Quiénes somos
Antes
de introducirles a
la declaración testimonial
de nuestra razón de
ser; y debido
a que mi amada esposa
me hizo la
observación de que
lo que estamos
escribiendo es “muy
largo”, intenté hacerle caso
(como hago en un noventa y
ocho por ciento);
por lo que
mientras meditaba en
cómo acortar y
minimizar en esencia
gramatical nuestras autobiografías personales
y espirituales; y mientras pensaba
en cómo hacer
el trabajo más
reducido, comenzaron a
caer dentro de
mi espíritu vislumbres
del Dios que
en determinadas ocasiones
fue amplio en
introducir a ciertos
hombres específicos en
su plan y propósito;
por ejemplo, a hombres
como Abraham del
cual podemos leer
en cerca de
trece largos capítulos
desde su llamamiento
hasta su muerte;
otro de quien
leemos lo suficiente
es Moisés, a
quien desde su
nacimiento incluido su
llamamiento y toda
su labor ministerial,
hasta su muerte,
lo involucra en
la labor de
escribir los primeros
más determinantes libros
de la Biblia;
leyendo de Samuel,
nos damos cuenta
que se relata
con lujo de
detalles el cómo
vino al mundo,
y tiene dos
libros con su
nombre donde entre
otras cosas se nos habla
de él desde
antes de nacer
hasta su muerte;
y ni qué
decir de David
el pastorcito, adorador,
luchador y vencedor,
rey profeta y
cantor.
Mas,
aún, si observamos
la forma en
que se dedicó
a trazar la
venida de su
Hijo al mundo,
período que le
duró cuatro mil
años; y no
conforme con eso,
el día de
la graduación de
su Siervo ante
los hombres: Da
testimonio público de Él desde
el cielo diciendo:
«…Este es
mi Hijo amado,
en quien tengo
complacencia». [Mateo 3:17].
Consciente de las
largas genealogías que
se escribieron para
demostrar que Jesús
era el correcto
Mesías; considero que
la “larga” referencia
acerca de quiénes
somos, ¡No la
considero “larga”!
Después
de este breve
currículum del Dios
de diseños al
cual me gusta
imitar en todo
lo que me
haga parecerme a Él, sobre
todo sabiendo que la exhortación
del Maestro es: «Sed,
pues, vosotros perfectos,
como vuestro Padre
que está en
los cielos es
perfecto». [Mateo 5:48];
mismo sentir que
es avalado por el apóstol
Pablo que recomienda: «Sed, pues, imitadores de Dios
como hijos amados».
[Efesios 5:1]. ¿Me
capta la idea
en todos mis
escritos? Prefiero abundar
en detalles, por
esta razón doy
inicio a nuestra
autobiografía diciendo que en las manos
del Espíritu Santo
mi esposa Rossi
Arguedas y su
servidor Luis Mercedes
Martínez nos consideramos
personas simples (como
todos los siervos
amigos de Dios), con
una identidad definida
que nos hace
saber conscientemente lo
importante que significa
ser hijos del Padre, y Dios Altísimo;conocedores de que la
única diferencia entre nosotros
los ministros con
vocación,y los demás
hijos a los
cuales servimos ayudándolos
a conocer su
posición en el
Cuerpo de Cristo
es, que sólo somos administradores de los asuntos
del Reino, y
que estamos para
influir e inspirar
por el Espíritu
Santo, a todos los que
han nacido por
la palabra de
verdad como hijos
de Dios. [Santiago
1:18]; en esto
consiste la única
diferencia entre los
demás y nosotros,en
que hemos sido
llamados para ejercer
oficios que nos
constituyen en mayordomos en
la viña en
la cual el
Padre es el
viñador (Labrador); por
esta razón, nuestra
labor es realizada
hasta que los demás herederos
del poder, y
los recursos del
cielo los sepan
administrar. [Gálatas 4:1-7];
Por esto, sabemos
que somos escogidos
como administradores de los
misterios de Dios.
[1 Corintios 4:1-5];
sabemos además que
la unción que
se ha depositado
en nuestros espíritus es
para impactar, activar
y movilizar al
Cuerpo de Cristo
en los continentes,
ya sea estando
presentes o físicamente
ausentes. Aunque presentes
al movernos a través
de la unción
impartida a discípulos
e hijos; por
supuesto, sin tener
más alto concepto
de nosotros, sabemos
que nos movemos
en la condición
de generales de estrategias para
entrenar los ejércitos
celestiales: como Dios
ha hablado en
diferentes países a
los cuales hemos
sido enviados;por tanto,
somos instructorespara
entrenar y disciplinar
a los soldados
de los ejércitos
de Dios donde
quiera que se
encuentren y seamos
enviados a ellos;procurando proveer
por el Espíritu
de Dios, gente
idónea para extender
la proclama del
evangelio del Reino,
en el que
cual se nos
anuncia la vida
y la inmortalidad.
[2 Timoteo 2:1-4].Para
esto trabajamos con gente instruida
a través de
aprendizaje, e impartición,
gente que dé
seguimiento a lo
que escucha, y
ve en la
vida de nosotros,
según las palabras del
apóstol Pablo, que
exhorta diciendo: «Lo que
aprendisteis y recibisteis
y oísteis y
visteis en mí,
esto haced; y
el Dios de
paz estará con
vosotros». [Filipenses 4:9].
Entendemos que
desde el momento
en que Dios
decide revelarse a
nosotros para que
seamos hechos (formados);
hasta que todos
lleguemos a obtener
la fe de
obrar delante de
Dios el Padre
con el conocimiento
y convicción que demostró su
Hijo, siendo que
es la imagen
de Carácter y
los Atributos deÉl
que deben verse
en nosotros, por
cuantofuimos predestinados para
pertenecer a la
Iglesia y conquistar
su conducta. [Efesios
1:4 y Romanos
8:29];estando conscientes de que desde
el momento en
que recibimos a
Jesucristo como Salvador
personal,todos somos trasladados
a su Reino como
nos lo enseña
Colosenses 1:13; millones de
creyentes ignoran que
¡Todos vivimos bajo
el régimen del
Espíritu![Romanos 7:5-6]. Entre
las definiciones que
nos describen la
palabra régimen, encontramos
la que define
una forma de
gobierno, lo cual es correcto
en cuanto a
la Persona del
Espíritu Santo se
refiere, por cuanto
Él fue constituido
en el Administrador
y Gobernador del
Reino de los
cielos representado por
la iglesia en
los continentes. Ignorar
esto, impide que
cientos de miles
de creyentes (inclusive
millones), solo asocien
al Espíritu Santo
con dones, y
anhelan sus dones
lo cual es
bíblico a la
luz de 1
Corintios 14:12, sin
embargo, yendo un
poco más allá,
debiéramos anhelar conocerle,
relacionarnos más con
Él como Persona
que como simple
proveedor de Atributos
que exaltan a
Cristo lo cual
es parte de
su misión; mas, para poder
andar según sus
normas saludables, necesitamos
dos cosas importantísimas: 1). Conocer sus
reglas de vida
en Dios mediante
el conocimiento de
la Palabra inspirada
por Él. 2). Cultivar
una vida de
comunión, compañerismo e
intimidad, lo cual
nos habla de
relación cercana; pues
sabemos conscientemente que el único
que puede confirmar
lo que decimos
que somos es
el Espíritu Santo,
porque así está
establecido, que Él es quien
da testimonio de
que somos hijos
de Dios, antes
que ministros u
obreros operando en x ministerios.
[Romanos 8:14]
Conociendo la
diversidad de Dios,
puedo decir que durante mis
años de ministerio,
jamás he conocido
entre los millones
de creyentes dos testimonios de salvación
idénticos; ni llamamientos iguales, por
cuanto nuestro Padre
y Dioses el
autor de la
multidiversidad en su
Reino, y a
determinado usar a
la iglesia como
notificadora al reino
de las tinieblas,
somos totalmente conscientes
de esto, que
hemos sido trasladados
al Reino: «… para
que la multiforme
sabiduría de Dios
sea ahora dada
a conocer por
medio de la
iglesia a los
principados y potestades
en los lugares
celestiales, conforme al
propósito eterno que hizo
en Cristo Jesús
Señor nuestro». [Efesios
3:10-11].
Por
esa razón es
que en estos cincuenta y
dos años de
ministerio he escuchado cientos
de miles de
testimonios de cómo
personas vinieron al
Señor, ¡Y en
esencia ninguno es
el mismo! Cada
uno de nosotros
tuvo un encuentro
sobrenatural, por no
decir poco común. Por
esta razón comparto
la forma en
que biológica y
horizontalmente nací en
República Dominicana un 3 de
febrero de 1945
a las doce
del mediodía. Nací
en Santo domingo
la capital de la Isla,mi
padre era militar,
borracho y promiscuo,
tenía su manera
de amar proveyendo
cosas y con
el tiempo entendí
esto; emocionalmente nunca
me pude sentar
en sus piernas,
nunca le vi
jugar con mis
hermanos, solo cuando
estaba borracho reía
con nosotros, pasada
la borrachera volvía
a ser el
padre de rostro
hosco; en todos
mis años al
lado de él solo una
vez le escuché
decirme: -“estudia electrónica
porque esa será
la ciencia el
futuro”-, ¿Cómo lo
sabía? No sé, solo en
esa ocasión le
escuché hablarme del
futuro, sin embargo
jamás me preparó
para la vida,
recibí muy poco
estímulo de él
como padre, fuera
de esa ocasión
nunca más me
volvió decir nada,
mucho menos que yo
debía tener escuela
o una profesión;
recuerdo quecuando yo
tenía seis años intentó ponerme
en un kínder,pero
me quitó a
los dos meses
porque no le
gustaba que vinieran
los compañeritos a
buscarme a la
casa (a veces venían con
sus padres), él era muy
poco amigable y
siempre decía: -yo
como en mi
casa, y bebo
en el río,
yo solo confío
en un peso
en el bolsillo
si el bolsillo
no está roto-,
así creció porque
desde los ocho
años de edad
quedó huérfano de
padre y madre,
y se crio
solo en las
calles, de manera
que al tenernos
a nosotros después,
no nos quiso
ver acompañados de
nadie más que de él.
Al ver la
actitud de mi
papá el esposo
de la profesora
cuyo nombre era
José Millares, (nunca
he podido olvidar
el favor que
me hizo) trató
de convencerlo de
que nos dejara
estudiar mínimo en
el kínder, pero
mi papá no
le hizo caso;
sin embargo, cuando
mi papá se
iba a trabajar,
don José Millares
me invitaba a
estudiar con él
en la acera
de su casa
donde estaba el
kínder, él me
enseñó las vocales,
y el alfabeto,
y me enseñó
a conjugar las
letras, ¡así aprendí
a medio leer!
A medida que
iba conjugando los
verbos, me convertí
en mis tiempos
de inconverso en
ferviente lector de
las revistas de
vaqueros como Roy
Roger, Gene Autry,
Red Ryder y
su corcel trueno;
el Llenero Solitario,
su corcel Plata
y su compañero
Zorro, las historietas
de Superman, la
mujer maravilla, Tarzán y otros revistas
que me dieron
una panorámica de
la vida norteamericana, ¡todo
esto lo leía
a escondidas de
mi papá porque
me rompía las
revistas cuando las
encontrabas!Por supuesto que jamás le
escuché decirme: -cuando
tú te cases-,
sus palabras especiales
para mí eran:
-¡Vas a morir
como comunista, te
vas a pudrir
en la cárcel
por ladrón!-. Por
esta sentencia,hasta el
día de hoy
jamás he tocado
nada que no me pertenezca;
Una de las
costumbres que él
tenía desde que
yo cumplí los
12 años de
edad era, llevarme
a los bares
con sus compañeros
policías (vestidos de
civil), y pedían
whiskies caros y
cuando ya estaban
bien borrachos él
nos hacía una
señal y uno
a uno nos
íbamos retirando, y
luego mi papá siempre iniciaba
una pelea para
no pagar, esto provocaba que se armar
un campo de
batalla en los
bares, y él
salía corriendo, a
veces herido; en
ocasiones llegaba la
policía a caballo
y nosotros nos
escondíamos en los
callejones cercanos, todo
esto era en
las madrugadas, por esto
me acostumbre a
mantenerme despierto hasta
las tres de
la madrugadas durante
mis primeros años
de juventud; otra
de las cosas que
también aprendí de
él fue a
invocar al diablo,
pues él había
hecho un pacto
con el maligno,
y aunque durante
toda su vida
tuvo diferentes accidentes,
y en diferentes
ocasiones fue herido
de balas por
esto tenía marcas
profunda en sus
espaldas y en
su pecho, de
apuñalamientos pero aunque
tenía muchos enemigos
al final murió
en su cama
por vejez. Mi
mi padre, se
consideraba católico y
solo a esa
religión me llevaba;
nunca supe que
existían los evangélicos
(nunca conocí a
un solo evangélico
en todos mis
años de adolescencia
y juventud) hasta
que llegué a
la congregación donde
hice profesión de fe. De
modo que nunca
escuché o había
leído nada acerca
de los evangélicos
hasta que a
los quince años
me encontré un
tratado que marcó
mi vidapara siempre,
¡por supuesto sin
saber que era
evangélico el tratado!
