuestra unción, debe
reposar sobre discípulos
que luego pasan
a ser constituidos
en “Hijos del
Ministerio”. Como herederos
de Dios y
coherederos juntamente con
Cristo. (Romanos 8:17);
recibimos una participación
dentro del llamado
prometido a Cristo
el Señor. Somos
coherederos de una
promesa de revelación
continua a través
de la unción
que pasa de
espíritu a espíritu,
porque esta era
la esencia primaria
de la labor
de Jesús el
Hijo, provocar que
los que creyeran
en Él fuera
escogidos por el
Padre para Él
extender Su Palabra
y Su Espíritu
de espíritus a
espíritus como hemos
leído en Isaías 59:21,
y se comprende
mejor en Gálatas
3:29. Esto nos revela el
Carácter de Nuestro
Padre, como un
Dios multigeneracional. (Génesis
28:12-14); Al extender
la misma promesa
dada a Abraham, también
sobre Jacob hijo
de Isaac: «También le
dijo Dios: Yo Soy el
Dios omnipotente: crece
y multiplícate; una
nación y conjunto
de naciones procederán
de ti, y
reyes saldrán de
tus lomos».
(Génesis 35:11). La
herencia es de
quienes salen de tus
lomos; Un buen
padre deja herencia
a los hijos
de sus hijos
(los nietos). (Proverbios
13:22). ¡Dios no tienen
nietos pero nosotros
sí!
Lamentablemente hoy
existe una orfandad
Ministerial que provoca
una profunda falta de identidad
en los que
entran al ministerio,
porque muchos surgen
de los institutos,
seminarios y universidades
¡Pero estas entidades
no nos proveen paternidad!
Muchos saben quién los trajo
al Evangelio, pero
difícilmente podemos decir
con propiedad, ¿Quién
nos dio la
Paternidad Ministerial? No
podemos llamar padre
en el ministerio
a cualquier persona
si no nos
han marcado con
su ADN ministerial.
Los Padres, guían,
los padres orientan,
los padres disciplina,
los padres aconsejan,
los padres asesoran.
Los Padres te
proveen:
1. Unción transferida
por impartición del
Espíritu Santo, por
medio del cual
somos ungidos por Dios. «Y el
que nos confirma
con vosotros en
Cristo, y el
que nos ungió,
es Dios». (2 Corintios
1:21).
2. Carácter, el
cual se adquiere
por observación de
la conducta en
la vivencia con
los discípulos. «Lo que
aprendisteis y recibisteis
y oísteis y
visteis en mí, esto haced;
y el Dios
de paz estará
con vosotros».(Filipenses 4:9).
3. Hasta que
alguien impone sus
manos sobre ti
y te comunica
(transfiere de su
unción), (Romanos 1:11;
1 Timoteo 4:14).
Los ancianos de la
iglesia y algún profeta
impusieron las manos sobre Timoteo,
posiblemente el profeta
le trajo profecía
a Timoteo, sin
embargo, el apóstol
Pablo se acredita
el honor de
llamarlo hijo al
imponerle sus manos
desatándolo para el
ministerio. (2 Timoteo
1:6).
Cuando se
imparte una vida
de Carácter de
conducta sobria, santa
y vivencial delante
de los hijos
esto nos da y les
provee identidad propia,
seguridad y confianza
de saber que
lo que hacemos,
es lo que
le va a
funcionar a tus
hijos, a los
cuales les entregas
el sello de tu paternidad
ministerial. Comprenda que la Paternidad
de Dios nos concede:
·
Seguridad
personal (Identidad).
·
Una sana autoestima
(Seguridad interior).
·
Autoridad para hablar
al estar bajo
sujeción.
·
Provisión que nunca
te falta.
·
Protección.
Cuando el
Señor Jesucristo inició
su Ministerio como
Formador de conducta,
concibió su visión
al escogerlos. Observe
que Lucas dice
que «En aquellos días
Él fue al
monte a orar,
y pasó la
noche orando a
Dios. Y cuando
era de día,
llamó a sus
discípulos, y escogió
a doce de
ellos, a los
cuales también llamó
apóstoles».(Lucas 6:12-13). Notemos
que Él fue
embarazado de una
Visión: Constituir apóstoles
(Los que ponen
el fundamento recibido).