Desde
que tuve mi
encuentro con el
Señor que luego
narraré, comencé a
orar por mi
padre, y estando
en una reunión
de oración mientras
estaba arrodillado se
me acercó una
profetisa y comenzó
a orar en
lenguas espirituales, de
las cuales en
seguida me dijo
que tenía la
interpretación, sus palabras
fueron: -esto te dice
el Señor, solo
ora por tu
padre y tu
madre, yo te prometo
cambiar a tu
padre-. ¡Y él
Señor cumplió lo
prometido, porque mi
padre fue alcanzado
por el anunció
del evangelio que yo
le predicaba y
durmió con su
Señor por vejez;
tenía callos en
sus rodillas de
orar por: “su
hijo misionero”; Por
el lado materno
crecí lejos de
ella porque mi
padre nos separó
desde los cinco
años, llevándonos a mi única
hermana de padre
y madre y
a mí lejos
de ella, y
crecimos teniendo varias
“mamás” y cuatro
hermanos de algunas
de ellas, de
manera que cuando
volví a ver
a mi madre
yo tenía 18
años de edad, en
ese tiempo ella
era médium a
la que acudía
mucha gente a
consultar a los
“espíritus de los
muertos”; me sentí
tan rechazado que
no volví hasta
un año después
a visitarla a
pesar de que
había invertido dos
años tratando de
ubicarla. En esa segunda ocasión
cuando entré a
la casa donde ella vivía
ya yo era
creyente, me extrañé
de ver un
altar y docenas
de personas sentadas
alrededor de la sala esperando
consultarla, sin embargo,
en esa segunda
ocasión después de
estar sentado junto
a ella unos
minutos mirándome un poco inquieta me
dijo: -mijito, vete
porque no puedo
trabajar-, ella no
entendía por qué
¡No subían los
espíritus sobre ella!
Finalmente se entregó al
Señor con mi
hermana María de
Regla Mercedes mi
primer conversa a
la que alcancé
para el Señor,
en la actualidad
junto a su
esposo Juan Danilo
Aquino, pastorean en
República Dominicana.
Ese
es mi historial
de nacimiento horizontal
y biológico al nacer
físicamente en una
Isla del Caribe; mientras
que en lo
espiritual y vertical
mi segundo y
definitivo nacimiento espiritual,
sucedió un mes de abril
de 1964. Como escribí anteriormente
hasta los diecinueve
años en toda
mi vida jamás había escuchado
una predica evangélica
(recuerde que crecí
encerrado entre cuatro
paredes), por estas circunstancias no
sabía que existían
personas conversas a
otra fe que
no fuera la
católica (era la
religión de mis
padres, pero nunca
la profesé), yo
solo salía cuando
mi padre me
mandaba a hacer
compras, por supuesto
que antes de mi conversión
no creía en
“la fe de
mi papá”, como
tampoco creía en
la religión cultita
de mi mamá,
pero Dios tiene
sus formas de
respetar nuestra ignorancia,
en mi caso,
supuestamente era ateo, pero
el Dios omnisciente
me tenía reservado
y de manera curiosa;
mi vida (sin
saberlo), fue marcada
por un acontecimiento extraño estando en los años de mi
adolescencia (los quince);
en esa ocasióndespués de
un aguacero torrencial
de los que
caracterizan a las
islas del Caribe,
me encontré en
la calle un
papel mojado y
lleno de lodo
por las pisadas
de los transeúntes,
ese día había
estado lloviendo bastante,
por tal motivo
el papel estaba
cubierto de lodo, por dentro
y por fuera estaba tan
enlodado que por el
barro no se veían
las letras, excepto
que curiosamente solo entre salían
estas palabras: «Mas él
herido fue por
nuestras, (lodo profuso), el
castigo (más lodo
y al final),
fue sobre
él…». Cuatro años después supe qué
se trataba de un tratado
evangélico, pero esas
palabras durante esos cuatro años
me perseguían de
tal modo que
de tiempo yo me
preguntaba: ¿A qué
se refería ese
castigo, quién era
ese “él”? ¡Ciertamente
la palabra de
Dios es viva
y eficaz! Si
así no fuera,
yo no estaría
en sus caminos,
porque ni antes,
ni después de
encontrar ese tratado,
¡Jamás nadie me
había hablado nada
acerca de Dios,
ni me habló
después, hasta mi
encuentro en la
cantina, el cine
y luego en
la congregación a
la que fui
invitado! Ni siquiera
los sacerdotes que
visitaban nuestra casa
para consumir licor
con mi padre.
Por
supuesto que aunque
no “tenía ninguna
fe” ¡sí invocaba
al diablo!Lo llamaba
y le decía
que le iba
a entregar mi
alma si me
daba poder, y dinero! Eso
lo aprendí de
mi papá. ¡Lo
que es la
ignorancia!Cuando cumplí la edad
de dieciocho años, en una madrugada (3: A.M.),
de repente fui
despertado con una
certeza de que
había alguien extraño
en mi habitación,
lo segundo que
noté fue que
la habitación estaba
llena de una
luz celeste muy
brillante que salía de ese
personaje extraño «Y no
es maravilla, porque
el mismo Satanás
se disfraza como
ángel de luz».
[2 Corintios 11:14].
Por supuesto que
en ese tiempo
yo no sabía esto,por esa
razón no entendía
por qué ese personaje extraño
atraíapero a la
vez provocaba miedo intenso, esa persona
estaba parada al
lado de mi
cama, lo tercero
que observe de ese
personaje fue que
al estar envuelto
en su luz, yo
podía ver cómo
esa su luz atravesaba las paredes de
la casa y
podía saber lo
que sucedía en
la calle y
escuchaba lo que
hablaba la gente
que en esa
hora pasaba por
el frente de
la casa ¡con
el tiempo pude
comprender cómo no
sólo mi madre,
sino todos los
médium y hechiceros
podían ver cosas
y supuestamente hablar
de parte de
los que han
muerto porque le
pertenecen al diablo,
pues al estar confinados en
el Hades son representados
por espíritus ¡si no
han aceptado a
Jesucristo! Todo esto
lo entendí con
los años, pero
de momento estando
delante de Satanás;
Otra cosa que
entendí después es, que
el diablo conoce
de primera mano cuando Dios
pone su mirada
en ti, por
ejemplo, desde mi
niñez, y posteriormente durante
mis años de
juventud, fui expuesto
a diferentes accidentes;cuando tenía once
años introduje el
talón izquierdo de
mi pie entre las
rejillas de la
bicicleta de mi
papá, esto sucedió
justo frente a un hospital
del área donde
vivía, e inmediatamente me
llevaron a emergencia
con el talón apenas
sostenido por una
ligera capa de
piel, recuerdo que mientras los
médicos me estaban
cosiendo el talón
(aún conservo la
marca), mi papá
se desmayó al
ver cómo yo
me volvía a
ver al doctor
operándome junto con
la enfermera; en
otra ocasión cuando
tenía trece años se me abrió la
mandíbula (el maxilar
inferior),al caer sobre el
filo de una
acera (todavía tengo
la cicatriz), a
los dieciséis años
conduciendo un vehículo
mientras mi padre
y sus amigos
estaban bien ebrios
y me hablaban
todos a la
vez mientras huíamos
de la policía por
hacer desordenes políticos
en la calle,
unos me decían
-¡dobla a la
derecha!- otros me
decían, -¡no no,
dobla a la
izquierda!-, mientras mi
papá que estaba
sumamente borracho me
decía, -¡sigue de
frente!-, en esos
momentos en que
estaba confundido me
subí sobre la
acera del parque
principal de la calle el Conde de
la capital dominicana,
como estaba manejando sin
licencia no querían
que me atrapara
la policía, de
modo que al
escuchar a mi
papá terminé chocando
de frente con
los asientos de
madera del parque,
al vehículo se
le arrancó el
bumper se estalló
la llanta delantera
del lado del
conductor y así
salí corriendo para
que no nos atrapara
la policía (el
aro de la
llanta sacaba chispas);
en otra ocasión mi
papá se enfrentó a
un par de compañeros policías estando todos bien borrachos,
mientras discutían acaloradamente acusándose
mutuamente acerca de
sus participaciones en
atropellos contra el
pueblo frente a
la casa donde
vivíamos en la calle Ana
Valverde, en esa
ocasión uno de
mis hermanos menores
entró a la
casa y le
trajo a mi
papá un puñal
de doble filo,
pero yo lo
agarré por los
dos filos pues mi papá quería
introducirlo en el
vientre al “amigo” (el
vecino del frente),
al tratar de arrebatarle
el puñal a mi papá éste se
escurría por mi
mano y penetraba
cortándome la palma (todavía tengo
las marcas en mis
manos);sin embargo, y
a pesar de
la conducta lasciva
de mi padre
nunca molesté a
ninguna joven con
palabras ni insinuaciones
inmorales; la razón
de mi conducta
se debía a
que durante mi
adolescencia y juventud
fui testigo de
tantas jovencitas que
fueron engañadas por mi papá
(de hecho mi
madre me tuvo
a la edad
de quince años);
en el barrio
donde vivíamos conocí
jovencitas que murieron
de enfermedades que
él les transmitió,
otras al final
terminaban en la
prostitución. Por esta
causa agradezco al
Dios único que
puso en mi
corazón nunca ser
como mi papá.
Me prometí a
mí mismo jamás
ser alcohólico, me
prometí honrar a
cada mujer sin
hacerle proposiciones inmorales, Dios se
valió de ese
medio para no
sentirme atraído hacia
las mujeres prostitutas,
pues en cada
mujer prostituida me
parecía ver a
una de las
jovencitas que mi
padre inclinó a
esa vida; de
todos modos como
no tenía nada
que ofrecer a
ninguna muchacha en
esos mis primeros
años, tampoco las
molestaba con proposiciones
pues yo decía:
-Cuando yo tenga
algo que presentar
a una joven,
entonces la busco-,
por todo esto,
creo que Dios
(aunque no le
servía) me guardó
casto. Otra de
las cosas que
veía hacer a
mi papá era
ponerse de acuerdo
con los subalternos
policías (del ejército
pasó a la
policía nacional), por
eso fui testigo
de cómo mientras
le encomendaban la
labor de cuidar algunas
zonas residenciales de
la capital, como ellos
sabían las que estaban
solas ¡Las robaban
y luego se
iban a la casa nuestra
a comer y
beber hasta el
amanecer! Siendo testigo
de esto fue
que prometí jamás
tocar lo ajeno.
Por todos estosacontecimientos y
otras circunstancias y por la
forma en que
fui liberado por
el Señor ¡Sin
yo conocerle! Entiendo
que le dieron
al diablo pistas
para deducir que
Dios me tenía
en su nómina
¡Aleluya!
Por
lo que considero
que en parte mi experiencia
de esa madrugada,
con el diablo
se debía a
que él quiso
adelantarse a Dios.
Mientras le veía
delante de mí, mi cuerpo
estaba paralizado de
terror, y cuando
ese personaje me
habló diciéndome: -¿Me
llamabas?- ¡Fue horroroso
escuchar y ver
a ese ser
malévolo, que no
obstante no era
feo! No tenía
cuernos como a
veces lo pintan,
yo intentaba hablar,
pidiendo ayuda a
mi papá que dormía en
la otra habitación
de la casa.
¡No me salía ninguna palabra
de mi garganta!
Quería moverme pero
estaba totalmente paralizado
y aterrorizado.La gente
ignora que ciertamente
existe un diablo
y esta es
una de las
estrategias de las
tinieblas ¡Pasar desapercibidos!la segunda
vez que me
preguntó -Te dije
que si me
llamabas-, lo hizo
extendiendo su mano y posando
sus dedos bajo
mi barbilla: instintivamente recibí
fuerzas y pude
mover mis manos,
porque me salió
el espíritu religioso
de lo que
veía hacer a
mi mamá antes
de que nos
separara mi papá (recuerde que en ese
tiempo yo tenía apenas cinco
añitos), de modo
que hice lo
que me vino
a la mente,
¡La señal de
la cruz!, instantáneamente extendió
su mano de
nuevo y me
desbarató la señal
de mis dedos
mientras me decía:
-Deja eso, eso
no me asusta
ni me hace
nada a mí,
yo lo uso
para engañar a
la gente; a
lo que yo
le temo es
a lo que
se manifestó en
ella-, ¡Pero yo
no sabía qué
se había manifestado
en la cruz!
Con el tiempo
entendí que difícilmente
los ritos y
las tradiciones religiosas
concebidas por el
diablo a la
hora de la verdadera necesidad
no surten efecto!Cierto
que algunos espíritus
que son exorcizados
por algunos curas
pegan gritos cuando
la cruz tiene
la imagen de
Jesucristo; pero el
diablo me lo
dijo claro: a él,
no le hace
nada. Mi terror
aumentaba porque no se iba,
pero de pronto
me acordé del
título Dios, e invoqué
con fuerzasdiciendo: -¡Dios,
¡ayúdame!-. Cuando lo invoqué,¡inmediatamente al
diablo se le
apagó la luz
que le rodeaba, deje
de ver a
través de su
luz, y se hundió en
la tierra desapareciendo; al otro
día mi padre
amaneció enfermo sin
saber por qué,
y mi barbilla
amaneció morada sólo
por el roce
de sus dedos;
por supuesto que
después de esa
horrible experiencia dejé
de invocar al
diablo, pero tampoco
volví a invocar
más a Dios.
En
apariencia mi vida “normal” siguió
su curso, pero
un año después
(ya tenía diecinueve
años), estando enla cantina
del barrio donde
vivía ingiriendo cerveza,
exactamente a las tres de la madrugada igual
que un año
atrás;por primera vez en mi vida escuche la voz de Dios hablándome
audiblemente, la escuché
por tres veces
en un lapso
de menos de
media hora, ¡Pero
no sabía que era
Dios! Escuché esa
voz decirme: -¡Tú
estás pecando!-, me
asuste, y comencé
a ver a mis lados
para buscar al
que me había
hablado¡no había nadie
cerca de mí!
Pasaron los minutos,
y de nuevo
intenté levantar el
vaso de cerveza de
nuevo escuché la
voz que me
dijo: -Estás pecando-,
paré el vaso
que dirigía de
nuevo hacia mi
boca, y ahora
sí que me
horroricé, pues la
voz sonaba molesta;
volví a buscar
y de nuevo
¡No había nadie
en esa área
donde yo estaba
sentado! Me quedé
pensando, y mirando
a todos lados
dentro del local.
¿quién podía ser
esa persona que
estaba jugando conmigo
de tan mal
gusto? Pero a
los minutos se
me olvidó la
voz, y la
tercera vez que
levantaba mi mano
hacia mi boca,
ahora no fue
solo su voz,
¡Sino que sentí
la fuerza de
una mano que
empujó el vaso
hacia la mesa
y casi me
caigo del susto
cuando con voz
más fuerte me
dijo de nuevo: -¡Te
he dicho que
estás pecando!-. Inmediatamente me
paré, pagué y
me salí corriendo
de la cantina
a la que
jamás volví a
entrar ¡Ni siquiera
para predicar!
Antes
de la experiencia
de esa noche,
cuando todavía no
había entregado mi
vida al Señor.
Mi rutina diaria era
levantarme a las
cinco de la madrugada,
irme al taller
de mecánica de
donde salía a
las cinco y
media de la
tarde, al llegar
a la casame
cambiaba de ropa,
me iba al
cine a las
siete, y salía
entre diez y
media a once,
y para la
cantina, pero solo
me tomaba una
cerveza, aunque duraba
horas platicando “con
los amigos” que
injerían otro tipo
de bebidas;sin embargo,
después de la
experiencia con esa
voz, mi vida
tomó un rumbo
diferente. A la
noche siguiente de
haberme hablado esa
voz desconocida, me
fui al cine como
siempre lo hacía,
¡pero a los
minutos de estar “concentrado” en la película,
de pronto sentí
una convicción tan
fuerte de que
alguien desde arriba
me estaba mirando
(el cine era al
aire libre), asustado
comencé a buscar
hacia el cielo estrellado,
¡Pero no vi
a nadie! Extrañado
de esa sensación
seguí viendo la
película titulada “El
Hombre del Oeste”
con Kirk Douglas,
pero ¡de nuevo
esa sensación de
que alguien me
miraba desde el
cielo! Inmediatamente asustado
salí del cine
sin terminar de
ver la película.
De
modo que después
que esa voz
me habló no
solo deje de ir
a la
cantina, sino que tampoco volví al cine.Sin
conocerle,y sin que
yo lo notará
en cuanto a
los vicios del
pasado su poderosa
voz me transformó;antes de
esa noche había
sido maldiciente, muy
mal hablado; pero después de
escuchar su voz en la
cantina, ya no
me atraía el cine, deje
de fumar y lo único
que seguía haciendo
era bailar los
fines de semanas,
bailaba de viernes
a domingo. A
los dos meses
de estar de
martes a jueves,
sin tener entretenciones; un
domingo en la
mañanamientras estaba sentado
en la barda del
frente de la
casa,una vecina mayor
de edad (Nunca
supe que ella
era creyente evangélica), acercándose
a mí me
dijo: -Amiguito, ¿Le
gustaría acompañarme a
la escuela dominical?-,
yo no sabía qué era
eso pero inmediatamente le
dije: -¡Claro que
sí señora!-. Su
respuesta fue, -Ok,
nos vamos a
las nueve y
media-. La congregación
donde ella asistía
estaba bastante retirada
de la casa
donde vivía, estaba
ubicada en una
de las calles
principales de la
capital: Ave. Martí,
aunque en algunas
ocasiones pasaba por
esa zona, nunca
supe que hubiera
una iglesia evangélica,
pues el frente
estaba enrejado y
no se veía
el rótulo muy
bien desde afuera
a menos que
uno se acercara,
de modo que cuando llegamos a
la puerta abierta
y le vi
cara de “iglesia”
en seguida me
puse alerta, y me
dije:
-hmm“esto es religioso”-,
pero al no
ver ninguna imagen
religiosa en las paredes,
ni crucifijo en
el frente ni
a los lados,
enseguida me tranquilicé;cuando pasamos
el umbral de
la puerta, observé
que los hermanos
estaban en silencio
y el Espíritu
Santo estaba sobre
el ambiente (acababa
de terminar la
alabanza según ellos),
en el momento
en que atravesé
el umbral de
la puerta, una joven
que estaba recostada
de la pareddel
fondo del local cerca del
altar, pronunció mi nombre con
mis apellidos ¡sin nunca haberme
visto en su vida!Hablando fuertemente
dijo: -Entra Luis Mercedes Martínez-,todo mi
cuerpo se erizó,
sentí un escalofrío
desde la cabeza
hasta los pies,
porque está joven por
tres veces mencionó mi nombre; esto provocó
que la pastora del lugar, la sierva de Dios Consuelo Mateo se acercara al
altar y preguntó: ¿Quién se llama
Luis Mercedes Martínez?- Levanté mi mano asustado y contesté:
-Soy yo- inmediatamente el
ambiente se electrizó,
yo estaba sumamente extrañado de todo lo
que sucedió a
continuación, la gente
comenzó a hablar
en un lenguaje
extraño, otros comenzaron
a correr entre
las bancas, otros brincaban de manera elevada
por el centro
del local y por los costados del
recinto, yo no entendía
nada de aquel“desorden” sólo los veía, entonces la jovencontinuó diciéndome:-yo tengo un ministerio para
ti en mis caminos será
grande y terrible, pero tienes que arrepentirte-,con el
tiempo supe que
era una palabra
de ciencia en profecía acerca
de mi futuro
en Dios, al escuchar
sus palabras, mi
cuerpo volvió a
sacudirse y por
todo mi ser me recorrió como una descarga de corriente, y sin saber
por qué, inmediatamente asocié esas palabras con la voz quedos meses atrásprecisamente tres
veces me había hablado en la
cantina. Entonces dije
dentro de mí: -¡Esto es
Dios, entonces sí existe
Dios!-. Después que
la joven terminó
de darme la
profecía, la pastora
se acercó a
mí y me
dijo: -Joven, Dios
le acaba de
hablar a usted,
¿Qué va a
hacer usted con
su voz?-, inmediatamente le
pregunté: -¿Qué es
lo que tengo
que hacer yo?
su respuesta fue: -Entregarle su
vida a Jesucristo-, y
contesté, ¿Cómo se
hace eso? Enseguida
me dijo con
la autoridad que
la caracterizaba: -Arrodíllese-, puso
a la congregación
a orar por mí mientras
ella me decía,
-repita conmigo esta
oración-. Hice la
confesión de fe.
Esto fue en la
Iglesia Evangélica Arca de Salvación
de la calle
José Martí, en
seguida me dieron
los días de reunión ¡De Lunes a Lunes!Y
me recomendaron que “no
debía dejar de congregarme”.
Así se inició mi recorrido por el mundo cristiano
evangélico como consecuencia
de mi segundo
nacimiento vertical en
el mundo espiritual; tres meses después de
hacer profesión de fe, estaba
predicando al frente de un equipo
de evangelismo por las calles al aire
libre, de modo
que desde mis
inicios me envolvió
una pasión profunda
por la evangelización; me
acostumbré a ver
a las personas entregar sus
vidas al Señor durante las
tardes semana trassemana,porque en
la congregación enseñaban
a los creyentes
a visitar las
zonas, casa por
casa, de modo
que ahora al
salir del trabajo
antes de las
reuniones de la
noche, dirigido por
el Espíritu Santo me dedicaba
a visitar a
las personas por
las casasllevando a
los pies de
Jesucristo a los
que hacían profesión
de fe de
manera que lo
que aprendí eso hacía, guiándolos
en su confesión
de fe, de
tal manera me
acostumbré hasta el
día de hoy
a ser testigo
del poder de
Dios en sanidades, milagros y
prodigios sobrenaturales, porque
al predicar al
aire libre en
las esquinas,y por
las casas pude ver
cómo el Señor
operaba haciendo crecer
brazos, ver pies torcidos enderezarse,
mudos hablar, sordos
oír, ciegos ver,
paralíticos levantarse de las sillas
de ruedas, muertos
resucitar, en fin desde mis
inicios fui testigo
de la manifestación
de la gloria
de Dios, ¡sigo
viéndolo aún, pero
espero cosas mayores
por cuanto él
me lo prometió!
Posteriormente, a
los seis meses de
estar en la
congregación la pastora
Consuelo Mateo tuvo
una visión conmigo,
en la que
(según me comentó),
me veía atravesando
el Atlántico con
dos maletas en
las manos, extrañado
le pregunté que
qué quería decir
con eso, y
su respuesta fue:
-Es que Dios
lo va a llevar a
muchas naciones-. Definitivamente que
mi aprovechamiento en la fe
y mi disposición
a someter mi
vida no solo
al Señor; sino
que también a
todos los programas
de la congregación
me trajeron crecimiento
y desarrollo en mi nueva
fe, de manera
que a los
ocho meses me enviaron a atender
una congregación que
necesitaba un pastor,
hoy entiendo que
eso se debió
a que como era un
joven de oración
constante, vigilias y
ayunos me eligieron
a mí por
el fuego “del
primer amor”; la misión a la que
me enviaron en esa primera
ocasión era la Iglesia de Dios
Evangelio Completo; estuve nueve meses pastoreando en esa organización, me la
entregaron con 12 personas y a los tres meses teníamos noventa nuevos creyentes, a los
nueve meses entregué la
obra al nuevo pastor Saúl Reyesde la
Iglesia de Dios, y volví al Arca de Salvación. Esta
organización levantada por el apóstol
Bienvenido de los
Santos, fue la
primera organización nacional
que enviaba misioneros
a otras naciones. De
hecho que desde
mis primeros años
de creyente me
acostumbré a escuchar,
hablar y ver un
apóstol en funciones.
En esta organización (por
lo menos en
esos tiempos), mantenían
una visión misionera de apoyo
al Cuerpo de
Cristo, de manera
que en esos
años cedíansus obreros
a otras organizaciones,cuando esas
denominaciones requeríanasistencia espiritual
proveyendo ministros hasta
que las congregaciones alcanzaban
un crecimiento sostenido;
por esa causa siempre
estaban llegando ministros de otras denominaciones a solicitar obreros por
períodos de tres meses, en esos tiempos
de verdadera unidad
algunas denominaciones no pedían los requisitos que ahora se solicitan y
eran más abiertas en la unidad denominacional;de esa manera me mantuvieron
rotando de organización en organización, viendo siempre a Dios obrar a través
de mi vida de relación ascendente
en oración, ayunos y vigilias,
sin embargo, mi visión de Dios era muy
limitada, y mis oraciones aunque diarias, sólo tenían un horizonte:
Misiones, salvación, sanidades y finanzas para construir locales.
Mi llamamiento
al Ministerio.
Mientras
me mantenía trabajando
en diversas labores
tales como la
mecánica, la desabolladura
y pintura, y finalmente
en una empresa
distribuidora de artefactos
eléctricos,tenía que andar
en moto cobrando
a los clientes
de la misma; las
tardes las dedicaba
a evangelizarcuando no pastoreaba (siempre
enseñé a la
gente que pastoreaba)
a salir a
evangelizar conmigo hasta
impartirles de la
unción evangelizante; otra
cosa que aprendí
a desarrollar mientras
trabajaba medio tiempo
fue irme a
orar una hora durante el
tiempo del almuerzo,
para cumplir este
propósito buscaba un
local donde pudiera
dedicar ese tiempo
de modo que
en vez de
irme a almorzar,
me iba a cualquier lugar
donde hubiera una
congregación, sobre todo
en el tiempo
en que trabajaba
como cobrador moviéndome
por toda la
ciudad. Una mala
costumbre que tenía
desde inconverso era
la de manejar
sin licencia, fueran
carros, o motocicleta, inclusive para
variar ¡ya predicando!
esto me trajo
una serie de
situaciones como la que
incluyo a continuación.
Una mañana de
viernes en el año
1965, me detuvo
un policía de
tránsito a las
nueve de la
mañana por exceso
de velocidad, lo
primero que hizo
fue pedirme la
licencia de conducir
motocicleta ¡No la
tenía! Le di
la explicación de
que así me
enviaba el jefe a la
calle de modo
que percibiendo mi
necesidad de trabajar
me perdonó pero me
dijo: -está bien,
pero mejor váyase
despacio-, y me
dejó ir, pero
¿Sabe qué sucedió cerca
de las doce de ese
viernes? Yendo a la congregación
que escogía los
mediodías para orar donde
pastoreaba el reverendo
Danilo Fajardo, iba
¡otra vez! A
velocidad fuera del
límite permitido y
misterios de Dios:
¡Aparece en el
cruce de calles:
El mismo policía
que me había
detenido en otra
zona de la
ciudad a las nueve
de la mañana
y me pone
el alto! Esta
vez estaba molesto,
y me habló bien duro,
-¿No le dije
que se fuera
despacio, ahora sí
le voy a
poner la multa-,
y yo de
nuevo a pedir
perdón pero con
súplica, le rogué,
le puse cara
de cordero degollado, y
mirándome a la
cara me dijo:
-mire muchacho, mejor
váyase a la
empresa y no salga hasta
que no tenga
licencia-, ¡Qué alivio!
En los minutos
que pasé con
el policía de
tránsito me dieron
las doce y
minutos por lo
que me dirigí
a cumplir mi
compromiso de oración
en la iglesia
de Dios Evangelio
Completo, en esa ocasión
estaba orando como
siempre, pero de
manera instintiva detuve
la oración y
abrí mi Biblia
en Mateo 6, mi
rutina era orar
una hora siempre
(no leía la Biblia), pero
esa tarde comencé
leyendo los versículos
del 25 al
33, de modo que
al llegar al
versículo 33 que
dice: «Mas buscad primeramente
el reino de
Dios y su
justicia, y todas
estas cosas os
serán añadidas», experimenté
un estremecimiento similar
al que me
estremeció en el
día de mi
profesión de fe,
y un fuego
sobrenatural envolvió todo
mi cuerpo, fui
quebrantado y comencé
a llorar sin
saber por qué,
después de un
tiempo largo, abrí
mi boca y
dije: -Señor, a partir
de este día
te prometo que
voy a buscar
tu Reino, voy
a procurar tu
justicia en todas
mis acciones, pero
quiero que tú me indiques
qué quieres de mí, lo
único que te
pido es que
me des tu
apoyo en todo,
quiero ver tu
mano sobre mí-,
me paré porque
ya era la
una y media de la
tarde y salí
a la calle,
para seguir “mi
trabajo” sin licencia;y
sin saber que
cuando comprometes tu
palabra con Dios
y éste te toma
la palabra te
pasan cosas aunque
tú no lo
entiendas, observe lo
que sucedió al
continuar realizando mi
labor de cobrador
para la empresa
(ya eran las
seis y unos
minutos) cuando de
pronto, dobló a
toda velocidad una
esquina y ¿Qué
cree? ¡Sí!, allí
estaba el mismo
policía que me
había detenido las
dos veces anteriores
ese mismo
día viernes. Se
quitó el quepis,
enojado y me
dijo: -Ya sí
que no, ya
no hay perdón
para usted vamos
para la cárcel-,
llamó a la
estación de policía,
pidió un refuerzo
y cuando lo sustituyeron
me llevó él
mismo a la
estación de policía
¿sería para que
no me escapara
de la sentencia?¿Entiende lo
que significa comprometerse
con Dios para
buscar su justicia
en todas nuestras acciones y
seguir violando las
leyes de la
sociedad? ¡Jamás había
visitado una prisión
como preso! Han
pasado los años, y todavía
recuerdo la misericordia
de Dios para
conmigo, pues al
ser encerrado en
la celda, podía
escuchar a los
presos decirse a
gritos entre ellos
¡Tenemos carne fresca!