Repito una vez
más: Los hijos
no escogen a
los padres, los
padres escogen a
aquellos en,y con los que
piensan trabajar. Observemos
que cuando Él
los escogió, aunque
eran discípulos, también
los llamó apóstoles
(los visualizó en
su vocación por
su disposición). Eso
no indica que
ellos ya eran
apóstoles ¡No! Todavía
necesitaban entrenamiento. Marcos
dice que «Estableció a
doce,(Reclutamiento) para
que estuvieran con Él(Propósito), y para
enviarlos a predicar(Objetivo final)». (Marcos 3:12-13);
Tenemos así Concepción de
su visión (Al
llamarlos para estar
con Él) Embarazo (Al
determinarse a entrenarlos)
y Alumbramiento (Al enviarlos
con la comisión
de ir por
todo el mundo).(Mateo
28:19-20). Aunque hayamos
concebido una función
de formar el
espíritu de los
discípulos, se requiere
de cuidado durante
el embarazo (el
proceso del entrenamiento
que es delicado
porque se demanda
integridad, seriedad, y
comprensión de ambas
partes para no abortar el propósito
de caminar juntos
en entrega total).
Si el formador
no tiene una
vida ejemplar corre
peligros de abortar
la labor atrayendo
hacia sí a
las personas en
el aspecto sentimental
y emocional.
Los Padres engendradores
de su visión
en otros, llegan
más lejos a
través de la
unción en ellos
que se constituyen
en sus hijos.
Jesús se extendió
a través de
sus doce, y
luego los setenta
hacia otras aldeas
que fueron tocadas
por la unción
delegada a ellos.
Esto nos habla
de una de
las señales características de los apóstoles:
1. Que
son padres engendradores
de visión de discipulado.
2. Que
los hijos se
constituyen en los herederos de
su unción por
impartición de espíritu
a espíritu. (1
Corintios 9:1-2; Corintios
4:1-15-16).
De
Elohim, adquirimos: (A). Carácter.
La imagen del
Hijo, que es
quien salva, sana
libertad nos da
carácter y es
principalmente a quien
debemos imitar. (Romanos
8:29; 1 Corintios
11:1, Filipenses 3:17);
(B). Del
Espíritu Santo recibimos
las Herramientas de
servicio al impartirnos
los Dones espirituales
para manifestar el
Espíritu de Cristo
en nosotros. (1
Corintios 12:7-13). (C). El
Padre nos provee
Paternidad responsable. De
Él hemos recibido
el cumplimiento de
todas y cada
una de sus
maravillosas promesas.
Definitivamente debemos despertar
del sueño de creer
que por tener
multitudes sin compromiso
dentro de la
iglesia estamos caminando
en la visión-señal-presagio-gran-comisión que como Iglesia
se nos encargó.
Entendamos que se
puede tener mil alumnos que
escuchan palabra con nosotros, y sin embargo, nunca ser discípulos.Si entendiéramos
la raíz de la que nace la palabra Discípulo,no nos desgastaríamos
tanto con la gente, porque sabríamos distinguir a quiénes podemos dedicarles
tiempo, y a quiénes simplemente amarlos
y escucharlos, darles el consejo
o la asesoría que requieren y dejarlos ir;sabiendo conocer
el tiempo exacto
que le vamos a conceder al atenderlos
y saber
cuándo remitirlos a otros ministerios. Cuando
sabemos quién es
un discípulo, estamos
listos para extender
la unción a
través de ellos.