Por gracia de
Dios me pusieron
en una celda sola pues
solo era un
delito menor, sin
embargo me costó dormir, lo
cual hice con
la espalda recostada
a la pared,
pues conocía los
testimonios de violaciones
en las prisiones.Por
el tiempo que
manejé esa moto, nunca sentí la
necesidad de ponerme
al día con
la ley de
tránsito, trabajé año
y medio así. ¡Pero
el día que
prometí buscar el
Reino de Dios
y su justicia,
algo se activó
en los cielos
y me atrapó
la justicia que
esa tarde había
prometido cumplir! Yo
predicaba desde los
tres meses de
converso, ocho meses después
de haber hecho
mi profesión de
fe, dirigía personas
en el pastorado,
¡Pero nunca me
había comprometido con
Dios tan seriamente
como ese viernes
de 1965! Dios
me tomó la
palabra y ahora,
aquí estaba yo
en la cárcel
por violar una regla de
la sociedad. Esa
primer noche, me
despertaba constantemente por el miedo que me
provocaban los murmullos
y conversaciones de
los presos; el
sábado fue terrible
todo ese día,
pero a la media noche
del sábado me
sentí tan compungido
de estar en
la cárcel que
inconscientemente comencé a orar con
una intensidad,por primera
vez oraba casi en forma agónica pidiendo:
-¡Dios mío, por
favor, sácame de
aquí que prometo
servirte todos los
días de mi
vida!-, esa oración
fue persistente gimiente.
El día domingo
a las once
de la mañana entra
un oficial y
pregunta: ¿Quién es
Luis Mercedes Martínez?
Yo salté y
respondí: -Soy yo! Inmediatamente me
dijo, tome sus
cosas que está
libre, ¡El lunes
me ponían la
multa por violar
la ley de
tránsito, pero ahora
domingo, cerca del mediodía
me estaban dando la libertad!
Mientras yo salía de la
celda, los presos
se acercaban a
los barrotes de
sus celdas y
me comenzaron a
preguntar todos al
unísono: ¡Oye, de
quien eres hijo,
por qué te
sacan hoy domingo
esto es imposible!
Yo les respondí,
-lo que sucede
es que soy
hijo de Dios
y yo había
violado su ley,
pero anoche me
arrepentí y Él
me perdona y
me libertad-. Silencio,
silencio total. Salí
de allí y
en la sala
del recinto carcelario
estaba mi papá
que era muy
conocido en todos
los recintos del
país, él había
sido avisado por
el mismo policía
de tránsito que
me reportó y encarceló. Esa noche
de domingo, me fui a
la iglesia a
dar gracias por
su misericordia.
Al
lunes siguiente seguido
me fui a
la entidad que
emite las licencias
de conducir, en
esos tiempos era
tan inmensa la
fila de solicitantes
que uno tenía
que irse bien temprano, de
modo que estuve
haciendo fila desde
las seis de
la mañana las
puertas se abrían
a las 8: a.m.,
era larga la
fila, sin embargo,
siendo las doce
del mediodía (mi
hora de cita
con Dios), y
faltando sólo dos
personas delante de
mí, de pronto
me sobrevino una
inquietud extraña, y sin saber
por qué¡Me salí
de la filadespués
de esperar casi
todo el medio
día y salí
corriendo sin entender
por qué corría!
Misma situación que
me sucedió aquella
noche cuando salí
corriendo de la
cantina; igual que
cuando me salí
del cine corriendo
al sentir que
alguien me miraba
desde arriba. Duré
cerca de cuarenta
y cinco minutos
para llegar a
la congregación más cercana, sentía
urgencia por orar,
llegué a la
misma iglesia de
Dios donde siempre
oraba, llegué a
las doce y
cuarenta y cinco
minutos a mi
cita diaria, en
esa ocasión no
hice peticiones, solo
dediqué esos minutos
para darle gracias
a Dios (observe
que solo le
decía Dios al
Creador), cuando terminé
de alabarlo por
su maravillosa misericordia
conmigo, salí al
frente de la
congregación, y en
ese momento escuché
que alguien me
llamaba con voz
fuerte,era el hermano
José Minaya del
Arca de Salvación
quien al verme,
gritó desde lejos:
-¡Siervo!, lo estoy
buscando desde esta
mañana, hoy a
las siete antes
de salir el
Señor me habló
diciéndome: -Tienes que
buscar y bendecir
a mi siervo
Luis Mercedes Martínez-.Por
eso lo estoy
buscando desde esta
mañana, no he
ido al trabajo,
fui a la
iglesia y no
me supieron decir
por donde le
tocaba estar hoy, ¡venga vamos
a mi casa
porque quiero cumplir
con el Señor!-,
¡si no hubiera
llegado tarde ese
mediodía no me
hubiera encontrado con este
hermano! el hermano Minaya
tenía cierta solvencia
económica, llegamos a su
casa y
llevándome a una
habitación bien amplia
me dijo: -Varón,
escoja de ahí
lo que quiera-,
era un closet
lleno de ropa nueva,
yo escogí una
camisa y un
pantalón (en ese
tiempo teníamos las mismas medidas),
cuando el vio
que solo eso agarré me
dijo: -¿Eso es
todo?-, le respondí:
-sí, es todo-,
pero metiendo su
mano en el
closet comenzó a
escoger camisas de
diferentes colores, y dos pantalones negros,
dos azules, dos grises,
y me
extendió seis pares
de camisas todas nuevas,
y me entregó
una ofrenda especial,
y luego le
dijo a su
esposa: ¡prepara alimento
para el siervo! En
esos mis primeros
años, la palabra
siervo, era el
distintivo más respetado
en la década
de los sesenta.
Al otro día martes me
fui a la
congregación a orar
a la misma
hora de siempre,
y al salir
del salón de
reuniones me encontré
a un pastor
de la ciudad
de la Vega (tercera ciudad
del país), quien
al verme me
dijo: -varón de
Dios, a usted
lo ando buscando,lo
necesito para que
me ministre una
semana evangelística en la iglesia-,
en esos tiempos
de 1965 no
todos teníamos teléfonos
en la casa,
ese mismo día
salí con él
hacia esa ciudad,
a comenzar una
actividad por cuatro
días: jueves, viernes,
sábado y domingo.
¡Así comenzó mi
ministerio de evangelista
itinerante primero por
congregaciones nuevas, y
luego al aire
libre! La esfera del
Reino de Dios
me estaba alcanzando
con una certeza
tal que pasados
los años tuve
que entender. Que
Dios es Fiel,
Justo y Verdadero
cuando le pones
en primer lugar.
A
finales de ese mismo año de 1965,
en una madrugada
mientras me encontraba
orando, fui trasladado
por el Espíritu
del Señor sobre
una zona judía
del norte de República Dominicana
llamada Sosua, desde
el aire yo
la veía y
le escuché decirme:
-Aquí te voy
a traer por
un tiempo-, algunos
meses después, se abrió
la primer congregación pentecostal
en esa zona (solo
había una congregación
metodistas en la
zona de los
no judíos), de
esta manera oficialmente
se inició el
ciclo de mi
pastorado de forma
permanente, ya no
solo por tres,
seis ni nueve
meses como al
principio. Ese campo
blanco era del concilio
de Asambleas de Iglesias Cristianas,y
a petición de
la fundadora de
dicha obra Digna
Martínez, Dios cumplió
la palabra de
que estaría allí
por un tiempo.
Antes de que
el Espíritu Santo
me llevara sobre
la zona de
Sosua, mi amigo
Gregorio Artilesaprobó mi estadía
en ese lugar
cuando me propusieron
como pastor, porque
él me conocía
debido a que
de tiempo en tiempo él
me invitaba como
evangelista a realizar
actividades de avivamiento
local en la
congregación que él
pastoreaba en Puerto
Plata.
Antes
de salir a
las naciones, el Espíritu Santo
(como el que
llama y envía según Hechos
13:1-4), antes de yo entrar
a algún lugar
del territorio Dominicano
me llevaba en
el espíritu a diferentes zonasdonde
posteriormente se serviría
de mi espíritu
para levantar obras donde
no había, por
la sola gracia
de Dios todavía
permanecen las obras
en los diferentes
lugares, (en el
1994 mi esposa Rossi
estuvo ministrando en reuniones
unidas de iglesias
hijas), de modo
que a los 20 años era un evangelista y pastor
usado porDios con palabras de
ciencia,y recibiendo palabras
proféticas de largo alcance para la nación; siendo
que Jesucristo es
el mismo ayer,
y hoy, y
por los siglos
todavía las sigo
recibiendo; de modo
que ahora a
los setenta y
un años se
sigue sirviendo de
mi espíritu, alma
y cuerpo hasta
que sea arrebatado
o descienda el
cuerpo a la tumba; sin
embargo, en esos mis primeros
años no puedo
decir que entendía
el corazón de
Dios como Padre
hacia mí (a
pesar de sus innumerables
señales de provisión
sobrenatural), mucho menos podía comprender su Naturaleza de amor y propósitos
específicos y definidos. Pues tenía
una distorsionada imagen
de Dios como
Padre, debido a
mi escasa relación
con mi padre
biológico. Al constituirme
en padre en el 1973,
comencé a tener
vislumbres de lo
que implica la
paternidad, pero todavía
me costaba hablar
con Dios como
Padre.
Una
de las cosas
que marcaron y
deformaron mi seguridad
personal se produjo
en una ocasión
en la que
mi padre, enfurecido
porque yo no
había hecho las
cosas como él
esperaba, estando frente
a frente me
gritaba mientras rompía
mi acta de
nacimiento y me
decía (sin yo saber por
qué), -¡Tú no
eres mi hijo!-,esto
sucedió a los
diecisiete años. Definitivamente esto
fue impactante para
mí, desastroso para
mi autoestima esto
me devastó aunque
sí sabía que
él era mi
padre, excepto que
a partir de
ese día comencé
a recorrer en
mi mente buscando
un día en
que disfrutara de
sus muestras de
cariño, y afecto
de padre, y
lo único que
descubrí (erróneamente por
supuesto), fue que si
yo no hacía algo para “ganármelo”, no
me daba un
cinco. Para mí esto fue
inconcebible, por muchos
años me costó
rebasar el hecho
de que mi padre terreno me desconocía como hijo, hasta
que con el tiempo
descubrí que era
su forma de
enseñarme a procurar
mi dependencia económica,
no tanto de
él, porque en
realidad nunca me
faltó comida, ropa, techo y
atenciones médicas cuando
lo necesité; sin
embargo, cuando vine
al Señor esa
imagen grabada en
mi inconsciente marcó
mi vida de
relación con Dios
como Padre. Cierto,
que después que
entregué mi vida
al Señor podía hablar libremente con Jesús mi Hermano Mayor, vivía para alabarlo,pero aunque
sabía queDios me amaba
¡Cómo me costaba
acercarme a Él
con libertad! Me costaba
disfrutar su compañía en la oración, me sentía presionado porque sentía
que tenía que dar “mucho de mí”para sentirme aceptado por mi
Dios, profunda ignorancia
que en el
Camino he encontrado
en la vida
de cientos de
servidores y creyentes
sencillos, por asociar
a Dios con
sus padres biológicos y
los malos tratos
recibidos;por supuesto que escuchar que Dios me
llamaba siervo por
donde quiera que
iba, me daba
un sentido de
“seguridad” ministerial, aunque
muy poca de seguridad Paternal.
Por esa
razón mi vida
fue sacudida emocional
y espiritualmente en
el año de
1979 cuando en esa
ocasión el evangelista
y vidente Samuel
Mejía de Colombia
mientras estaba hospedado
en nuestro hogar,
me compartió una
experiencia que tuvo
con el Padre en
una madrugada,mientras él oraba
en su devocional
privado, el Señor le dio una visióncon
el Padre, en lamisma veía al
Padre sentado en un Trono contal resplandor, que no podía verlo pero
sabía que era
el Padre (fueron
sus palabras), sentado
en ese Trono
de entre la
intensa y refulgente
luz oyó salir
su voz diciéndole:
-Dile a Luis, que no me pida más como
siervo, dile que me pida como hijo-.¡Eso cambió mi visión de Dios! Se
turbó mi corazón
y moral, emocional
y espiritualmente yo me fui al suelo porque
no entendía el
avance al que
se me quería
introducir en la
relación de Dios
como Padre; por
supuesto que inmediatamente saqué la conclusión errónea de que ya Dios ni
me quería ni me necesitaba como “siervo”.
En ese tiempo
le había sugerido
al evangelista Yiye
Avila que realizara
una actividad en
dicho país lo
cual aceptó, a
pesar de que
por doce años
los pastores le
habían estado invitando y
él no respondía
a las invitaciones
por no sentir
que fuera tiempo
para Costa Rica, a raíz
de eso fue
que le solicité
que me enviara
a su coordinador Samuel
Mejía para que me ayudara
en la organización
de la actividad
al aire libre. Cuando
él tuvo esa
visión y las
palabras que recibió
para mí. Me
sentí “rechazado por
Dios como siervo”.
Dolido por mi
interpretación se agudizó
ese sentir interno que
traía en mi
inconsciente. “Deje de orar y
pedir a Dios”
como lo hacía
constantemente;fue una excusa
para afirmar la realidad de
que me costaba
hablar con libertad
con Dios, por
cerca de doce
años siempre había orado diciendo,-Dios, vengo
a ti, Dios
dame esto, Dios
dame aquello y
lo otro, ¡Pero
nunca le decía
Padre!Platicaba con más
libertad con Jesús
su Hijo, pues inconscientemente me
sentía marginado por
Dios porque le
pedía “cosas que
no me daba”,
por supuesto tampoco
tenía relación individual
con el Espíritu
Santo.Yo no entendía
que la intención
de Dios era
proveerme una mayor
y certera seguridad
de mi posición
de hijo en su
Reino;tampoco asociaba que le había
pedido en el
pasado que quería
buscar su Reino para vivir
en justicia; sin
embargo me sentía
más orgulloso de
ser siervo, que de ser
hijo. Desde 1964 me
refugiaba en la predicación como
mi único medio de seguridad interna, pues siempre veía el respaldo de lo
alto. Pero mi
inseguridad y falta
de conocimiento acerca
de mi verdadera
posición delante de
Dios como hijo me
era desconocida a
profundidad, ¡Aunque predicaba
del amor de
Dios! Mas todo
esto cambió cuando
fui invitado por
el Señor a
mi segundo encierro
en San José,
Costa Rica en
el 1980 (el
primero fue en
el 1970). Estando
en ese encierro, una de esas
noches, fui despertado por una
canción que salía de mi espíritu,la
cual había estado cantando
mientras aún estaba dormido, y me desperté oyendo sus letras que eran
las siguientes: -“Al encontrar tu
confianza en mí, te encontrarás a timismo”-,nunca he olvidado esas letras y su
música. A partir de ese día comencé
a buscar el
entendimiento del mensaje
oculto tras esas
palabras, de modo
que desde esa
época comenzó poco
poco mi sanidad interior la
cual se consolidó
totalmente pues me
devolvió la seguridad como hijo
de Dios, ahora disfruto
todo el tiempo
mis pláticas no
solo con mi
Dios, sino que
mucho mejor con
mi Padre celestial.
Comencé a
entender la puerta
abierta para relacionarme
no solo con
Dios como Creador,
sino que mucho
mejor y más claro ¡Como
mi Padre! Tuvieron
que pasar muchos
años para comprender
las palabras del
Señor al dirigirse
a María cuando
le pidió que
no lo tocara,
porque aún no
había subido a
su Padre: «… subo
a mi Padre
y a vuestro
Padre, a mi
Dios y a
vuestro Dios». [Juan
20:17b]; poderosamente cuando
Él resucitó abrió un acceso
directo al Altísimo
como Nuestro Padre
Amoroso, Protector y
Responsable. Esa conciencia
se afirmó en mi vida
al experimentar una
declaración divina acerca
de las características de
Dios accesibles para
su pueblo (la iglesia);
lo cual sucedió
una madrugada del
1994 cuando fui
despertado por la
voz de un
ángel que decía
con una voz fuerte: «En
Dios hay treinta
y cuatro características». Quedé
impresionado por estas
palabras de modo
que desde entonces
he estado buscando
cualidades que exaltan
esas características, de
modo que con
el tiempo he
descubierto algunas además
de la que
recibimos de su
propia boca al enviarnos en
el 2004 a
Estados Unidos de
América.
A los
meses de estar mi esposa
y yo en
América del Norte; en
Puerto Rico una
joven vidente (Jeesley)
que nos había
visitado al centro
de capacitación de
Costa Rica para
recibir entrenamientos intensivos,
como ella conocía
nuestra casa en
Costa Rica, oraba
con palabras de
preocupación, rogando al
Padre que no
nos faltara nada
en California; ella
nos escribió que
inmediatamente el Padre
la paró y
le dijo: -Jeesley
cambia tu oración,
porque ellos han
sido enviados por
mí y por
su obediencia, como
Padre Responsable yo
me comprometo a
proveerles de todo
de modo que
nada les faltará-;
unos días después
en Costa Rica
nuestra hija Karen
Bellanira estaba orando con espíritu
de angustia y mientras pedía
en oración: -Padre,
cuida a mis papitos, que
no les falte
nada-, ella dice
que en ese
momento el Espíritu
Santo la detuvo
para comunicarle las
palabras del Padre que le
decía: -¡Karen, cambia
esa oración porque
ellos han ido
en obediencia a
mi palabra, y
como Padre Responsable, yo
me comprometo a proveerles
de todo, de
manera que nada
les faltará!-. ¡Idénticas
palabras que Dios ha cumplido
hasta el día
de hoy diez
años después, sin
que tengamos que
tocar puertas humanas!-.
En estos diez
años he tenido
una conciencia totalmente
clara, efectiva y
consciente de la
Fidelidad de Dios
como Padre, lo
cual magnifica la
realidad del por
qué el Señor
Jesucristo al resucitar
puso en primer lugar
la identidad que nos certifica
que somos de
arriba, al ser
engendrados por la
palabra por tanto,
tenemos a Dios
por Padre, ¡Esto
nos hace hijos
del Altísimo!La identificación de
Jesucristo con nosotros
en la cruz nos provee
una identidad clara,
definida, provista por los veintitrés
cromosomas que aportó
la virgen María
los cuales se
unieron a los
veintitrés cromosomas que
aportó el Altísimo
como Padre, lo
que nos da como resultado
el nacimiento del
Hombre Perfecto, llamado
el Hijo del
Hombre en, y
por quien recibimos
el ADN divino
en su sangre;
Ahora Jesús es
nuestro Hermano Primogénito
entre muchos hermanos. [Romanos 8:29];
Ahora Él es nuestro Hermano
Mayor en el
Reino. Somos hermanos del
Rey de reyes
en relación de
comunión con su
Padre ¡que es
Nuestro Padre! [1
Juan 1:3]. ¡Jamás
había comprendido esta
realidad tan claro!
Anteriormente mi mentalidad
era similar a
la del mundo,
que considera a Dios como
Creador, pero no
lo considera Padre,
de hecho hemos
conversado con judíos
genuinos que se
asombran y enarcan
sus cejas cuando
a mi esposa
y a mí
nos escuchan referirnos
a Dios como
Padre, porque para
los judíos es
una ofensa considerar
a Dios como
Padre;de igual manera
para los árabes
es ofensivo y
herético considerar a
Dios como Padre,
la realidad histórica
es que para
los musulmanes Elohano tiene
que ver con
la seguridad paterna
de Dios, para
que tenga una
idea incluyo lo
que para ellos
significa la palabra
Eloha: [que proviene de la raíz árabeAliha,
que significastupuit, pavore perculusus fuit, esto es, sorprendido y
golpeado por el pavor y no debe confundirse conalaha, dar honor.
Encontramos por tanto un parentesco con el árabeAllah, nombre que se usa
en el Islam para designar a Dios. Por tanto elnombre Eloha expresa esa
impresión creada en el hombre por el poder de Dios; el poder que despierta
terror, pavor. Aquel que es señal de la confrontación
del hombre natural con Dios, y que por este motivo despierta terror entre
los hombres], por
este sentir de
los del Medio
Oriente, respecto a
su fe de
los sentidos hemos
comprendido el asombro
e incredulidad que
despierta en judíos
y árabes (tenemos
amigos de ambas
religiones), a la
mención de la
palabra Dios es
mi Padre. Me
costó a mí
años entender lo que
está tan claro
en Juan 20:17,
sin embargo mi
corazón encontró la
paz, la seguridad
y la identidad
que jamás había
tenido. Ahora pasados
los años a
partir de 1980, cuando se
acerca la hora
del descanso nocturno
se ha constituido
y lo sigue
siendo mucho más
en estos tiempos,
el más grande
de los regocijos
al acostarme para continuar mi
conversación con mi
Padre al terminar
el día, esto me llena
de gozo, fuerza
y fuego divino;
experiencia que se
ha extendido a
mi vida matrimonial
por veintidós años pues antes
de dormir le
digo a mi
esposa: -Vamos a
adorar al Padre-,
personalmente al despertar
en la madrugada
(su hora clásica
es las 3: a.m.),
me regocija el
espíritu y el
alma, y me
llena de emoción
al preguntarle cosas para el
resto del día dirigido por el Espíritu
Santo que nos
guía a orar
conforme a la
voluntad expresa de
Dios Padre, lo
cual nos evita
andar de aquí
para allá, y
de allá para
acá en la
oración, a ver
dónde pega lo
que hemos de
pedir en oración.
De manera que
con el tiempo
hemos aprendido a
orar, conforme a
su voluntad, y
no desperdiciando el privilegio de
estar en su
presencia pidiendo y
pidiendo las mismas
cosas que en
el fondo no dejan de
ser reminiscencias de
duda e inseguridad
al no saber
si se nos
escucha o no,
todo lo cual
ofende la Fidelidad
y Responsabilidad del Padre y Dios que
habla de acuerdo
a su naturaleza
de Verdad, Amor,
Misericordia y Bondad.
A partir de
ese encierro en
el 1980 mi
convicción personal fue
arraigada en mi
alma, lo cual
cambió totalmente mi
tiempo devocional para
adorarle más que
para pedirle cosas.
Antes alababa a
Dios por Jesucristo,
pero en ese
encierro aprendí la
diferencia que existe
entre alabar y
adorar. Amo a
mi Padre celestial
sin ignorar que
es el Dios
al que debo
hablar con el
respeto, reverencia y
disposiciones que como
Creador se merece
sin confundir sus
roles de Padre
y Dios.
Adelantando el
destino matrimonial
Hay
una gran diferencia
en entender el
corazón del Padre
que como Dios
desea regir los
destinos de nuestro
entero ser para
asegurarnos la permanencia
en su Reino,
¡Pero sobre todo
nuestro privilegio de
hijos e hijas!
Razón por la
cual muchas veces suceden
acontecimientos en nuestras
vidasque pasan desapercibidos hasta
que no aprendemos
a no solo
entender, sino que
mucho más a conocer las
intenciones sanas, únicas
y protectoras de Dios; por
lo cual suceden
cosas que se
vuelven experiencias (buenas
o malas), que
marcan nuestras vidas
para enseñarnos a
honrar los dichos
de Dios sin
ignorarlos u olvidarlos
“porque no entendamos
nada” en el
momento de recibirlos;
por esta razón les comparto
como ejemplo la
experiencia que me
tocó vivir durante
mi soltería de
joven, a principios
del año 1966.
Mientras pastoreaba en
Sosua fui visitado
por el profeta
Elías Serna Palacios,
el cual fue enviado directamente
a ese pueblo,
él venía acompañado
por un equipo
de discípulos desde Hemet, California,
entre ellosse encontraba
la profetisa Silvia
Polanco; en ese
tiempo me sentía
atraído por una
jovencita de la
congregación de mi
amigo Gregorio Artiles
el cual aprobaba
nuestra relación de
interés (por respeto
no menciono el
nombre de ella),
sobre todo más
por atracción espiritual
que emocional por la
forma sobrenatural en
que Dios la
usaba (nunca había
visto a una
muchacha ser usada
por palabra de
ciencia tan certera
y directa), Dios
le mostraba nombres
de personas que
nunca había visto,
cuando la enviaba
le daba: nombre,
dirección y la
condición que tuviera
la persona. Atraído
más por su
dones que por
su físico, pedía
dirección al Señor
acerca de la
posibilidad de que
Él aprobara nuestro
“mutuo sentir”. Una
de las tardes
que el profeta
y su equipo
me visitaron donde yo vivía
en Sosua, mientras
orábamos todos los
del equipo, yo le pedía al
Señor en secreto
acerca de mi
sentir por esa
joven (deseando que
me hablara), le
pedía dirección respecto
a mi soledad
y mis intenciones
con esa joven.
Nunca le comentaba
a nadie nada acerca de
mi vida privada,
porque me acostumbre
a platicar con
el Señor Jesucristo
directamente, en esa tarde mientras yo
me encontraba de
rodillas la profetisa
Silvia se acercó
a mí, y
me habló al
oído diciendo: -esto
te dice el
Señor: Hay una
gran sima entre
lo que estás
pidiendo y mi
propósito contigo, sin
embargo, si tú me haces
esta petición, yo
puedo concedértela si tú lo
quieres-. Automáticamente le
dije al Señor
(todo en silencio
entre Él y
yo), -Señor, si
no se puede,
no quiero nada
que tú no
hayas trazado para
mí vida, ¡olvídate de
mi petición!-. Ahí
murió esa petición,
y con el
tiempo pude ver la misericordia
de Dios para
conmigo. Lamentablemente esa
joven se apartó
del Señor de
manera que cuando
volví a saber
de ella cuando
estuvimos mi esposa
Rossi y yo
en República Dominicana
en el 1994 todavía
estaba apartada del
Señor.
Posteriormente, en
el 1967, mientras
de nuevo oraba
pidiendo compañía, recibí
otra palabra profética
de boca de la
profetisa Silvia Polanco
mientras yo oraba
en silencio en
una reunión de
ministros, ella se
acercó a mí
y me dijo
al oído -dice
el Señor que
no busques compañía
aquí en tu
tierra, porque tu
esposa está en
Centroamérica, él dice
que te guardes
para Él-, me
asusté y dejé
de orar por
compañía.Sin embargo, en
el 1968conocí a
una sierva de
oración muy poderosa, su
vida recatada y
apartada para el
Señor me atrajo
por la forma
en que oraba
y compartía visiones,
tratos y sueños,
de modo que
enamorado de la
gracia de Dios
por la forma
en que Dios
la usaba, olvidando
las profecías de
que mi esposa
estaba en Centroamérica contrajimos matrimonio.