Pero sabiendo que no
cualquiera es discípulo (aunque lo presentemos como tal), por ejemplo,
Judas estaba entre
los discípulos ¡Pero
él tenía su
propia visión! Con
los años he
aprendido que no
se puede trabajar
a una persona
que tiene “su
visión del ministerio
y de la
vida en Dios”,
porque la definición real de
quién es un discípulo, la encontramos en la raíz griega Math, de esta palabra
nace la palabra mathethes (Discípulo), este término griego Math, significa,
“Pensar con esfuerzo, para recordar y
retener las instrucciones que se escuchan del
maestro para ponerla por obra”.Luego Math, nos debe dar una
noción clara de lo que significa ser un Discípulo, entendiendo
que la finalidad
del discipulado es
proveerle a Dios,
gente a través
de las cuales
Él pueda canalizar
la unción que
ha depositado en
nosotros para perpetuar
por extensión: ¡Para Siempre la
señal iniciada con
Jesús! Un discípulo
no es una
persona que tiene
su propio “sermón”;
un discípulo no es
alguien que busca
darse a conocer
por su impresionante
capacidad y dotes de “predicar”;
un discípulo es alguien
que proyecta la
unción que se
ha depositado en,
y sobre él,
por tanto, es alguien
que se dedica a:“Pensar, meditar, retener y
recordar con esfuerzo de la mente las instrucciones y enseñanzas que
debe exponer, no
solo con la boca, y
le mente, sino
con la conducta
visual que se tiene del maestro, para imitarlo extendiendo su labor”. «He aquí
yo vengo pronto,
retén lo que
tienes, para que
ninguno te quite
tu corona». (Apocalipsis
3:11);retener instrucciones y
reproducirlas es lo
que distingue a los discípulos de
cualquier alumno, los discípulos
son personas que se constituyen
en seguidores de un estilo de vida para imitarlo, más
que una “buena
doctrina para enseñarla”,
en toda enseñanza
hay mucho de
teoría, y poco
de contenido sustancioso
si no sale
del espíritu y
mucho de deducción;
mientras que la
vivencia con tu
espíritu y el
Espíritu Santo que
te ayuda a
retener las palabras
y la visión
de la conducta
vivencial de tu
padre ministerial . ¡Es
lo que hace a un discípulo, la
imitación de su conducta y su unción!Y sólo a través de ellos podemos
extender la unción de Dios en nosotros!
¡De ese estilo
de discípulos es
que nacen los
hijos, a través
de los cuales
vamos más allá
de nosotros! «He aquí,
herencia de Jehová
son los hijos;
Cosa de estima
el fruto del
vientre. Como saetas
en mano del
valiente, Así son
los hijos habidos
en la juventud.
Bienaventurado el hombre
que llenó su
aljaba de ellos;
No será avergonzado
Cuando hablare con
los enemigos en
la puerta». (Salmo
127:3-5).
Teniendo esto bien claro en nuestras mentes, corazón
y espíritu, definamos la
diferencia diametral que existe entre un alumno y un discípulo. Porque hay
mucha diferencia entre uno y otro. La gran diferencia
entre un alumno y un discípulo, radica
en que mientras que un alumno se dedica a repetir las enseñanzas que
te escucha dar de
intelecto a intelecto (lo cual le vuelve
un experto en retórica), y lo estimula
para “abrirse puertas”
promocionándose, y
ofreciéndose a sí
mismo; en cambio un discípulo
es alguien quereconoce con honestidad
y humildad que
todo comenzó cuando
su formador lo
introdujo a la
obra, compartió con
él honores, y
ministraciones, a través
de las cuales
suceden cosas que
nunca antes había
visto en su
vida; hasta que
decide reproducir la unción
y la Palabra
que ha recibido en su espíritu a
través de su
maestro formador, y
se propone hacersu razón de vivir: La vida que el
maestro desarrolla delante de él mientras caminan
juntos y le hace parte de su círculo de íntimos
en la comunión, compañerismo y comunicación, estoes lo
que le hace
consciente de que
otros deben conocer
lo que recibes,
escuchas y vez en la
vida del formador que modela a
Jesús y te
hace deseas seguir sushuellas, esto
hace que se vuelve un imitador de
la vida de
Jesús en el
maestro formador. «Porque nosotros
que vivimos, siempre
estamos entregados a
muerte por causa
de Jesús, para
que también la
vida de Jesús
se manifieste en
nuestra carne mortal.
De manera que
la vida actúa
en nuestra carne
mortal, y en
vosotros la vida».
(2 Corintios 4:7-12).