En el 1973,
sin embargo, en
esa misma fecha llegó a
República Dominicana la
profetisa Lidia Colón,
la cual nunca
me había visto,
los diferentes ministros
me hablaron de
ella diciéndome cuánto
la usaba el
Señor con palabras
de ciencia, providencialmente ella llegó al
lugar donde me
encontraba y sin
siquiera presentarnos me
dijo: -tengo una
palabra de Dios
para ti, el
Señor me está
mostrando una mujer
al lado tuyo-,paró
de darme la
palabra y me
preguntó -¿Eres casado?-,
le respondí que sí,
inmediatamente siguió diciendo:
-tu matrimonio solo
durará diez años,
te veo llegando
a New York,
con otra esposa-.
Terminó de hablarme
y se fue,
nunca más nos
hemos vuelto a ver. Precisamente
por razones físicas
la consumación del
matrimonio solo exactamente
diez años. Pues
por razones físicas
a los diez
años de casados.
Mi esposa me
explicó las razones
por las que
ya no me
podía servir en
la intimidad. Posteriormente partió
con el Señor
al que tanto
amó. Por problemas
internos en su
cuerpo tuvo cuatro
perdidas sin embargo,
me dejó una
niña preciosa. Durante
los diez años de matrimonio
ella había tenido
cuatro pérdidas de
criaturas; pero en
el mes de octubre de
1972 mediante un
sueño el Señor
me mostró que
me iba a
dar una niña
y que ella
sí sería para
mí, desde que mi
primer
esposa quedó embarazada,
todos los que
nos “profetizaban nos
decían que iba
a ser un
niño que Dios
usaría poderosamente” esto se
dio a través
de “treinta profecías”;
por esa razón
cuando tuve el
sueño yo guardé
silencio de manera
que ni siquiera
a mi esposa le
comenté nada, lo
que sí me
extraño fue que
en el sueño
yo veía que
en sus orejitas
habían unos brillantitos
bien bonitos, y
en el lugar
donde debía estar
su órgano sexual
lo que vi fue
un
arca del pacto
por lo que
pregunté extrañado: ¿Qué
significa esto señor?
Su respuesta fue:
-Porque están haciendo
un ídolo de
su sexo-; finalmente
en el mes
de marzo de
1973 Dios nos
dio una preciosa
nena, la niña
Karen Bellanira Mercedes
Castillo, que al
día de hoy
es una profetisa
y pastora en
el Señor; de
ella y su
esposo Mario Esquivel
Dios nos ha
dado una nieta
preciosa: Stacy Rebeca,
y el nieto
Luisito, ambos son
dones de Dios
porque supuestamente nuestra
hija Karen no
podía tener criaturas
porque científicamente tenía
la matriz de
niña; durante cinco
años de casada
deseaba tener hijos.
Una noche mientras
ministraba en la
congregación que pastoreaba
mi esposa Rossi
Arguedas en Costa
Rica estaba enseñando
acerca de la
fe de Abraham,
en un momento
determinado, el Señor
me abrió los
ojos espirituales y
pude ver una
criatura en el
vientre de mi
hija Karen, y
tomando mis labios
el Señor le
dijo directamente: -para
el año que
viene tendrás en
tus brazos la
criatura que tanto
has deseado- ¡Stacy
nació justo al
año! Los médicos
la llamaron la
niña milagro, porque
ellos decían que
esa niña no
podía nacer, el
esposo tuvo que
firmar porque el
hospital no quería
asumir los riesgos
pues decían que,
o se moría
mi hija, o
se moría la
criatura; pero las
palabras de mi
hija eran: -Dios
habló por mi
padre, y todo
lo que él
dice se cumple,
por tanto esa
niña nace-. Junto
con la niña
crecía la matriz,
años después el Señor
le dijo a mi hija,
que Él le
daría la parejita.
Ahora tiene un
hijo varón, y la niña
Stacy. ¡Dios es
Fiel!
Estando
en Costa Rica
presidiendo el centro
de Restauración Ministerial
que presidía en
ese país, en
el cual recibíamos
alumnos que con
el tiempo se
constituían en discípulos
de la visión
de extender el
Reino de Dios;
cerca de doscientos
jóvenes durante esos
años de preparación,
fueron enviados por
el Señor a
las naciones y
continentes, pues cada
cierto tiempo esos
discípulos vivían con
nosotros bajo el mismo techo,
en ese año
llegó a permanecer
con nosotros una
joven con profunda
hambre de Dios
la cual la
primera vez que
asistió a una de mis
actividades evangelísticas bajo
carpa tuvo una
experiencia sobrenatural, esto fue en el 1981;en
esa ocasión estaba
ayudando a levantar
en la zona
de Puriscal una
congregación para la
Iglesia Evangélica Nacional.
En ese tiempo
mientras yo compartía
mi testimonio de
cómo vine al
Señor, ella se
encontraba de pie
a un costado
de la carpa
a mitad de
la misma, y
cinco años después
me compartió lo
que vio en
esa ocasión, me
dijo que mientras
yo hablaba, vio
una cadena de
plata que salió
de su espíritu,
la cual comenzó
a avanzar hasta
el centro de
la carpa, y
que simultáneamente pudo
ver cómo de mi espíritu
salió otra cadena
también de plata
que avanzando se
unió a la
que salía de
su espíritu en
el centro de
la carpa; ella
me comentó que
al ver esta
visión sintió caer
sobre todo su
cuerpo literalmente un
roció el cual
la cubrió empapándola
por completo, por
supuesto que ella
no sabía que
desde el 1967
el Señor me ha hablado
diciendo que mi
ministerio es como
el roció en
medio de su
pueblo (que no
se ve cuando
cae). Durante cinco
años guardó silencio porque
no entendió nada
acerca de esa
experiencia, esa joven
era la hermana
Rossi Arguedas Miranda;En
el 1983 ella tuvo un
sueño en el
que se veía
llegando a San
Salvador, y al
pasar por migración,
escuchó que le
decían: -¿su estado
civil?-, y ella
respondió:-casada-, mientras entregaba
su pasaporte en
el que veía que
decía: nombre del
cónyuge: Luis Mercedes
Martínez. ¡Por supuesto
que nunca compartió
eso con nadie,
solo lo escribió
en su diario
personal! Duró diez
años reprendiendo a
Dios creyendo que
ese trato era del diablo.
En el 1990,
estando en Guatemala
invitada por el
apóstol Norman Parish
director de la organización Cristo
Centro, le tocó
compartir las enseñanzas
con la profetisa
Kathy Lechner de
Chicago, y ella
fue la primer
mujer que sin
hablar español le
profetizó acerca de
su matrimonio.
En
el 1992 la
profetisa Kathy Lechner
fue invitada a Costa
Rica por la
pastora Sigryd Acuña,
sin saber la
profetisa Kathy Lechner
que la hermana
Rossi Arguedas estaba
pastoreando le habló
por palabra de
ciencia con estas
palabras: -¡veo que
tienes un nuevo
ministerio, te veo
trabajando en un
campo y la
tierra es muy
dura-; de nuevo en esa
ocasión volvió a
hablarle del apresuramiento de
su matrimonio; en misterio
le dijo estas palabras:
-él siempre ha
estado a tú
lado, pero yo
le haré comprender
que lo que
yo le estoy
poniendo por ti es amor,
y éstas serán
sus primeras palabras:
-¿Entonces esto que
yo siento por
ella es amor?-.Todavía yo
no era viudo,
pero mi esposa
primera estaba deteriorándose internamente.
Durante doce años de conocer
a la hermana
Rossi Arguedas, yo
me había mantenido
orando por su
esposo donde quiera
que estuviera, mi
petición continua era:
-“Señor, dale un
esposo que la
ame, un esposo
que la cuide
y la sepa
valorar; dale un
esposo que la
guie a su
destino en ti”-;
en diferentes ocasiones
la veía en
sueños casándose, por
ejemplo en una
ocasión soñé que
estaba vestida de novia
y sabía que se casaba
con un apóstol.
¡Pero nunca vi
quién era el
esposo!En otra ocasión
le vi pastoreando
en Estados Unidos,
y en el
sueño sabía que
su esposo era
un apóstol que
en esa ocasión
estaba fuera del
estado en una misión.
Después del fallecimiento
de mi primera
esposa el Señor
comenzó a enviarnos
profetas y profetisas
de Estados Unidos,
de Venezuela, de
Panamá exclusivamente para
hablarnos en público
y privadamente confirmando nuestra
unión matrimonial. También cuando
ella viajaba por
las naciones, por
diferentes profetisas le hablaban
de la fisionomía
y país de
su futuro esposo
y su condición
de extranjero (hasta
el día de
hoy jamás he
visto a ninguna
de esas profetisas
que le hablaron
a ella sin
nunca haberme visto);
Por supuesto ella
nunca mencionó esto a nadie,
sino que todo
lo escribía en
su diario personal
el cual guardaba
con candado. La primer y
única persona que me habló
en el 1987
porque que nos vio juntos, en
seguida me profetizó
en secreto que
ella sería mi esposa
fue la profetisa
Elizabeth Mata de
Saltillo Coahuila, México,
a la cual
reprendí duramente hasta
hacerla llorar, y
luego seis años
después, le tuve
que pedir perdón
por la forma
en que la
traté cuando me
dio la palabra. El
día que yo le
propuse matrimonio, lo
primero que hizo
fue enseñarme su
diario, y los
diferentes tratos; y
lo segundo fue
ponerme tres condiciones:
-¡1). “Si mi
familia lo acepta;
2). Si su
hija lo acepta,
3). y si
la iglesia que
pastoreo lo acepta,
tiene mi sí.
Si una de
esas tres condiciones
falla, no puedo
aceptar”!-, El cómo
sucedieron las cosas,
es otra historia,
pero ella decidió
salirse de las
instalaciones del centro
e irse a
vivir a con
la primer persona
que le habló del
Señor: Su amiga
Soledad Baeza. Ella nunca había
visitado San Salvador,
y precisamente diez
años después de
esa visión donde
veía que yo
era su esposo,
llegamos invitados a ministrar
una serie de
actividades pastorales, y lo más impresionante
fue que al
pasar por migración
la primera pregunta
que le hizo
el agente fue: -¡¿Su estado civil?!-,ella respondió
-casada-.Por esta razón
a través de
los veintidós años
de matrimonio que
llevamos casados desde
el mes de
noviembre del 1993 siempre he
entendido que ella
fue y es,
¡La esposa de
Centro América de
la cual me
habló en el
1967!
Comparto
esta parte de
mi vida para
crear conciencia de que debemos
esperar en cada
palabra que hayamos
recibido del Señor,
sin que apresuremos
nada, ni adelantemos
nada si no
tenemos seguridad en
el espíritu. Testifico todo
esto, para que
sepan que esto somos
como ministerios, como
familia, como discípulos
e hijos del
Señor.
Volviendo de
nuevo a mi
llegada a Costa
Rica la cual se debió
a que en
el 1976, me
encontraba ministrando la
palabra en la
Isla de Aruba,
en la Iglesia
de Dios Pentecostal,
donde pastoreaba el
siervo de Dios
Luis Centeno junto
a su esposa
Úrsula de Centeno,
el domingo 24
de febrero de
ese año mientras
estaba solo en el balcón
de la casa
de ellos (habían
salido a invitar inconversos),
escuché la voz
audible del Señor cuando me
dijo: -Ahora irás a Costa
Rica-.Como siempre que
recibo un trato
lo callo hasta
el momento preciso
no comenté nada
a los pastores
cuando llegaron a
la casa. En la noche
mientras predicaba, pude
ver en visión
claramente cómo se
acercó un personaje
con alas, que
se inclinó sobre
el hombre derecho
de la hermana
Úrsula. Inmediatamente paré
el mensaje y
dije: -¡estoy viendo
un ángel hablando
a la hermana
Úrsula, hermana usted
tiene una palabra
para el pueblo
dígala!-, sin embargo,
lo que ella
hizo fue, levantarse
y darle más
velocidad al ventilador
que estaba en
el techo. Al
terminar mi labor
en Dios, le
entregué al pastor
Centeno diciéndole al
oído, -varón, su
esposa tiene palabra
para el pueblo,
insístale que la dé por
favor-, de modo
que al pararse
al frente de
la congregación le
solicitó a su
esposa que compartirá
el trato que tenía.
Poniéndose de pie
y sin pasar
al frente, la
hermana Úrsula testificó
preguntando: -¿hermanos, ustedes
vieron cómo me
levanté a dar
más velocidad al
ventilador cuando el
hermano Luis me habló?
Añadiendo dijo: -es que
yo me estaba
quemando del fuego
que sentía, porque
escuché la voz
del Señor que
me decía: Dile
a mi siervo
Luisque ahora va
para Costa Rica-.
¡Ellos no sabían
nada de lo
que me dijo
el Señor en
la tarde acerca
de Costa Rica!
En seguida el
pastor Centeno le
dijo a la
congregación: -¡Hermanos, vamos
a enviar al
hermano Luis a
Costa Rica! ¡Ellos
me donaron los
pasajes de avión
para ese país
centroamericano donde duré
treinta años, y
encontré a la
esposa de Centroamérica! El
cómo llegué es
otra historia, pues
estando en Alajuela
donde el pastor
Francisco Rojas (Chico),
a la esposa
el Señor le
había hablado de
que les enviaba
un apóstol para
que los ayudara.
A los tres
días de estar
ministrando en la
congregación, el Señor
le confirmó diciéndole:
-Él es el
apóstol que les
prometí-. Esa es
otra historia intensa
pues sucedieron cosas
que nunca había
visto en otro
país.
Dios sacudió el
sueño espiritual de
esa nación en
la que percibí
vientos de avivamiento;
cuatro visiones diferentes
he recibido acerca
de lo que
se está gestando
en ese país
centroamericano, ¡Lo
he visto y
sé que vendrá! mi vida
de oración, ayunos yvigilias
tuvieron efectos maravillosos
que me sirvieron
para levantar diferentes
congregaciones donde no
había testimonio cristiano
para las diferentes
organizaciones dentro del país.