¡Estodistingue a un
formador-padre-ministerial,
la vida de
abnegación de Jesús
que es reflejada
a través de
su carne mortal,
para que sus
seguidores experimenten la
vida de Jesús
pues la vida
deun discípulo es la de
alguien que camina en comunión con su maestro para
reproducir su vida y pensamientos!Un
hijo ministerial es alguien
que es marcado por la conducta y la vivencia del que enseña y vive acorde a lo
que enseña. Cuando comenzamos a poner por obra la vida de
integridad del maestro,
sus enseñanzas cobran
vida en nosotros,
y es cuando
bebemos de su
espíritu y adquirimos
su Carácter¡No solo sus palabras!
Esto nos hace hijos de un modelo de conducta
en Cristo. Por lo tanto, podemos
entender las palabras del apóstol Pablo cuando solicita a sus seguidores
Corintios: «Os ruego que me imitéis».
(1 Corintios 4:14-16); «Imítenme a mí,
como yo imito a Cristo».(1 Corintios 11:1 Nueva Versión Internacional). A
sus seguidores en
Filipos les dice: «hermanos, sigan mi todos ejemplo, y fíjense
en los que se comportan conformeal modelo que les hemos dado». (Filipenses
3:17. Nueva Versión Internacional);
Cuando los discípulos han aprendido a caminar en las huellas
que como molde
observan en el
maestro, en ese
espíritu deobediencia poco a poco
se van volviendo el recurso habilitado del maestro quien comienza a delegarle
actividades propias de su labor,
como lo hizo
el Maestro de
maestros con sus
discípulos de entre
los cuales envió
doce de dos
en dos.(Mateo 10:5-13); estees un
grado más elevado de confianza enla comunión, por cuantoestos se constituyen en hijos, por
cuanto son losque operan junto al maestro y él comparte la
unción que opera
en él. De modo que ahora trabajan
juntos el maestro y los discípulos. «Y echaron
suertes para servir
por turnos, entrando
el pequeño con
el grande, lo
mismo el maestro
que el discípulo». (1
Crónicas 25:8); en
este grado de
entrega en la
fe, el maestro
y el discípulo
operan bajo un tipo
de compromiso en la
entrega del discípulo
hacia el formador, quien
al conocer con
exactitud hacia dónde pretende
llevar a sus discípulos ahora sabe que puede
corregirlos cuando demuestran
tener no solo
una obediencia perfecta
hacia el maestro,
(2 Corintios 10:6);
sino que también
una comprensión objetiva
de lo que él
espera de ellos, sobre
todo porque el
maestro formador tiene el conocimiento básico de la causa de
su labor que es extender
su unción a
través de ellos
para así proveerle
obreros al Señor. Cuando
se le concede
esa condición de
entrega en respeto,
en el momento
en que el
formador observa deficiencias en lo que hacen, los corrige,
los orienta, y cuando se vuelven lentos en un punto delproceso a seguir
en el camino, los reprende, los amonesta y cuando
van haciendo las cosas como se espera de ellos, los estimula, sobre todo cuando
los ve moviéndose en la unción que
salió de él hacia
ellos como el formador
que los desata e introduce al llamado.
Dependiendo del tipo de ministerio que
opera en el
maestro así será
la vida de los que
le rodean como
discípulos, y aun
más allá del
ministerio del formador; y
por supuesto que así
será la coerción o instrucciones que requiera el
discípulo hasta que
vaya conquistando en
su vida su propia unción a partir de la unción del
maestro, la cual
irá aumentando en
su unción personal de acuerdo a
los nuevos ministerios, y nuevos dones que vayan añadiendo a su vida de modo
que seanconocido donde quiera
que vaya por
la unción. ¡Hasta llegar a ser como el Maestro!(Lucas
6:39-40; Juan 13:13-17). Esto es lo que los hace hijos de un padre, que los
marca. Sabemos que nadie
puede ser más que el Señor
y Padre de los
ministerios; pero en el discipulado
cualquiera puede llegar a moverse en una
unción similar hasta ser
como su maestro
y formador. «No está
el discípulo por
encima del maestro.
Todo el que
esté bien formado
será como su
maestro». (Lucas 6:40.
Biblia de Jerusalem 1976). Cuando el que
comienza como seguidor
pasa de grados espirituales,y
poco a poco
puede llegar a constituirse en discípulo sometido a
instrucciones las cuales
debe ejecutar si
quiere crecer y
ascender de discípulo
a hijo. «Cuando Jesús
terminó de dar
instrucciones a sus
doce discípulos, se
fue de allí
a enseñar y
a predicar en las
ciudades de ellos».
(Mateo 11:1). Cuando
tus discípulos están
habilitados para operar
en tu unción,
es que puedes
extender tu área de
acción, y puedes
ir a otros
lugares solo o
acompañado de los nuevos
que quieras incluir
en tu lista
de futuros obreros
para el Señor.
Porque tu nivel
de trabajo se
eleva cuando comienzas
a operar con
ellos que se
están moviendo como
hijos de tu
unción en ellos:
Esto te hace
padre de hijos de
la unción. Padre formador de
Carácter. Es cuando se llega a
este nivel, que comienza
amanifestarseel ingrediente de la gratitud porque ese que comenzó como
alumno(El alumno decide a quién quiere de maestro-formador), sin embargo, es el
maestro que conoce las demandas del llamado quien decide a quiénes elige como
discípulos (Porque en el discipulado las condiciones las pone el maestro que
conoce hacia dónde quiere o cree que puede llegar al que marca como discípulo);
los discípulos se escogen y se instruyen
al lado del
que escoge, hasta
que el discípulo
adquiere la forma
el molde del
maestro que lo
engendra en el espíritu; por
supuesto que hasta que el espíritu del
discípulo no seexpone a la formación, el alma y sus sentimientos
podrían abortar el propósito de lograr que el alumno pueda alcanzar o abrazar
el carácter (Personalidad) del maestro
que ha sido
labrado por la
unción.
Es hasta quelos discípulos
se mueven como el maestro en carácter, conducta y la misma
unción ¡Que podemos decir
que son hijos
de un padre! «… te
ruego por mi hijo
Onésimo, a quien
engendré en mis
prisiones». (Filemón 10-19);
ese mismo Onésimo
es reconocido por
el apóstol Pablo
como amado y
fiel hermano. (Colosenses
4:7-9). ¡Qué importante
es que tu
gente desarrolle el privilegio de
la fidelidad en
su permanencia en
el Señor! Esos
son los discípulos
que como consecuencia normal, entonces comienzan a
desarrollar el ingrediente de la gratitud contrayendo
compromiso con tu
vida, gratitud que es tan eterna como la herencia que deja el
padre formador en el espíritu.Es a esa gente que Dios usa como señal de honra
para retribuir, fortalecer y permitir
que experimentemosuna
retroalimentación interna de espíritu a espíritu entre hijo y formador, cuando
el hijo decide espontáneamente sustentar y fortalecer
la vida del formador y padre. (Filipense 4:10-19; Hechos 28:30-31; Lucas 8:3).
La más excelente de las reciprocidades en el Reino de Dios, es la gratitud que
propicia Dios cuando enseña a los hijos a caminar en la fe del Dios de sus
padres, y a los padres a ser sustentados y cubiertos con la
honra de los hijos. Porque ese es el intercambio divino, cuando Dios constituye
a nuestros hijos en nuestra gloria delante de Él, sobretodo cuando los hijos
crecen y en adultez espiritual entienden que los padres formadores se
constituyen en su gloria. (2 Corintios 1:14; Filipenses 4:1; Filipenses 1:8; 1
Tesalonicenses 2:6-8; Filipenses 1:27; 1 Tesalonicenses 2:19-20). Es por esta
razón de peso que todos nos guardamos delante de
Dios el Padre
de quien toma
nombre toda familia
en el cielo
y en la
tierra. (Efesios 3:14-17);
para que ninguno le sirva a
los demás como causa
de tropiezo moral que traiga deshonor
y tristezay
deshonra primero al Señor, y luego a los unidos en círculo de intimidad
ministerial como: padres-hijos
de transferencia de
unción.
¡Esto hace la diferencia entre padre espiritual y padre ministerial!
Dr. Luis
Mercedes
A los
Pies de Jesucristo
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