Les comparto que hacer esto,
elevaba mi “autoestima”,
y me hacía sentirme
“importante por lo
que hacía”; Como
he estado compartiendo
que desde República
Dominicana mi vida
de oración se caracterizaba por mantener un nivel que para mi ego en
esos años era “especial”, pues orabaen
todo tiempo apuntando las
peticiones de los
hermanos incluía todo tipo de situaciones, por enfermos, pidiendo
unción para liberaciones de endemoniados, por las
finanzas de los santos, por problemas de familiares, en fin, vivíasóloa un
nivel de
peticiones, y ¡mucha intercesión guerrera cuando no se le
llamaba con esos
términos!Como he testificado
más arriba, la
razón por la
que tenía una
problemática constante por mi pobre
autoestima, todo por
la falta de
conocimiento más profundo
acerca del Carácter
de Dios como
Padre y Amigo
personal; aunque avanzaba
por toda América
Latina, levantando congregaciones para
las diferentes organizaciones, y también
realizando reuniones de
oración a nivel
interdenominacional; sin embargo,
mi seguridad personal
estaba sumamente afectada
por el tipo
de relación conflictiva
y distante que
viví con mi
padre biológico, de
modo que esta
pobre autoestima arraigada
en mi inconsciente
afectaba mi relación
de intimidad con
el Padre. Mi
estancia en Costa
Rica fue determinante para
ser elevado a
nuevos niveles de
cumplimientos en la
palabra profética antes
dicha desde 1964,
pues desde Costa
Rica se abrieron
las puertas para el resto
de Latinoamérica, y posteriormente algunas
de las naciones
del continente europeo.
Fue durante esos viajes que
mis ojos espirituales
fueron abiertos, hasta
palpar y entender
una visión que
recibí del Señor
en el 1971,
cuando fui trasladado
por el Espíritu
a diferentes naciones,
en las se
me mostraban diferentes
congregaciones con un
solo perfil, pude
ser testigo de
la condición de
la iglesia que
vive atada al
sistema netamente episcopal
(del púlpito a
la banca),sistema que
ahoga la vida de relación
de comunión directa
e individual con
el Padre, lo
cual automáticamente ahoga
la vida de
comunión global, orgánica
y espiritual de
la Iglesia como
Cuerpo de Cristo;
haciéndola disfuncional, dependiente
de dirección más horizontal y humana, y
con muy poca
dirección vertical, lo
que en ignorancia
espiritual viola las
intenciones del propósito
divino de hacer
de cada creyente
un templo de
relación vertical. Mi
corazón se siente
retado, cada vez
que leo pasajes
como los que
incluyo aquí: «He aquí
que vienen días,
dice Jehová, en
los cuales haré
nuevo pacto con
la casa de
Israel y con
la casa de
Judá. No como
el pacto que
hice con sus
padres el día
que tomé su
mano para sacarlos
de la tierra
de Egipto; porque
ellos invalidaron mi
pacto, aunque yo
fui yo un
marido para ellos,
dice Jehová. Pero
este es el
pacto que haré
con la casa
de Israel después
de aquellos días,
dice Jehová: Daré
mi ley en
su mente, y
la escribiré en
su corazón; y
yo seré a
ellos por Dios,
y ellos me
serán por pueblo.
Y no enseñará
más ninguno a
su prójimo, ni ninguno
a su hermano,
diciendo: Conoce a Jehová;
porque todos me
conocerán, desde el más
pequeño de ellos
hasta el más
grande, dice Jehová;
porque perdonaré la
maldad de ellos,
y no me acordaré más
de sus iniquidades». [Jeremías
31:31-36]; Cierto que
esta es promesa
dada a Israel
y Judá, sin
embargo, su negativa
a recibir al Mesías;no invalida
la extensión de
Dios al profetizar
que otro pueblo
que no preguntaba
por Él sería
alcanzado. [Deuteronomio 32:21];
de manera que
el Dios amorosoabrió la
puerta a las otras
ovejas gentiles que
sí experimentaron esa
palabra profética pues
estaban incluidos en el propósito
trazado desde la
eternidad, por esa
razón Jesucristo anunció
proféticamente: «También
tengo otras ovejas
que no son
de este redil;
aquellas también debo
traer, y oirán
mi voz; y
habrá un rebaño,
y un pastor…
Mis ovejas oyen
mi voz, y
yo las conozco,
y me siguen».
[Juan 10:16, 27]; La
iglesia del primer
siglo experimentó la realidad de
conocer y entender
al Dios que
se revela a
su creación; constituyéndola en
su habitación, como
el apóstol Pablo
lo certifica a
los Corintios a
los cuales les dice:
«¿Y qué
acuerdo hay entre
el templo de
Dios y los
ídolos? Porque vosotros
sois el templo
del Dios viviente,
como Dios dijo:
Habitaré y andaré
entre ellos, Y
seré su Dios,
Y ellos serán
mi pueblo?». [2
Corintios 6:16]. ¡Pablo
está hablando a
gentiles ¡las otras
ovejas! Eso extiende
el versículo 34
de Jeremías 31,
que anunciaba que «ninguno
dirá a su
hermano: Conoce a
Jehová, porque todos
le conocerían». De
igual manera el
apóstol Pablo certifica
que los creyentes
de Éfeso, eran
enseñados directamente por
Cristo: «Mas vosotros no
habéis aprendido así
a Cristo, si
en verdad le
habéis oído, y
habéis sido enseñados
por él, conforme
a la verdad
que está en
Jesús». [Efesios 4:20-21];
Juan el discípulo amado
es más enfático
al decirle a
sus hijos espirituales
que ellos tenían
la capacidad de
ser dirigidos, enseñados
y sustentados al
estar en Cristo
por quien recibimos
la unción: «Pero vosotros
tenéis la unción
del Santo, y
conocéis todas las
cosas… la unción
que vosotros recibisteis
de él permanece
en vosotros, y no
tenéis necesidad de que nadie
os enseñe; así
como la unción
misma os enseña
todas las cosas,
y es verdadera,
y no es mentira,
según ella os
ha enseñado permaneced
en él». [1
Juan 2:20, 27].
Cierto
que las Escrituras
del Nuevo Testamento
nos enseñan que tenemos cinco
ministerios; los cuales
son ministerios de
maduración que enseña
a los creyentes
a conocer las
cosas que son
exacta cuando se
filtra algún error
en la recepción
de las cosas
sobrenaturales; porque la
realidad viviente es,
que nuestra labor
es capacitar a
los santos para
que ellos continúen
la misma esencia
de nuestro trabajo
en la obra
como lo entendió
el apóstol Pablo
y se lo
comunica a los
Efesios. [Efesios 4:11-13].
Somos la extensión
de Dios en
la tierra, para afirmar la
razón por la
que Jesucristo murió
ocupando nuestro lugar
en la cruz
para acercarnos a Dios, y
devolver así la
comunión que experimentaba
Adam en el
huerto del Edén;
comunión que era
con el Verbo,
pero que fue
extendida del Padre
hacia nosotros después
de la resurrección
del Señor Jesucristo.
Apóstoles, profetas y
maestros, constituyen el
equipo de maduración,
mientras que pastores
crean el balance
supervisando y manteniendo
los rebaños de
los cuales surgen
los miembros del
cuerpo de Cristo,
que deben encajar
en el edificio
como piedras vivas,
mientras todos vamos
siendo constituidos en el templo
Santo en el
Señor. En ese
orden evangelistas tiran
la red y
pescan las personas
sin Cristo.
Durante
mis 52 años
de ministerio, en tres
ocasionesdiferentes he recibido invitaciones del
Señor para tener
encierros con Él. La primera
fue en el
1970, en esa
ocasión recibí iluminación
amplia en la
palabra, conocimiento revelado
en las Escrituras
acerca de los
eventos que vendrían
sobre la iglesia
en la tierra
en los fines
de los tiempos;En
ese primer encierro
que duró seis
meses, fui invitado
por el Señor
a cubrirme con
ceniza sobre mi
cabeza, y a
estar tres meses
vestido con ropas
de sacos de
cabuyas, sin salir
ni siquiera a
la acera de mi casa,
mucho menos a la
calle o iglesias
recibí infinidad de
tratos que jamás
entendí en esos
años, y luego
me enviaba profetas
que ni siquiera
sabían dónde vivía
para decirme que
las cosas que
me estaba enseñando
no eran para
ese tiempo, que
no las predicara
porque me traerían
persecución innecesaria. En
el 1970 yo
era muy joven
interna y externamente,
por lo que
entendí con el
tiempo, que necesitaba
ser preparado para
las naciones (nunca
había salido de
mi país); lo
que no entendí
fue, que cuando
servimos al Dios
de José, y
recibimos tratos de
Él, podemos ser
expuestos a malos
entendidos y persecuciones
por apresurar contando
los sueños de
arriba a los
hermanos mayores en
edad, pero cortos
de entendimiento espiritual
tratos que al
final provocan la
envidia de ellos,
que tienen más
años en el
evangelio y no
entienden por qué
los más jóvenes
reciben cosas que
ellos “no reciben”.
Durante esos seis
meses, sin predicar,
ni pastorear ni
enseñar, aprendí a
desarrollar mi convicción
en el vivir
en Dios por
la gracia de
su Hijo ¡Pero
todavía no tenía
relación íntima con
Dios como Padre!
Eso sí, ese encierro me
habilitó para emprender
un camino ascendente
en la vida
de Fe, vi
cosas sobrenaturales que
se están cumpliendo
en todo el
globo terráqueo ahora.
Lo más esplendoroso
de esos meses
de encierros fue,
que pude ser
testigo de ser
transportado por el
Espíritu Santo quien
tomando mi espíritu
como a Ezequiel
me permitió ver algunas de
las que me
había hablado Dios
al mostrarle a
la pastora Consuelo
Mateo, que yo
viajaría cuando me
vio atravesando el
Atlántico en el
1964; durante esos
seis meses pude
ver las naciones
que visitaría en
el futuro dirigido
por el Espíritu
Santo que me
llevaba sobre ellas
en ese 1970;
hoy puedo decir
que en un noventa y
cinco por ciento
he visitado no
solo la mayoría
de las naciones
del continente Americano;
sino que también
algunas del continente
europeo. De manera
que puedo decir
además, que en
ese primer encierro
recibí cosas impresionantes
de lo que
sucedería en el
mundo. Durante los
posteriores años después
de ese primer
encierro fui fortalecido
para avanzar en
una visión de
su propósito que
estaba bastante difuso
para mí, pero
que a través
de los primeros
quince años iba
cobrando forma en
mi entendimiento; en
ese encierro se me permitió
ver como se
perfilaba el panorama
profético en las
naciones sobre todo
en el Medio
Oriente con Israel
y las naciones árabes;
a pesar de
que no conocía
la geografía de los continentes
que visitaba impulsado
por el Espíritu,
pues hasta ese
tiempo en el
pasado no había
estudiado en ninguna
escuela, En mis primeros
11 años en
el Evangelio no
leía otro libro
que no fuera
la Biblia; en el
1972 el Señor
me dijo: -vas
a escribir-, por
supuesto que no me dijo
cuándo, para mí
una de las
cosas más impresionantes fue
que sin leer
libros cristianos, experimenté
la maravillosa experiencia
de conocer en
visiones dadas por
el Espíritu, la
forma en que se movía
la iglesia del
primer siglo; más
de cuarenta años
después he escrito
cuatro libros acerca
de esos tiempos
y lo que la iglesia
necesita hoy; por
esa razón les
comento, por qué
me enviaba profetas
sin ellos saber
dónde vivía, y
en qué estaba,
para decirme que
las cosas que
estaba recibiendo no
eran para que
las hablara en
ese momento de
recibirlas, pues eran para
los fines de
los siglos.
la
segunda ocasión que
fui llamado al
encierro sucedió en
Costa Rica cuando
mi primera esposa
me comunicó que
no me podía servir
más como mujer,
esta vez en el 1980,
durante los tres
años que duró
el encierro cosas
que Dios me
había hablado en el 1966
comenzaron a tener sentido, y principios de
cumplimientos que se me habían
prometido comenzaron a
suceder; El tercer encierro
está aconteciendo ahora,
mientras nos encontramos
viviendo en Yuba City,
Californiaciudad de avivamiento,
han pasado dos
años y medio de encierro;
en las tres
ocasiones de encierro
he recibido instrucciones
de mantenerme adorando,
descansando y esperando
su dirección, las
tres ocasiones que
he sido apartado
por el Señor,
han elevado la
esfera de entendimiento, y
capacidad para administrar
los misterios del
Cuerpo de Cristo
y de Dios; cosas que me
han sido confirmadas
por diferentes profetas
y profetisas de
diferentes lugares de
América Latina, India,
Canadá, y de
aquí en América
del norte; profetas
me han llamado
a mi número
telefónico ¡Sin conocerme
y sin yo
dárselo, lo hacen para explicarme
la causa por
la que me
tiene encerrado en
esta ciudad. Ahora
como nunca tengo
claridad acerca de
los acontecimientos que
se aproximan.
Necesitamos comprender
que estamos viviendo
épocas en las
cuales lo que menos
está percibiendo la
iglesia es, que
los tiempos actuales
al ser acortados
están apresurando muchas
cosas que para
muchos están pasando
desapercibidas, sobre todo
el hecho de
que el planeta
ha sido desviado
centímetros de su
eje central, además
de que la
tierra está girando
a mayor velocidad
que siglos anteriores, (La
ciencia astronómica y
la geológica lo
han verificado), lo que
provoca que las 24 horas
de ahora. No sean las
mismas 24 horas
de hace cincuenta
años. ¡Se han
reducido aunque no
lo comprendamos! Y
siendo que esto
hace que todo
se vea más
apresurado en el
correr de los
tiempos, hay más
agitación, menos horas
para cumplir con
todo lo planeado,
con las cuotas
de compromisos contraídos,
¿Consecuencias? Más stress,más
discusiones entre las
familias por el
“atrasado” en hacer
las tareas diarias
en el aparente
“mismo tiempo”, las
estaciones se están
adelantando y la
naturaleza está reflejando
patrones de conducta
extrañísimos; una de
las cosas que
he entendido durante
este mi tercer
encierro, es cuánto
necesitamos aprender a
escuchar nuestro espíritupara
que no seamos
presionados más de lo
debido por el alma y
sus impaciencias; por
esta causa tanto
mi esposa como
yo, estamos siendo
entrenados para conocer
el secreto de
vivir en la
paz y el
reposo del espíritu
que debe influenciar
y atraer el
alma a esa
paz y quietud
interior; sobre todo
estamos aprendiendo a
escuchar al espíritu
nuestro adorando y
platicando en lenguas
espirituales con Dios
el Padre, o
con el Espíritu
Santo o el
Hijo; mientras en
medio de tensiones
simultáneamente escuchamos nuestra
alma cantarhimnos y
cánticos espirituales; nuestra
vida esta experimentan
cosas renovadoras en
el espíritu, la
mente y la
forma de entrar
a nuevas dimensiones
en el llamado.
Mientras
vivíamos en Elk
Grove, una de
las ciudades de
Sacramento la capital
del estado de
California en el
2009 el Señor
le habló a
mi esposa Rossi con claridad
diciéndole -Metamorfosis, es
tiempo de metamorfosis-, ella
en principio no
entendió qué significaba
esto, sin embargo,
en una de sus noches
de vigilias veía un
águila, pero le
llamó la atención que
veía esa águila
gorda, con los
pies cubiertos por
las plumas y
las garras, muy
largas, y le
hizo entender que
esa águila era
ella, con estas
palabras: -renovación de
plumajes-, todavía no
había sido llamado
al tercer encierro
al que también
ella ha entrado,
lo primero que
entiendo que debo
cancelar son las actividades, cero
viajes ministeriales, cero
predicas (Dios sigue
siendo el Padre
Responsable en la
provisión de todo),
a partir del
mes de mayo
del 2016 ha
comenzado a hablarnos
que el tiempo
de encierro está
terminando. Los encierros para mí han sido similares a los que
le acontece a
las águilas viejas
que necesitan irse a las
montañas para renovarse.
Antes de los
tres encierros inclusive
este, mi vida
estaba sumergida en la obra, y desde
que nos casamos
hace veintidós años, orábamos por
causa de las
actividades, ayunábamos por
causa de las
actividades, hablábamos en
base a los
viajes propios de las actividades,
hasta que estando
en una reunión
de oración de
ministros prominentes de
la ciudad de
Yuba City, y
aunque había un
fuego muy fuerte, mi
esposa que siempre
se ha caracterizado
por ver las
manifestaciones de Dios
en milagros, señales,
liberaciones, bautismos en
Espíritu Santo y
voz directa a
los ministros, notaba
la presencia del Señor,
¡Pero no su
manifestación! Y extrañada
le preguntó al
Espíritu Santo, qué por qué
no se movía
más en la
ciudad. La respuesta
fue inmediata: -¡Mucha
distracción! ¡Sí! Lamentablemente estamos
tan inmersos en las tan
variadas actividades programadas
dentro de las
congregaciones que no
tenemos tiempo para
escuchar nuestro espíritu
y sus reales
necesidades de Dios
y mayores dimensiones
de conocimiento de su Carácter
en nuestras almas.
Por esta causa
Dios está llamando
a encierros íntimos,
porque para los
últimos tiempos que
estamos viviendo se
requiere escuchar más a Dios el
Espíritu Santo, que
traerá sobre la
iglesia en los
continentes las más
grandes manifestaciones de
Dios como Padre.
Antes
de ser llamado
a ese encierro
segundo del 1980, más
de la mitad de mi vida la había dedicado a sentirme orgulloso de ser utilizado
por Dios como su siervo, le hablaba a nivel de siervo, era agresivo en la
oración (a veces
irrespetuoso y reclamante),
como si Dios
fuera mi esclavo,
y yo su amo,
por la forma en que estaba
acostumbrado y consciente
de ser escuchado por Él
como “su siervo”, me regocijaba en verificar el
cumplimiento de las respuestas de mi Dios, perocomo le
comento: ¡Tenía problemas de
comunicación con Él como mi Padre! Por eso
entiendo la razón
por la que
fui invitado a
entrar al segundo
encierro en mi
ministerio.
Durante
ese segundo encierro
de mi vida ¡esta
vez el tiempo
fue más largo!
Duró del 1980
al 1984, no
podía salir a
predicar, ni aceptar
invitacionesporque debía estar
totalmente encerrado, durante
ese segundo encierro
fue que comencé
a escribir mis
primeros cinco libros.
Al ser invitado
a encierros, cada
vez que esto
sucede mi ministerio
sale con mayor nivel
de luz en
el entendimiento; porque mi
espíritu es introducido
a niveles de
entendimiento en la
palabra, que ensanchan
la esfera de
dimensión en la
fe, y el
alcance de la
labor en el
llamado se realiza con
mayor unción en
los continentes porque
mis ojos son
abiertos a la
iluminación profunda de
la palabra, y
comienzo un nuevo
ciclo en el
ministerio. Durante ese segundo
encierro, en el mes de
febrero del 1981,
mientras oraba me
quedé dormido y
pude ver en
visión cómo me encontraba
en una celda
que tenía solo
un camastro pequeño,
una mesita pequeña
y un candil,
pude verme vestido
con una túnica
larga semejante a
las de los
tiempos de Cristo,
en la misma
visión podía ver cómo
se acercaban jóvenes
a las rejas
de la celda,
yo sabía que venían a
retirar papiros, y se iban, también sabía
que ellos salían
a enseñar directamente
de esos papiros.
Le pregunté al
Señor, ¿qué visión
es esta Señor?
Su respuesta fue:
-Yo te daré
hijos, y ligaré
la lealtad a
sus corazones, tú
te invertirás en
ellos, y ellos
manifestarán mi gloria-;personalmente yo siempre había
entrenado a diferentes
jóvenes cedidos por
los pastores de
diferentes denominaciones, yo
sabía que al impartir
sobre ellos de
los dones que
operaban en mí, los pastores
que los enviaban
los reconocían como
hijos nacidos del
ministerio, y retornaban
a sus congregaciones a
extender la visión
y unción de
hacer discípulos cuando
en la Isla
no se conocía
ni se enfatizaba
ese término.
Después
de esa visión
en sueño, la primer persona
que comenzó a
caminar lado a
lado conmigo, organizando
y administrando con
eficacia profesional todos
los asuntos del
ministerio desde 1981
fue la hermana
Rossi Arguedas, la
cual desde 1993
es mi esposa,
ella fue la
primera discípula que me pidió
que quería ponerse
bajo la autoridad
de mi ministerio,
y así ha
sido hasta el
día de hoy;
con el tiempo
ella conquistó el
ministerio evangelístico, luego
el oficio de
profetisa, el tercer
llamado que conquistó
fue el de
pastora y después
el de maestra;
constituyéndose así en
hija ministerial de
la unción. Ella
comenzó a colaborar
extendiendo la esencia
de la visión, en
el 1983 conocí
al segundo discípulo
fuerte que caminó
conmigo hasta que
partió con el
Señor,fueel evangelista pastor
y profeta Santiago
Morales,en la actualidad
su esposa Ligia
Lacayo de Morales,
profetisa y anciana
en el pastorado,
sigue con nosotros
hasta el fin
de nuestros días, la tercer
persona que se
entregó al Señor
por medio de
un hijo del
ministerio fue Sairy
González ahora más
de treinta años
después es profetisa
y pastora ellos y otros
más llevan más
de treinta años
conmigo, y son
pilares en el
ministerio.
En
ese segundo encierro
pero en el 1981
fue que recibí
la mayor seguridad
de identidad que afirmó mi
vida sucedieron muchos tratos
a mi espíritu
que me marcaron,
uno de ellos
fue cuando escuché
al Señor decirme
con dulce, tierna
pero firme y
clara voz: -Quiero que comiences a verte como yo te veo,
no quiero que el criterio que emitan los hombres de ti, sea lo que determine tu caminar en mi Presencia,
acéptate como yo lo hago, mírate como yo te veo-. De
momento no entendí
la razón de
esas palabras; sin
embargo, con el
tiempo aprendí a
conocer la esencia
de las mismas,
pues por causa
de hablar de
la restauración de
principios que deben
ser devueltos a
la iglesia como
los plasmé en
el primer libro
que me mandó
a escribir el
Señor, titulado: Dios
Ha dicho: Yo
Restituiré. Él mejor que
nadie conocía de las persecuciones
que se levantarían
contra el ministerio
por la demanda
de la palabra
de la eternidad.
El aumento de
las persecuciones que
me ha traído
la exposición de
los principios de
restauración de las
cosas sepultadas en
la iglesia de los
primeros
doscientos años d.C.,
estas cosas fortalecieron
y templaron mi
espíritu como nunca.
¡Eso contribuyó al cambió del rumbo de mi vida!Comencé a hablar
de las visiones,
palabras, y enseñanzas
que me había
dado desde el
1965 hasta el 1970. A
partir de 1984,
que terminó el
encierro, de nuevo volví
a recorrer algunas
de las naciones
que había visitado
desde el 1976
al 1979. En ese mismo
año mientras oraba
escuche la voz
audible del Señor diciéndome: -Ahora
irás Texas-, cumplimiento
que se vio
materializado en el
1985, tiempo en
el que se
abría por primera
vez Estados Unidos
al ministerio.
Durante
ese encierro del
1980 al 1984
mi espíritu captó
con claridad la
esencia de la
visión de la
eternidad plasmada en
el deseo de Dios
de trabajar con hijos idóneos, no con personas que trabajen “para”Él,
sino con Él! Este
entendimiento se amplió
mucho más ahora
en el 2016 cuando mi
amada esposa Rossi
me compartió lo
que entendió del
pasaje de Hebreos
13:21, donde el
apóstol Pablo asegura
la esencia de
la elección que
hemos recibido, que
es la de
permitir que Dios
nos haga aptos
(sensibles a las
directrices del Espíritu
Santo), para que
en toda buena
obra que realicemos
hagamos la voluntad
de Él (no
la nuestra), haciendo
Él en nosotros
lo que es agradabledelante
de Él por
Jesucristo. [Hebreos 13:21];
como mi esposa
fue alcanzada directamente
por el Señor
Jesucristo, y Él
habla con ella
de tú a tú,
sus experiencias y
su entendimiento de
la palabra me
sirven de retroalimentación; por cuanto esta
es y debiera
ser la mayor
de las recompensas
de introducir y
engendrar hijos en
la visión eterna.
Sobre todo cuando
sabemos que estamos
llamados a engendrar
hijos que se
constituyan en los
restauradores de calzadas
por donde deben
andar los redimidos
escalando diferentes niveles
en la comunión
con nuestro Padre
y Dios, quien
es el que
debe andar a
través de nosotros,
porque así lo
determinó al enviar
a su Hijo
Jesucristo a preparar
Camino para andarlos
Dios en nosotros,
de modo que
como Padre manifestándose a
sus hijos e
hijas, cumpla lo
que pudo hacer
con su Hijo
¡Habitar en Él
por el Espíritu
Santo!
Estoy
listo para iniciar
mi vuelo de
águila renovada después
del encierro, en
el entendimiento tengo
una nueva concepción
de los tiempos
que ciertamente estamos
viviendo en el mundo. Por
esa causa divina
ahora puedo comprender
con profundidad las
palabras del apóstol
Pablo acerca de
la necesidad que
tenemos de que
Dios nos haga
aptos para que hagamos su
voluntad, ¡Necesitamos conocer
el propósito de
nuestra elección según
el designio trazado
en la eternidad!
Para que entendamos
y comprendamos que es Él
quien quiere operar
desde dentro de
nosotros. Él quiere
hacer lo que
es agradable a
Él ¡No a
nosotros! Ese entendimiento
me ha impactado
profundamente. Cuando Dios
demanda nuestro apartamiento,
es para comunicar
a nuestros espíritus
los avances noticiosos
de sus buenas
nuevas para todos
los tiempos. Eso me impactó soberanamente; sobre
todo que durante
ese segundo encierro,
trajo a cumplimiento
lo que me
había hablado en
el 1972 de
que iba a
escribir, cosa que de nuevo volvió a
repetir en 1982, por
cuya razón y
en espíritu de
obediencia comencé a
escribir, hasta ahora se me ha permitido
escribir catorce librosy
decenas de folletos
acerca de lo
que la iglesia,
tenía, lo
que la iglesia
perdió bajo
las sombras de
los maestros del
error, y lo que la
iglesia ha estado recuperando a
partir de las
décadas cuarenta, cincuenta
y con alto
énfasis la década
de los sesenta.
Por
todo esto, puedo
decir que somos hijos
que estamos dispuestos a
permitirle al Creador,
y Dios, ¡Todo
lo que a
Él le agrade!porque
hemos tomado la
firme decisión de
que Él cumpla
el objetivo por
el cual nos
escogió: Permitirle andar, haciendoÉl en
nosotros por Jesucristo
lo que a
Él le agrade;
porque sinceramente estamos
cansados de ver
a los hombres
de altar haciendo
los programas que ni siquiera
expiden olor a
Cristo. Queremos ver
su propósito realizado
tal y como
lo vemos en
su Palabra en
Hechos de los Apóstoles, previo
al arrebatamiento.Esto
somos nosotros, gente
con identidad definida,
teniendo la marca
genética del ADN
divino por la
sangre de Jesús
de Nazaret. ¡Esto
somos en Dios!
Posiblemente al leer miautobiografía te
parezcan inconcebibles las
vivencias que expongo
en nuestro currículum espiritual,
pero tranquilo, porque
mi especial y
mayor confianza es
que sé que
tienes a Jesucristo
en tu corazón,
y al Espíritu
Santo que habita
en ti, por
lo tanto, sé
que Él es
el único que
da testimonio de
los hijos de Dios;
por supuesto que si
nunca has tenido
una experiencia viva
con Jesucristo el
Hijo de Dios, este es
un momento determinante
porque puedes invitarlo
a que entre
en tu corazón
y se haga
dueño de tu
vida, ¡Entonces sí
me entenderás!
Dr. Luis Mercedes Martínez
No hay comentarios:
Publicar un comentario